Limerencia; estado mental obsesivo e involuntario, propio de la atracción romántica por parte de una persona hacia otra. Implica un anhelo de reciprocidad, pensamientos, sentimientos y comportamientos obsesivo compulsivos y dependencia emocional.
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Elara
Me desperté por el sonido de mi móvil, este vibró varias veces indicándome que alguien me había enviado unos cuantos mensajes. Miré la hora. Eran las nueve de la mañana y el dueño de los mensajes era JJ Maybank.
jj :) hola, elara estás despierta? tienes planes ahora por la mañana? por cierto, soy jj sé que ya te di mi número hace tiempo, pero por si no me agregaste te lo recuerdo 🤟🏻
buenos días, jj sí, sí que te agregué jajaj y no, no tengo planes acabo de despertarme por?
jj :) ah, pues buenos días era por si te apetecía salir un rato pope y yo vamos a coger un ferri para ir al centro comercial de la ciudad. vienes?
uh, sí claro a qué hora sería? tengo que arreglarme
jj :) sale un ferri a las 10 y 30 bien? te da tiempo?
de sobra! perfecto, pues nos vemos en el puerto :)
jj :) 😎👍🏻
Pude despejarme tranquilamente durante unos minutos, revisando las redes sociales y deseándole los buenos días a Rafe. No me contestó, seguramente seguiría durmiendo. Después de eso, bajé a la cocina de mi casa y me preparé el desayuno, unas tostadas de aguacate y huevo y un café con leche. Mientras me lo tomaba me dediqué a rellenarle a Bailey el bol de comida. Desde abajo podía escuchar a mi padre roncar. La verdad es que me había levantado bastante pronto para ser un día de verano.
Cuando revisé el tiempo que me quedaba, solo tenía una hora para arreglarme. Me di prisa para darme una ducha y vestirme con lo primero que pillé en el armario: vaqueros cortos y un top de manga corta azul. Maquillarme no me tomó mucho tiempo ya que en verano no me gustaba llevar la cara cargada así que terminé enseguida.
Dejé una nota sobre la encimera de la cocina, explicando que había salido con unos amigos a la ciudad y me largué. Cuando al fin llegué al puerto, aparqué el coche cerca del puesto de los ferris e inmediatamente me dirigí a comprar el billete para el que salía a las diez y media. Estuve esperando a JJ y a Pope enfrente de este, revisando constantemente la hora con el ceño fruncido, si no se daban prisa íbamos a perderlo.
Finalmente, la cabellera rubia inconfundible de JJ apareció en la distancia. Corrió hasta que llegó a mi lado.
—Joder, qué fatiga— se apoyó en sus rodillas, tratando de recuperar el aire—. Hola, Elara.
—Hola, JJ— reí—. ¿Dónde está Pope? ¿No viene con nosotros?
—Nop, al final no— se reincorporó, estaba algo sudado-. Su padre le ha pillado cuando he ido a recogerle y se ha tenido que quedar limpiando almejas y gambas.
