Capítulo 12:

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#Audrey

—¡Drey! ¡Venga, ya está todo el mundo aquí! —me grita Bella dando golpes en la puerta del baño.

¿De verdad estoy a punto de acudir con todas a aquellas personas tal como habíamos quedado? ¿De verdad soportaré esta folclórica situación con toda aquella diversidad de gente? Pensaba realmente que no se acabaría haciendo y todo era parte de un discurso de amabilidad y educación. Pero no, haremos una excursión al cartel de Hollywood otra vez. Lo bueno es que nadie sabe que Aiden me llevó el otro día.

—¡Audrey! —vuelve a gritarme Bella y justo cuando se dispone a golpear otra vez, abro la puerta y ella cae dentro del suelo del baño de morros.

—Ya te está bien por tocarme las narices y ponerme prisa.

—¿Qué te pasa? Estás de mal humor y tú no sueles ponerte de mal humor. Casi nunca te enfadas —dice analizándome de arriba abajo como si hiciera una radiografía de mi mente y mis sentimientos.

—No estoy enfadada y tampoco estoy de mal humor, simplemente, no me gusta que me pongan prisa y me molesten a primera hora de la mañana. Y tú eres un incordio de energía.

Bella hace una mueca de desaprobación, pero encaja su mano con la mía y se levanta. A diferencia de mí, es muy pesada e insistente, siempre consigue lo que quiere cuando lo quiere y como lo quiere. Ella es la cariñosa de las dos, la simpática y la divertida. Ella es en quien se fija la gente por su gran sonrisa y las buenas vibraciones que transmite. Es la hermana pasional y alegre, la que no deja de soñar, la que tiene esperanzas, la que se enamora de cualquier chico a primera vista. Es la persona que te hace feliz, con la cual deseas pasar tus días porque es luz y pureza. Sabes que, si tienes un mal día, ella lo hará más bonito con una frase o una simple sonrisa. No es rencorosa, por mucha mierda que le hayas hecho pasar, nunca podrá odiarte. Ella es la hija perfecta, la novia adecuada y la amiga que quieres en tu vida.

—Vámonos antes de que me arrepiente —digo saliendo de la habitación justo en el momento en qué Aiden sale de la suya.

Ignoro sus ojos y me despido de Cassandra, Nathan y Darcy con un abrazo antes de saludar a Louis, Leigh y Kaden que nos esperan en el portal.

—¿Preparados? —pregunta Louis justo cuando los tres llegamos a su lado. Bella asiente por las dos.

—Pues vámonos, mejor no hacer esperar a la reina abeja —comenta Leigh refiriéndose a Nathalie.

—Vigila que no te pinche el culo —contesta Aiden dándole un pellizco en el brazo. Leigh suelta un grito e intenta darle un empujón cuando pasa por su lado, pero Kaden lo para—. Controla a tu gatita, Kaden.

—No la provoques, no me importaría nada soltarla —le dice él y Leigh le enseña el dedo corazón.

—¿Podemos irnos ya? —pregunta Louis poniendo los ojos en blanco.

—¿Tú también estás de mal humor? —le pregunta Bella.

—¿Quién está de mal humor?

—Audrey —dice señalándome y me gano unos cuántos pares de ojos.

—Enseguida se le pasará cuando vea las vistas del cartel —comenta Kaden.

—O de cierta persona —añade Leigh en voz baja y no me hace falta que diga el nombre para saber a quién se refiere. Las mejillas se me enrojecen de vergüenza.

—Estáis hablando demasiado y andando muy poco —espeta Aiden. Sus ojos se encuentran con los míos un segundo y después aparta la mirada. ¿Se ha enfadado o es su personalidad de mierda?

Todo lo que quisimos ser [Tocando las estrellas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora