Capítulo 42:

56 4 0
                                    

#Audrey

Me giro hacia la mujer que me dio la vida y la miro atentamente unos segundos antes de acercarme. De lejos parece la misma mujer de siempre —la de estos últimos dos meses y mi madre—, pero cuando me acerco, me doy cuenta de que está más pálida de lo normal y todo su cuerpo y rostro se ve más cansado, como si le acabaran de dar una paliza.

No me gusta verla así, pero es su tratamiento y ella quiere enfrentarse a su enfermedad así que prefiero esto a que vuelva a acudir a las drogas.

—Hola —la saludo.

Mi madre levanta la mirada y sonríe de oreja a oreja con los ojos llenos de lágrimas cuando me ve.

—¿Cómo estás? —pregunto.

—Bien, mucho mejor. Descansar me ha ido bien a pesar de que no me podía poner casi en pie, pero ahora me siento mucho mejor. Normal —me dice separándose de mí para mirarme a los ojos y acariciarme las mejillas—. Pensaba que no me querrías ver y te habías hecho atrás, Bella ha venido hace una hora.

—Estamos enfadadas y creo que es mejor que nos demos un poco de espacio —le explico nerviosa. Mi madre abre los ojos—. No es nada preocupante, estamos sufriendo muchos cambios y ella está en plena etapa hormonal. En nada volveremos a estar como siempre.

—Odio que os enfadáis y odio que sea por lo que sucedió.

—Tiene que asimilar lo que pasó, solo necesita tiempo para comprenderlo.

—¿Y tú? ¿Lo has asimilado ya? —pregunta mirándome temerosa.

—Más o menos, todavía tengo dudas y te agradecería que me las resolvieras —respondo algo más brusca y seria.

—Te responderé todo lo que me preguntes sinceramente. He aguantado este secreto durante mucho tiempo y no hice bien. La cagué mucho y no quiero perderte, Audrey. Siento mucho lo que pasó y lo que hice, te merecías saber la verdad mucho antes. Cometí un gran error.

—Ya está hecho, mamá, no te tortures más —contesto presionando la mandíbula—. ¿Tenías pensado decírmelo alguna vez? ¿Decírselo a Nathan?

—Sí, pero no sabía cómo ni cuándo. Cada vez te hacías mayor y yo sentía que debías saber la verdad porque, al fin y al cabo, te arrebaté la oportunidad de conocer a tu padre biológico y a Nathan de conocer a su hija. Lo intenté muchas veces, de verdad. Pero no sabía cómo hablarte él, no sabía cómo hablarlo con él después de romper su corazón y tenía mucho miedo de lo que pasaría si lo supierais, de lo que tú y él podríais ser capaces.

» Y cada vez pasaban los años y tú y Garret teníais una conexión especial, lo admirabas y yo no quería romper tu burbuja de felicidad por uno de mis errores. No quería destrozarte la vida. Después arrestaron a Garret, pasó todo lo que pasó y olvidé el tema por completo hasta que me llegó la invitación de la reunión del instituto. En el momento en que lo vi no podía más. Me abatí y se lo confesé todo, absolutamente todo.

» Al principio se enfadó conmigo, pero me escuchó y me ofreció ayuda. Quedamos en que te lo diríamos cuando acabara el verano porque sabía que, si te lo hubiera dicho antes, nunca hubieses venido y Nathan quería conocerte y tú te merecías conocerlo también. Pensaba que de esta forma te sería más fácil de aceptar y asimilar. Pero está claro que por mucho que lo intentara evitar, el impacto sería igual de fuerte, sobre todo si lo descubrieras tú sola.

No sirve de nada enfadarse y reprocharse nada porque en parte la entiendo. A mí no me quedó opción. Ella tuvo y sí, fue egoísta. Pensó en ella y no en mi padre y Nathan, pero hizo lo que ella creía correcto y conveniente y en parte tiene razón, si me lo hubiera dicho antes, mi mundo se hubiera hundido. Idolatraba a mi padre, saber que no lo era, me habría destrozado.

Todo lo que quisimos ser [Tocando las estrellas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora