Sister Of The Moon (Debbie & Tammy)✧

2 - luces neones.

Era ella... una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro dormido de Tammy.
- si, estaba durmiendo, pero no importa ¿cómo estas?...
- yo estoy genial, necesito verte ¿estás en tu casa?.
- Deb, ¡son las 12 de la noche! pero bueno, a decir verdad yo tambien necesito verte...
- bueno Tam Tam, voy para tu ca...
- no no, Deb... estoy en el hotel Mayflower.
- okey, te aviso cuando llego y luego me cuentas el por qué.
- está bien, te espero.

Debbie condujo hasta el hotel. Estaba ansiosa por verla y sea lo que sea que había ocurrido para que terminara en aquel hotel, no importaba, ahora queria hacerla reir y pasarla bien a su lado, algo que añoraba mucho. Antes de llegar, decidió pasar por un mercado y comprar tequila.
Al llegar no hizo falta avisarle que había llegado porque Tammy la estaba esperando sentada en la punta de la acera, envuelta en una manta, observando el piso.
"las cosas van peor de lo que pensé" se dijo Debbie para sí.

Al ver el coche, Tammy sonrió, se sentía aliviada al saber que aunque sea iba a estar acompañada.

Debbie bajó.
- ¡hey! ¡te extrañé!, dame un abrazo.
- yo tambien te extrañe Deb - dijo Tammy, tratando de sonar lo más reconfortante posible.
Se dieron un gran abrazo hasta que Tammy, con calma, le ofreció entrar.
- oh, espera, traje algo - dice Deb sacando de la bolsa de papel madera la botella de tequila.
- ¿no trajiste nada para comer? - dice Tammy riendo - no comí nada en todo el día y no creo que me entre una gota de alcohol al sistema sin terminar en el baño.
- maldita sea Tam Tam, ven, subete al auto que vamos a comprar algo.
- ¿qué? no, tengo mi dinero arriba, al menos dejame que vaya a buscarlo.
- yo invito.
Debbie le regala una sonrisa amistosa y Tammy asiente y sonríe tambien.
- gracias... - dice la rubia mientras se sube al auto.
- no es nada, pero tenés que comer ¿ocurrió algo?
Tammy se quedó en silencio, observando las luces neones dibujadas bajo aquella noche estrellada, parecían relámpagos azules, rosados, verdes y rojos. Quería decir la verdad, era Debbie, su amiga de la infancia, podía confiar en ella, pero no quería terminar arruinando el único momento que iba a pasar con ella antes de que partiera de nuevo, tenía ganas de llorar, la cabeza le dolía horrores así que sin dejar de mirar hacia el camino, le confesó.
- Deb... me separé. - soltó con voz firme. Una lagrima se deslizó por su mejilla.