Una promesa

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Seoyun

Era verdad, la maquillista de Jin estaba acompañando a Jungkook en la entrega de paquetes, ellos hablaban con normalidad, me fije en todo lo que hacía, pestañeaba con exageración si ella hacia eso más rápido podría abanicar el rostro de Jungkook sin problema.

—Seoyun, este tiraje me gusto ¿nos vamos con este?

—¿mande?

—¿Qué si te gusto este set?

—Si Jin, Jimin se ve tal como quieres dar a mostrar en la campaña

—Adoro que me digas Jin —no preste atención seguí mordiéndome las uñas —Yun Yun, ¿Qué sucede?

—Creo que me siento algo cansada, no es nada.

—¿Te invito a comer te parece?

—Debemos terminar esto antes

—Eso no es un no.

—Tampoco es un si.

Fui a mi oficina para terminar algunos pendientes y distraerme un momento, los celos que sentía en este momento de nada estaban carcomiéndome de manera lenta, como siempre encontré consuelo en mi cajo donde tenia mi botín de chocolates, que debía abastecer, cerré los ojos disfrutando el sabor del cacao con azúcar, pasee el trozo de chocolate de un lado a otro con mi lengua.

Escuche que tocaron la puerta.

—Adelante.

—Le traje los catálogos que llegaron.

Mire de reojo a Jungkook, que venía acompañado de la tipa esa instantáneamente senti que el pulso se me acelero, antes de que mi boca cometiera alguna imprudencia gire mi silla dándoles la espalda.

—Déjalos en la mesa Jeon gracias, cierra la puerta al salir.

—Vamos a comer ya Kookie muero de hambre.

Si existe un dios debe de darme crédito por mi paciencia, jamás he hecho una escena de celos, ni a Jin que prácticamente coqueteaba con medio mundo, pero mi sangre estaba hirviendo en este momento tanto que el chocolate en mi mano se derretía al tacto. No se porque Jungkook no se iba no escuche que cerrara la puerta, asi que gire de nuevo la silla.

—¿Necesita algo más señor Jeon?

—¿Podría venir a paquetería? tengo duda con unos folios, no se si sean de este piso los paquetes

—Estoy ocupada y parece ser que usted ya se va a comer.

—Kookie

La barra de chocolate fue aplastada por mi mano, estoy segura que en este momento se me marcaba la vena en mi frente por la molesta voz de esa estúpida niña de pechos grandes, estoy segura que su cerebro debe estar ahí, porque no se la pasa mas que pegándoselos a Jungkook en cada oportunidad.

—Licenciada Chang, la veo en la paquetería en cinco minutos.

Salió llevándose a la sanguijuela con el, no me moví por unos minutos de mi silla, hasta que me gano mi poca fuerza de voluntad ante Jungkook, no le reclamaría nada, no tengo porque no hay nada oficial entre ambos. Camine despacio aun dolorida por la oficina al parecer no había muchas personas en el edificio, cuando entre a la paquetería la luz estaba apagada, iba a salir de ahí cuando me sostuvieron por la muñeca poniéndome contra la puerta, aunque no veía muy bien es lógico que era el, su perfume y aroma son algo que no se olvida, sentí su rostro muy cerca del mio.

—¿Me puedes decir que tienes?

—No

—¿Estas molesta por Dalmi?

DualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora