UN FUNDASHI SUELTO

28

Después de aquel hermoso momento en la azotea, bajaron al segundo piso.

Sin embargo, el brazo de Taehyung fue jalado hacia la pared siendo acorralado por el fuerte cuerpo del pelinegro.

— Ahora solo eres mío — sonrió acercándose rápidamente besando con necesidad los suaves labios del castaño. — sólo mío —

Taehyung llevo sus manos a los hombros del contrario sintiendo como este metía su rodilla entre sus piernas, se sentía tan pequeño en ese momento al tener los fuertes brazos de Jungkook comenzando a cargarlo.

Sus pies dejaron de tocar el piso siendo llevado hasta una de las habitaciones que habían, su frente rozaba con la del pelinegro mientras sus pies casi tocaban las rodilla del pelinegro.

Jungkook era muy alto, media 1.87 mientras él castaño media solo 1.60.

Ahora deben de entender como se sentía el pequeño cuerpo siendo cargado por uno más grande y más músculo.

Sus mejillas se pintaron de rojo al sentir la respiración del pelinegro en su oído, mientras esté daba leves ronquidos haciéndolo estremecer.

— N.no me sueltes — hablo aferrándose más a Jungkook al pensar que este lo podría votar.

La suave risa de Jungkook se escuchó en toda la habitación, dejando el cuerpo del castaño en la enorme cama de sábanas blancas, después de dejarlo en la cama Jungkook se dispuso a retirar su camisa dejando ver aquellas blancas clavículas que tanto amaba Taehyung.

— Q.quiero...se..seguir caminando — soltó con toda la vergüenza del mundo, no sabía cómo decirle que no fuera tan rudo aunque le gustará mucho, pero tenía que ir a la academia.

Jungkook comenzó a reír mostrando sus blanco dientes de conejo, realmente amaba a su osito de miel, ¿cómo podía verse tan tierno en esta situación?

— Mi osito de miel quiere seguir caminando, entonces haré lo que tú quieras — se acerco besando su frente para después alejarse un poco y retirar sus pantalones.

Jungkook tomo el tobillo del castaño acercándolo hacia él en un tirón, las piernas del castaño estaban al rededor de su cintura mientras sus partes íntimas hacía fricción debido a la cercanía.

Los botones de la camisa de Taehyung comenzaron abrirse, siendo al poco tiempo arrojada lejos de ellos al igual que su pantalón.

— Eres perfecto — acaricio su pequeña cintura dejando besos en todo su abdomen, mientras sus piernas se enredaban.

Aquellos mechones de cabello castaño comenzaron a enredarse, mientras sus gemidos comenzaron a escucharse.

Está tan exitado por las acaricias del pelinegro haciendo que su cuerpo se estremeciera, aquellas grandes manos comenzaron a masturbarlo haciendo que un fuerte gemido saliera.

Era tanta aquella exitacion que su cuerpo se comenzaba a preparaba para aquel cercano orgasmo, sin embargo Jungkook al notarlo apartó su mano.

— Aún no — respondió con su voz tan profunda, le encantaba ver a Taehyung retorcerse entre las sábanas por más.

Se alejó un poco tomando aquel botecito rojo en la mesa de noche, tomo un poco y llevo su mano hacia aquel lugar.

— Me encantas Joder — hablo entre dientes preparando aquel lugar sacándole unos suaves gemidos de dolor.

Con tanta ternura beso su frente y mejillas haciendo que su castañito se relajara, no se perdonaría si lastima a su osito, quería que los dos disfrutarán del amor que le estaba haciendo.

Quería hacer que Taehyung experimentará del verdadero placer, hacerlo temblar y pedir por más, había esperado tanto hacer esto cuando lo vió por primera vez.

Pero sin duda de todo lo que había hecho, había disfrutado mucho cuando sus cuerpos se unieron mientras lo bajaba del caballo, se había resistido mucho para no besarlo ahí mismo.

Tenía que esperar.

Pero ahora lo tenía bajo él y no lo dejaría ir nunca.

Y en un rápido movimiento entró su miembro en aquella abertura besando sus labios, él castaño enterró sus uñas en sus hombros con fuerza.

Cuando estuvo acostumbrado, comenzó a darles rápidas embestidas haciéndolo jadear.

Sus ojos se cerraban mientras su boca se abría levemente por oxígeno, estaba disfrutando demasiado de ahora aquellas estocadas.

— ¡Ah.! Jun..Jungkook — gimió en un susurró mordiendo su labio inferior.

Jungkook tomo su cuerpo dándole vuelta para ahora ver aquella hermosa espalda, los glúteos del castaño eran tan redondos y pomposos que no pudo evitar apretar.

Taehyung nunca se había imaginado que pasaría de tomar fotografías y leer mangas, a ser follado duramente por el presidente estudiantil, ahora su novio.

Taehyung mordía las sábanas mientras su cuerpo se movía hacia el frente y atrás, las embestidas de Jungkook aumentaron.

Y en un fuerte gemido los dos llegaron a un fuerte orgasmo, el cuerpo de Jungkook cayó sobre Taehyung besando su cuello.

— Te amo mi osito — susurro besando su cabeza con tanto amor.

Para después acostarse abrazados y dormir profundamente.

Las estoy viendo pecadoras 🧐✨

TATA —