EL PESO DEL SILENCIO

CAPITULO 3 - SANGRE

Narrador Omnisciente

Al día siguiente en Allentown, lo único que se escucha por los pasillos era el triste asesinato del castaño, se escuchó que el chico se llamaba Adrik Wiliams, era hijo único, su madre era enfermera y su papá había fallecido cuando él era solo un niño, pero quedaba la inquietante pregunta ¿porqué lo habían asesinado?

Al pasar los días solo se escuchan rumores, que lo habían asesinado para robarlo, que tenía enemigos, que vendía sustancias tóxicas y no las pagó, pero solo eran especulaciones.

Estaban todos en uno de los pasillos que conectaba con la rectoría revisando una tabla de notas.

-¿Podemos ayudar a resolver su asesinato? -preguntó D'angelo en un susurro -.En Italia nunca sucedió nada interesante, mis papás nunca me dejaban ir más allá de sus ojos, por esa y muchas razones decidí venirme a Pennsylvania.

-Es muy arriesgado -comentó Lú no podemos involucrarnos en cosas que no nos importa, para luego salir perjudicados.

-¡Noo! No podemos meternos en problemas -dijo Dann -.Si mis papás se enteran me enviarían devuelta a Italia con la Nana.

-Son unos miedosos -comentó April en un resoplido, mientras cerraba su casillero -.Nadie tiene que saberlo -puso los ojos en blanco.

Saliendo de clases todos se dirigían al estacionamiento, solo hablaban y sonreían al caminar la tarde estaba fresca las hojas de los árboles caían ya casi se acaba el otoño y ya se sentía el cambio de clima.

-Vamos al cine -invitó el italiano, mientras sonreía y observaba a Lú.

-claro tenemos que avisarle a papá -dijo Dann mientras sacaba su celular.

-Dann puedes llamar a mamá y decirle que estaré con ustedes para que no se preocupe -dijo Lú mientas se colocaba un hermoso labial rojo.

-Yo no podré ir lo siento -comento Izzie mientras se despedía -.Tengo consulta en una hora.

-Consulta de que -preguntó la rubia mientras la miraba fijamente -.No sabíamos que estabas enferma.

-Consultas de rutina, ya saben como es mamá -contestó con un poco de nervios.

Y antes que pudieran volver a preguntarle algo salió del estacionamiento casi corriendo para tomar un taxi todos la observaban con sumo cuidado anotando cada movimiento.

-Bien chicos, ¡vamos! -propuso Dann sacándolos a todos de sus pensamientos.

Los chicos estaban seguros de que algo sucedía desde que comenzaron las clases Izzie solía ser nerviosa, pero ahora lo estaba más, no hablaba casi, su mente siempre estaba en otro lugar, pasaba largas horas fuera de sí, no quería estar sola, pero tampoco participaba tanto en las conversaciones, era como si su cuerpo estuviera allí pero ella no, estaban seguros de que algo le pasaba, sabían que había algo más.

Saliendo del cine, los chicos escucharon de casualidad hablar a unos oficiales que estaban en una cafetería en el centro comercial, hablaban sobre la muerte de aquel castaño, era extraño habían pasado un par de semanas y aún no descubrían la causa del asesinato ni mucho menos el culpable.

-No la autopsia no arrojó nada -comentaba un oficial mientras tomaba un sorbo de su café.

-Es muy extraño -comentó el otro oficial -.El patólogo dice que supieron asesinarlo sin dejar huellas, ni del implemento utilizado para asesinarlo, solo saben que no fue con un cuchillo.

-Vamos a la escena del crimen, quizás se les olvido revisar algún lugar -propuso mientras se ponían de pie para marcharse.

-¡Vamos chico, vamos! -exclamó el italiano mientras salía del centro comercial a pasos apresurados pero cuidadosos.

Iban camino al lugar, eran alrededor de las 10:00pm la noche estaba oscura no habían estrellas iluminando el inmenso cielo, y solo unos cuantos autos que alumbraban la carretera, los chicos aparcaron el carro a una distancia prudente de donde estaba el pequeño lago, mientras los oficiales revisaban la escena del crimen, los chicos se escondían detrás de unos árboles que daban esa imagen a un pequeño bosque, al cabo de un buen rato, los oficiales se marcharon tampoco habían encontrado nada.

Los chicos se acercaron al lugar a revisar pero nada, tampoco consiguieron nada, ni huellas, ni objetos, solo había sangre seca. Lú miraba el lugar con mucha atención centrándose en cada detalle que allí había.

-A ese chico no lo asesinaron aquí -comento con cierta duda.

-No a él lo mataron en otro lugar y lo trasladaron aquí -comento D'Angelo.

Lú se acerco al otro lado del lago para observar con más detenimiento, en ese momento noto que algo flotaba en el.

-¡Oigan vengan a ver!-exclamó la chica en un pequeño grito.

Había un pedazo de tela azul, buscaron un palo para sacarlo a la orilla y así notar que el trapo tenía sangre.

-¡No lo toquen! -exclamó April -.No queremos que nuestras huellas queden allí, y tengamos que rendir muchas explicaciones.

-El día que encontraron a Adrik muerto vestía de rojo -expreso Dann recordando ese día -.¿Entonces a quien pertenece ese trapo azul rasgado y lleno de sangre?

La intriga y el miedo se sentía, había tensión en el grupo, decidieron irse pronto, ya se hacía muy tarde y Allentown ya no era un lugar seguro. Mientras se dirigían al carro, Lú sentía una mirada fija en ella, D'Angelo no sabía disimular lo mucho que ella le gustaba.

-Fuego -llamó el italiano obteniendo la atención de la pelirroja -.Se que no es el momento indicado ni el más romántico -le decía mientras rascaba su cabeza con nervios -.Pero ¿quisieras aceptarme una invitación a cenar mañana?

Lú sonrió disimuladamente, aunque quisiera negarlo ese chico le gustaba

-Claro, pero no te ilusiones mucho, los chicos como tú no me atraen, pero me caes bien -comentó ella mientras le daba la espalda para seguir su camino.

-Nunca digas cosas de las que te tocará retractarte -le susurró al oído -.Puedo llegar a enamorarte tanto que podrías morir de amor por mí.

Allí quedó ella paralizada, luego de haber escuchados esas palabras, no sabía si debía enamorarse o debía tener miedo. Cuando llegaron al auto la situación se volvió peor de lo que ya estaba,
En el vidrio trasero del auto, había un mensaje con sangre.

*los estoy observando*