EL PESO DEL SILENCIO

CAPITULO 13- LA LLAMADA

Dicen que la vida es dificil, y tienen razón.
Pero más difícil es tratar de vivir tu día a día con alguien acechando, que te acosa, abusa de ti y no puedes decir nada porque las cosas serían peores.

Y allí está Izzie Casper observando un punto específico, aquel  columpio donde antes estuvo ese hombre, no habían pensamientos, no habian acciones, no había nada..

Izzie dejó caer su taza derramando toda la bebida, él le sonrio sacudiendo su mano en saludo,  camino lentamente y con cada paso el corazón de ella se aceleraba, aunque intentara ser valiente era casi imposible.

—Hola pequeña—saluda sin dejar de sonreír—. ¿Permitiras que esos chicos sigan investigando y descubran quién soy? Nuestro juego acabaría

—claro que si  y espero que encuentren todo lo que buscan—ella grito y escupió para abajo donde él estaba parado—. Me das asco eres un maldito idiota

—no no no—chasqueo su lengua—. Esas no son palabras para una señorita si mamá te escucha se molestará mucho

—pudrete—vuelve a escupir
—Me iré pero seguiré tus pasos y los de tus amigos, no quiero que las cosas se compliquen ya sabes—hace gesto de ahorcado y se va.

—¿que haces despierta esta hora?—pregunta su papá encendiendo una lámpara

—nada papá no eh podido dormir—responde sin dejar de mirar por la ventana

—ven acá, vamos hablar—se siente y golpea su lado para que ella haga lo mismo

—estoy bien papá si es lo que me quieres preguntar—se sienta a su lado

—te eh notado extraña, ¿me quieres contar que pasa?

—nada todo está bien, solo es el estrés de la uni—responde y se pega a su pecho

—¿sabes que estaré para ti verdad?—le acaricia la cabeza

—¡lo se! Gracias papá

—ahora a descansar, mañana será un gran día—se levanta para retirarse

—¿porque, que hay mañana?—pregunta y frunce el seño

—mañana lo sabrás—besa su cabeza—. Te amo hija—cierra la puerta de la habitación

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—Buenos Días chicos—saluda una profesora de test blanca y cabello negro

—Buenos Días srita Marie—responden los alumnos

—que tienen de buenos—habla Dann entre dientes

—nada, son las 7:00am y yo tengo sueño—susurra lú

Luego de dos horas de clase, se dirigen al patio

—Buenos Días mi fuego—saluda D'angelo con un beso en la mejilla

—hola italino—responde el beso—. ¿porque llegas tarde?

—esa clase me aburre—pone los ojos en blanco

—Mentiroso—Dann bufa y ríe a carcajadas—. Se levantó tarde y le tocó venirse con papá

—traidor—D'angelo lo fulmina con la mirada y sonríe

—Ya desayunaste preciosa—le pregunta a Lú y acaricia su mejilla

—no aún no

—Vamos a desayunar