One Shots Eddie/Venom

2. Eddie Brock. Plan Fantasia.

Contexto: Desde tu llegada a el edificio Eddie ha estado actuando extraño. Más interesado de lo normal.

Advertencias: Eddie siendo un torpe obstinado, mencion de relaciones sexuales y masturbacion *breve y limitada obsecion*.

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Así que, ¿estaba comportandose más psicótico e insistente de lo normal? Probablemente.

Espiando por el mirador de la puerta, aparcando los segunos para que atravesaras ese rincon de pavimento desgastado, y tres y dos y uno. Tu menuda y extravagante figura se hizo en el indecoroso pasillo, tu maletín colgando del hombro, tu cabello recogido en una coleta alta y tu traje perfectamente alisado.

Un andar seductor que lo desarmaba antes de recordar como respirar con normalidad.

-Te estás poniendo rígido ¿por qué no solo te acercas y la tomas como tanto ansias? Ya estoy harto de tus automasturbaciones- Venom insinuando.

-Shhhh- contesto Eddie, demasiado ensimismado con el meneo de tus caderas al caminar.

Se recargo en el marco, animado con una mejor vista cuando llegaste frente a la puerta de tu apartamento.

-Eddie?- musito un pensativo Venom.

-¿Mhm?

-Me lo vas a agradecer- por supuesto lo siguiente hizo saltar el corazón de Eddie.

Venom se escurría fuera de si para traspasar la madera de su portal. Todo en el vibro con un aire energetico, claramente asustado cuando tiro de la manija y se arrojó sobre la oscura masa del simbionte a mitad de pasillo.

-Por Dios ¿se encuentra bien?- preguntaste sobresaltada.

Aquello estaba lejos de ser algo usual, no todos los días vez a un hombre arrojándose al suelo como si este le adeudara algo.

-De maravilla- contesto el, incapaz de alzar la mirada.

-Dejeme ayudarlo- y antes de que pudiera replicar u hacerlo por su propia cuenta te inclinaste para tomar su brazo y tirar de el.

Le resultaría imposible describir cuántos efectos provocaste con aquel insignificante tacto, no serias conciente de todo lo cosechado respecto a ello.

-¿Esta herido?- sabias que las probabilidades de un daño mayor eran nulas, aún así decidiste hacer acto de la incalculable educación poseída.

-Dile que si- opino el simbionte, de persuadir al engaño las cosas podrían terminar en positivo para su humano ¿y por qué no? Incluso para el.

-¿Que? No, no voy a mentirle- bramo en un intento por disimular su habla.

-¿Perdon?- no fue la respuesta que esperabas, pero debía significar su clemencia de estado ¿no?