Capítulo 13: Motivo

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Todo el mundo debería perseguir lo que es auténtico en uno mismo; esa es la manera de tener una larga vida en la música

-Bjorn Ulvaenus



Dios mío, la cabeza me quiere estallar, pero aun así tengo las clases por lo que paso la mayor parte del tiempo cerrando los ojos. ¿Por qué estoy tan mal cuando ayer todo era risas y diversión? No pensé que pocos mojitos que bebí ahora me estén pasando factura de una manera tan horrible. Cuando la clase acaba me marcho a mi habitación y cierro los ojos buscando descansar antes de comience la clase que tengo con Inuyasha.

Descanso poco, pero al menos es algo. Eso me da un poco de energía y aun con resaca, mi sonrisa no cae cuando veo a un chico colocarse un violín en el hombro antes de tocar, hay una chica que comienza a llorar antes de arrojarse a sus brazos, la escena es muy bonita. Juro que solo me detengo algunos 2 minutos, pero cuando llego a la clase de Inuyasha la cara que tiene me lo dice todo, por suerte no me cierra la puerta en la cara y me deja entrar.

La cara se me pone roja al él mirarme, puedo recordar perfectamente la manera en que apretujé sus mejillas, sin embargo, lo que no deja mi mente fue su sonrisa, sus palabras y el cómo llegamos a la academia.

Inuyasha cuidó de mí, aun cuando hice el ridículo vomitando

El gesto fue tan bonito que aun cuando me encuentro avergonzada por la bochornosa situación, solo puedo sonreír como tonta.

¿Qué me está pasando?

La clase comienza y es una suerte que hice todos mis deberes porque Inuyasha es muy estricto con su clase, todos pensaron que como es joven él no pensaría mucho las cosas y simplemente aprobarían la materia, pero se han equivocado totalmente, porque el albarino de mirada dorada es muy inteligente y se expresa bien, sabe de lo que habla y no nos la pone fácil a la hora de hacer investigaciones del tema, es muy analítico y al primero que le participa en clase diciendo lo mismo que encontró en libros e internet, le pone un alto y explica él, porque le gusta que de lo que investigamos lo interpretemos. La música es interpretación e Inuyasha quiere que nos demos cuenta de eso.

La clase acaba y soy lenta en recoger mis cosas, sin embargo, él es rápido porque sale a paso veloz impidiéndome darle las gracias por todo lo que sucedió anoche. Suspiro pasando las manos por mi pelo, una vez más mi corazón late de manera apresurada, porque recuerdo lo del salón de ensayos, la cercanía, la melodía, su voz, la intensidad del momento.

—Estoy loca—es todo lo que digo yendo a mis clases del día, gracias a una pastilla que Kikyo me da cuando le comento que me arrastro por la vida por a la resaca, estoy como nueva, parece mágica. Es por eso que llego temprano a la sala de ensayos. Como era de suponer está vacía por lo que entro dejando mis partencias mirando el piano, queriendo que otro momento como ese vuelva a ocurrir.

Casi nos besamos

Muerdo mi labio inferior jugando con mis manos, porque me siento de pronto nerviosa y torpe. Yo no actúo así, esta no soy yo y...

—Pensé que Inuyasha estaba aquí—la voz de un chico me hace elevar la mirada hacia los ojos azules que me observan desde la puerta. Es Koga, un artista muy famoso del momento, lo sé porque tengo muchas de sus canciones en mi teléfono además de ser a lo que Kikyo y yo aspiramos, un hombre que lo ha logrado.

Recuerdo verlo ayer, pero la verdad mi yo ebria estaba más enfocada en el chico de sonrisa bonita que tiene ojos dorados y es tierno cuando su coraza se tambalea un poco.

—Debe estar por llegar—comento con una sonrisa, él entra observando todo con las manos metida en los bolsillos de su pantalón.

—Eres Kagome Higurashi, te recuerdo, interpretaste un tema muy profundo y fuerte—susurra—tiene potencial en la voz, Inuyasha capturó muy bien tu voz en esa canción—lo miro con asombro.

Sigue el ritmo de mi vozWhere stories live. Discover now