🅲🅰🅿🅸🆃🆄🅻🅾 🆅🅴🅸🅽🆃🅸🆃🆁🅴🆂

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—¿Estás mejor? De a poco nos iremos acercando al chico para poder confirmarlo.

H: me separé y limpie mis mejillas para asentir.

-tu hermano siempre me cae mal.

Puchero después me separé para ver al chico.

-hey... Que hiciste para que te pusiera este hechizo?

Z: Reí suavemente observándola con ternura.

—Te corrijo, nos cae mal.

Quité mi mirada del libro para observarla.

—Bueno... es que llegamos a una discusión, todo empezó desde mi anterior trabajo... sinceramente es una historia larga.

H: puchero y lo mire con atención.

-podemos escucharla, Necesitamos saber todo para poderte ayudar y librarte de ese tipo.

Hablé "enojada" pero parecía más un berrinche.

En este momento si me avergonzaba más de mi pasado, hubiese querido tener dinero y no haber tenido que trabajar de esa manera.

—Es que... no me gusta hablar de eso...

Murmuré y la miré un poco temeroso, todo aquel carácter y soberbia que tenía, pareciera a ver desaparecido cuando ellos aparecieron aquí, ahora recordando cada palabra ofensiva por mi trabajo la sentía como un puñal en mi corazón.

H: asiento y mire a mi esposo.

-bien no te preocupes, a su tiempo lo dirás.

Suspiré y lo mire.

-Puedes hacer un poco de espacio por favor.

—Está bien... gracias por entender...

Asentí he hice lo que ella me dijo.

Z: ¿Y sí aquel chico si es el hijo de mi esposa? Hades debe de arrepentirse de lo que le está haciendo, puede estar cometiendo un grave error.

H: suspiré y mire a mi esposo.

-Gracias.

Empecé a preparar todo para romper el hechizo.

-te toca.

Mire a mi esposo.

En ese momento no sabía que hacer, de verdad parecía que estuviese drogado, ¿de verdad tenía a dos dioses en mi casa?

Z: Asentí y empecé con lo mío, algunas cosas de aquella biblioteca caían pero al terminar todo ya volvió a su lugar.

—¿Ya?.. Muchas gracias.

Les sonreí e hice una pequeña reverencia.

H: sonreí y mire al chico.

-te dejaremos solo unos días y volveremos a ver si el hechizo ya fue revertido okey?

Acaricie su mejilla.

-estas muy pálido.

Preocupada.

—Está bien... muchas gracias de nuevo por su divina ayuda.

Joder, su caricia en mi mejilla es lo más suave que he sentido, llena de amor y ternura, me sentía como un pequeño conejo inocente mientras que miles de imágenes distorsionadas como recuerdos pasaban por mi mente.

—S-sí... no se preocupe, Diosa Hera.

Z: —Bueno, entonces si necesita algo más, no dude en comunicarse conmigo o mi esposa, ahora necesito hacer cosas pendientes.

El GRAN SECRETO DE AMOR (PROCESÓ)Where stories live. Discover now