Oculto en la galaxia

Alderaan

"Despierta, Obi-Wan. Tus hijos te necesitan. Él te necesita."

Apenas era un susurro en su inconsciencia, un murmullo en el vacío, pero Obi-Wan estaba tan cansado, su alma agonizaba y no había nada que lo anclara a la vida.

"¿Está segura, sanadora Che? Eso es... Yo... ¿Cuánto tiempo?"

"¿Estás segura, maestra Che? No sé, quizá me confundí. Pero es que sentí dos pequeñas y tenues firmas en la Fuerza. De igual manera, aún es muy pequeño para que su firma pueda sentirse en ella."

"¡Oh, Anakin! Sé que te sientes excluido por mí, pero todo tiene una explicación."

"Te amo, Anakin. Eres mi más hermoso apego."

"Me entrego al lado oscuro, Lord Sidious. Quiero ser tu aprendiz, maestro."

"Basta, Anakin... Nos haces daño..."

"No puedo seguirte."

"Él asesinó a los padawans y maestros Jedis, incluso a los niños."

"¡Te odio!"

"Es un varón."

"Una niña."

"¡Te odio!"

"Lo amo, maestro."

"¡Te odio!"

"Despierta."

El sol se alzaba en los cielos de Alderaan anunciando el comienzo de un nuevo día. Los calurosos rayos entraban por la ventana, el sonido de una máquina le llegó a los oídos. Abrió lentamente los ojos, la claridad lo cegó por un momento, pero pronto se le permitió ver un poco más. Se llevó una mano a la cara e intentó retirar la mascarilla que le proporcionaba oxígeno; sin embargo, sus músculos apenas le respondían. Recorrió la habitación en la que se encontraba con la mirada; paredes blancas y unos pocos instrumentos médicos. Un droide se encontraba registrando información en un holonet, hizo el intento de hablar pero ninguna palabra salía de su boca, culpó a la incómoda máscara. Cuando pensó que nadie notaría su despertar, la máquina que se encontraba a su lado, emitió una serie de sonidos que alertó al droide, este alzó la vista de su dispositivo y vio al hombre despierto. Se apresuró a unirse a él.

_ Maestro Kenobi, por fin despertó.

El hombre de cabello cobrizo, parpadeó un par de veces, señaló la mascarilla y el droide le ayudó a quitársela.

_ Agua _ logró decir después de un momento.

El robot lo ayudó a darle un pequeño sorbo al vaso de agua, que él mismo le sirvió de la jarra que se encontraba en la mesa al lado.

_ Creímos que no despertaría, maestro Kenobi. He enviado ya un reporte al maestro Yoda de su mejoría.

Kenobi alzó una ceja, su rostro denotaba confusión.

_ ¿A quién? Yo... ¿Qué hago aquí? ¿Quién es el maestro Kenobi?

[...]

A unos metros de distancia del ala médica, el senador Bail Organa, degustaba de un rico desayuno junto a su esposa, la reina Breha.

_ Estaba pensando _ la dama limpió la comisura de sus labios _ ¿No crees que ya es momento de ponerles un nombre a los gemelos? Quizá Ashora sería un nombre adecuado para...

_ Breha _ el senador dejó caer su cubierto de manera violenta _ Ya hemos hablado de esto. Esos niños no nos pertenecen. Cuando Obi-Wan despierte...