Contigo hasta los confines del Universo

Capítulo 1

Anne

La sociedad nos obliga a ser mejores cada día, a encontrar esa parte de ti que te convierta en una persona extraordinaria, nos desafía a cambiar, a ver horizontes mejores y adentrarnos a lo desconocido.

Pero a veces puede ser demasiado cruel 

Porque si triunfas, es el triunfo de todos y te lo celebran, pero si fracasas, la derrota es solo tuya, y nadie se acuerda de ti

Aunque no lo demuestres, muy dentro de ti surge el miedo, porque crees que no eres suficiente, aun sabiendo que lo estás dando todo.

Y para nuestra mala suerte, creemos que el problema está en uno, cuando la realidad es que nos educaron a ser mejor que los demás.

Mis padres tienen un doctorado en Investigación, Christopher mi hermano mayor, se graduó en la Universidad de California con honores, Erick el mediano, ganó una beca para continuar sus estudios de posgrado en Francia, y yo estoy aquí, frente al computador portátil esperando a que llegue en mi correo la carta de aceptación. 

Sintiéndome insuficiente para entrar a alguna de las universidades en las que presente examen hace un mes.

Las manos me sudan, el estómago se me revuelve y tengo esa asquerosa sensación de querer vomitar todo.

Mi primera notificación llega y no puedo evitar sentir nervios al leer que es por parte de una de las universidades

Trato de relajarme, tomo un trago de agua y abro el email solo para darme cuenta de que he sido rechazada.

No puedo evitar sentirme fracasada y al mismo tiempo sentirme apenada por mi familia, por ser una vergüenza y la deshonra de mis padres.

Mis hermanos solo presentaron un examen y fueron aceptados.

Pero yo estoy aquí sintiéndome inferior, lo peor de todo es que mi familia no sabe que presenté 4 exámenes en diferentes universidades

Tampoco saben la carrera que elegí, porque estoy segura de que desaprobaran mi elección, como siempre lo hacen.

Recuerdo haberles dicho que todo sería sorpresa para que no me atormentaran con más preguntas de mi futuro.

Todos dijeron que confiaban en mí

¿Cómo le explico a dos investigadores, un médico cirujano y un físico matemático que decidí ser profesora?

Mi madre insistía en que estudiara en Houston, mi padre en Monterrey, mi hermano mayor en California y Erick que me fuera con él a Francia.

Considero que ser Profesora es una de las profesiones más nobles y hermosas que pueden existir, el simple hecho de compartir tus saberes con alguien ya es un acto maravilloso.

Pero, aunque yo piense que no me equivoqué al elegir, dudo que mis padres piensen lo mismo.

Lo sé, los conozco.

Siento que los defraude, que querían que fuera como ellos, y aun no sé cómo decirles la decisión que tomé.

Mis pensamientos se encuentran distraídos cuando llega una segunda notificación de otra universidad y lamentablemente también me indican que he sido rechazada.

De alguna forma sabía que me rechazarían en ambas universidades, porque el examen había sido el mismo día, solo recuerdo haber contestado el primer examen lo más rápido que pude, atravesar la caótica ciudad, y con menos de dos horas contestar el segundo examen que había entregado a medio resolver.

Mi celular comienza a sonar y contesto inmediatamente la video llamada

—¡Feliz Dia de la Aceptación! —Me felicita Erick y su novia