Se dice que en la clase 1-A de la U.A hay estudiantes sobresalientes, los problemáticos y los famosos.
Pero nadie esperó que el centro de atención recayera en Ochaco Uraraka, la chica gravitacional quien no solo es novia de un chico de su misma cl...
Este capítulo está dedicado a Daineerys por su cumpleaños y también porque es una lectora que siempre está al pendiente, así que la quiero mucho. PD: Que pases un feliz cumpleaños, miamor y que disfrutes el capítulo.❤️✨
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Ochaco despertó cuando sintió unos labios en su mejilla y cuando entreabrió los ojos se encontró con el pecoso y el bicolor.
No sabía en qué momento se había quedado dormida.
—¿Acaban de llegar? —Se incorporó, soñolienta. Se restregó los ojos cubriendo su boca por el bostezo.
—Si. —Todoroki acarició su boca, depositando un tenue beso—. Estás muy cansada.
Su voz se elevó en la última frase y los ojos de diferentes tonalidades se centraron en el rubio cenizo que recién había salido del baño.
—¿Ah? ¿Por qué me miras así? —Bakugo se tragó todas las maldiciones que había en la punta de su lengua.
—La agotaste. —La respuesta del mitad peliblanco fue seca.
—Bueno, ¿qué demonios te importa? Es mi jodida novia.
—Nuestra. —Corrigió Todoroki, inalterable. Volvió a centrarse en la pequeña castaña en la cama—. Midoriya trajo comida, come bien. No te saltes las comidas.
Ochaco sonrió. Al parecer sus novios habían descubierto que no comía como debería.
El peliverde en cuestión la ayudó a sentarse, apartando los mechones castaños de su frente.
—O-Ochaco...¿estas bien? —Nervioso y preocupado Izuku analizó el gesto de dolor en la expresión de Uravity—. ¿Donde es doloroso?
Bakugo gruñó, molesto.
¿A caso lo toman por una bestia?
—No es nada, solo un poco adolorida. —Ochaco negó de inmediato.
—Ah. —Midoriya enrojeció entendiendo, era obvio que kacchan había sido rudo, incluso Todoroki entendió con solo ver la ropa esparcida por el suelo cuando entraron a la habitación.
—Umm...¿qué pasó con Shinsou? —La fémina dudó al preguntar. No estaba segura si era un tema que ellos quisieran abordar aún, más por Bakugo.
Shoto ladeó la cabeza, inexpresivo.
—¿Es importante? —Interrogó con frialdad.
Ochaco parpadeó.
Vaya, ¿ahora que hizo mal?
—Shoto, ¿no te gusta Shinsou? —Para la morena era sorprendente, tal vez el bicolor fuera indiferente ante las personas, pero no parecía alguien a quién le disgustara la gente solo porque si.
