CAPÍTULO 20

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Sus irregulares respiraciones eran el único sonido en toda la casa.

Minutos antes, Celina se había corrido sobre Andy. La muchacha estaba avergonzada, era la primera vez que hacía algo así. Pero no podía negar el inmenso placer que le había causado.

–Creo que debería ir a cambiarme–le dijo a Andy estando aún sobre él

–De acuerdo–no podía apartar los ojos de ella y contemplar lo bonita que se veía tras ese orgasmo

Celina trató de ponerse en pie y lo logró con éxito. Subió aprisa las escaleras y una vez estuvo en su cuarto se aseó y puso nueva ropa interior. Fue entonces cuando las piernas le fallaron y se quedó sentada en el piso con la cara roja mientras procesaba lo ocurrido.

Andy, por otra parte, al final acabó en el baño tratando de aliviar cierta parte de su anatomía que a diferencia de la de Celina, no se había podido liberar.

Media hora después se reencontraron en el laboratorio

–El escáner está completo–informó Andy–Pero antes de verlo quiero hablar sobre lo que acaba de pasar–

–Andy..– le advirtió Celina pero él continuó

–Celina. ¿Tú te sientes a gusto conmigo?–

–Sí, claro que sí–

–Yo también me siento a gusto contigo– la tomó de las manos– Escucha no, no estoy acostumbrado a ser un chico delicado vale. Tú conoces de dónde vengo. En las calles no hay delicadezas ni siquiera a la hora del sexo. Pero contigo–puso una mano en su mejilla–Yo solo no quiero hacerte daño– ella le dio una pequeña sonrisa– Por eso necesito que sepas lo peligrosa que es tu actitud retadora y orgullosa en este campo conmigo–

–Andy por favor– puso los ojos en blanco y rió

–Celina– le dijo serio–No es broma. Yo sé hasta dónde puedo ser pícaro contigo sin asustarte, pero tú no sabes serlo sin calentarme la bragueta. Y no es porque sea algo malo. Es que toda tú es una tentación para mí. El más mínimo desliz que me entregues lo tomaré por completo. Porque soy un joven de 21 años y aunque tú seas un grifo, en este campo, yo soy capaz de devorarte–

Celina no era tonta, comprendía lo que Andy le estaba diciendo.

A pesar de ser una chica virgen de 19 años, no estaba tan verde como para no saber lo que eran las relaciones sexuales.

Las jóvenes siempre describen aquello como algo pasional y exquisito que disfrutan sin reservas. Pero ¿A quién querían engañar? La primera vez siempre sería dolorosa. Es una de las tantas cosas que no se puede evitar. ¿Que en las próximas repeticiones del acto habría disfrute y exquisitez? Solo lo sabría una vez lo hubiese probado.

Andy siempre se contenía por ella y Celina lo sabía. Ella también retenía sus impulsos.

Con el pensamiento en que de todos modos tendría que ocurrir en algún momento y de que no quería entregarle aquello tan especial a otro que no fuera Andy, lo tomó por la barbilla e hizo que la mirase a los ojos

–Entonces hazlo–el muchacho abrió los ojos como platos pero ella continuó–Devórame, fóllame, sométeme. Soy tuya–

–Y yo soy tuyo mi amor– acunó aquella carita entre sus manos y le dio el beso más romántico nunca antes visto.

La máquina sonó de nuevo informando por segunda vez que el escáner había terminado.

–Hora de los resultados– sonrió mirando a su compañero

–Hora de los resultados– confirmó y desplegó la pantalla– Criatura mitológica: la Mantícora. Similar a la quimera y la esfinge. Híbrido mitológico que posee cuerpo de león, cabeza humana, alas de dragón o murciélago y cola de escorpión. Se le conoce por su fama de: devora hombres, aunque no se trata de uno de los seres más inteligentes. Son consideradas criaturas malvadas y su predilección por la carne humana las hace altamente peligrosas.–

–Acertado al 100%–

–Pues sí. Y nuevamente– dejó la gema junto a las otras–Una más para nuestra colección– sonrió

–Hoy estás muy alegre y bromista ¿o son ideas mías?–lo miró divertida encarando una ceja

–Bueno amor, no todos los días te corres por primera vez sobre mí–

–¡Andy!–lo regañó avergonzada

–Dime– sonrió mostrando todos los dientes

–Malo–se acercó con un puchero y le tomó los labios con los suyos– Que sepas que pienso vengarme–  colocó su mano en el miembro de este por encima de la ropa

–Yo que tú no lo haría hoy–le advirtió– Ya se tuvo que desahogar una vez en el baño. No hagas que repita esa tortura–le pidió

–De acuerdo. No por hoy–

–Umm?–se relamió los labios– Por hoy. Eso me gusta.–

–Anda vamos a comer–

–A la orden jefa–

Sonó el despertador a las 9:00 am

–Cariño- despertó a Celina con un beso mientras apagaba el reloj– Es hora de levantarse–

–¿Ya amaneció?– preguntó aun medio dormida

–Ay que linda se ve mi bebé cuando despierta– le robó otro beso– Pero mejor mueve ese lindo culo al salón de entrenamiento que hoy nos toca práctica–

–Tienes razón–dijo mientras se sentaba en la cama–  Arribaaa– pero luego volvió a dejarse caer sobre esta

–Oye, oye. –le protestó– O te levantas o..–

–¿O qué?–

–Tan osada como siempre– levantó las manos–Bien, tú lo has querido–

Andy comenzó a hacerle cosquillas a Celina, lo cual era muy fácil ya que su compañera tenía demasiadas

–¡¡Para, para!! –decía entre gritos de risas. Andy se detuvo

–¿Lista para entrenar?–

–Ok, ok– y esta vez sí se levantó de la cama

El resto del domingo lo pasaron entrenando por la mañana y en la tarde viendo películas.

Celina había mejorado sus sentidos en el entrenamiento. En la lucha cuerpo-cuerpo con Andy no se había vuelto a caer. A esas alturas podía mantener el ritmo.

Luego de semanas de entrenamiento había obtenido resultados favorables y su cuerpo los demostraba no solo con los buenos reflejos, sino también mediante la memoria muscular. Además descubrió que  su gema de poder no desaparecería hasta que ella así lo quisiese o no pudiera mantener las energías para activarla.

Ya era lunes y Andy había partido para el trabajo mientras Celina se ocupaba de lavar la ropa.

Una vez llegó al hospital fue llamado a la dirección.

–¿Ocurre algo señor?– le preguntó al jefe

–No doctor. Todo lo contrario– respondió al amable señor de aproximadamente 60 años

–¿A qué se refiere?–

–Como usted sabe, nuestro centro es para las personas que no pueden pagarse uno mejor, pero aun así damos nuestro mejor servicio. Estamos conscientes de que usted no tiene título universitario, pero dada la falta de personal para atender a los enfermos y el asombroso talento que posee para la medicina, decidimos otorgarle el puesto que ocupa–

–Y no tengo forma de agradecérselo señor. ¿Pero adonde quiere llegar?–el abuelo sonrió

–Corwin. Ya llevas trabajando con nosotros varios años y no he visto que en ningún momento que te tomes algunas vacaciones. Así que me tomé la libertad de hacerlo por ti–

–Pero señor..–

–No repliques hijo. Te agradecemos mucho tu entrega para con este lugar. Pero la vida es más que solo trabajo– ambos sonrieron– Toma– le entregó una tarjeta–Esta es una llave para la habitación 115 de ese hotel tan bonito que está junto al mar–

–¿¡Cómo?! –se sorprendió– Pero señor ese lugar es muy caro y..–el anciano levantó la mano

–Considéralo un regalo de navidad, año nuevo y todas las vacaciones que desde que te contraté no te he visto disfrutar– pone una mano en su hombro–No me gusta meterme en la vida de mis colegas de trabajo, pero se comenta que  andas recientemente con una belleza. ¿Es cierto?–

–Sí señor- sonrió orgulloso–Soy afortunado con la pareja que tengo–

–Entonces no se hable más. Sino lo quieres hacer por ti hazlo por ese bombón de muchacha– volvió a sentarse en su silla– La vida es corta pequeño. Acabará antes de lo que piensas. Aprovéchala–

–Gracias señor–

Muy agradecido con su jefe, Andy salió de la dirección y comenzó su jornada de trabajo.

Una vez que volvió a casa, se encontró a Celina fregando unos platos mientras escuchaba música. Se le acercó por detrás y le quitó los audífonos. Ella se volteó y compartieron un tierno beso

–¿Qué tal tu día en el trabajo?–se interesó

–Empaca tu traje de baño y un poco de ropa–le sonrió

–¿Por qué?–

–Mi jefe me ha dado un regalo en compensación de las vacaciones de todos los años que llevo trabajando allí y nunca  había utilizado. Nos vamos 2 días a un hotel–

–¡Yeiiiii! –exclamó Celina y se tiró a sus brazos dándole un fuerte abrazo–¿ Cuándo nos vamos?–

–Mañana–

Portadores de gemas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora