CAPÍTULO 22

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Las olas rompiendo en la orilla, el olor de agua salada, la brisa del mar. Perfección. La playa ocupada por el Aguamarina era hermosa.

Cuando en esta estuvieron, Andy y Celina reservaron una sombrilla y dos asientos.

La muchacha probó todo cuanto encontró, desde el concurso de malteadas playeras hasta montar sobre una barca banana.

-¡Eso fue divertido!-le dijo a Andy mientras llegaba a su lado luego del paseo

-¿En serio?-la miró mientras se quitaba las gafas de Sol- La mayoría de la gente grita en esa cosa. Pero tenía que gustarle a mi chica- sonrió

-¡¿Eh?! ¿Qué quieres decir con eso?- infló los cachetes y frunció el ceño

-Que eres valiente y especial-la besó- Voy a nadar-se puso en pie y dirigió hacia el mar

Celina contempló su espalda, dura. Las chicas también lo observaban babeantes y frunciendo el ceño nuevamente pensó:

-¿Qué tanto miran malditas?- se preguntó-Aparten la vista. Es mío, maldita sea- se cruzó de brazos y su chico se perdió bajo el agua.

Andy disfrutaba de la tranquilidad que le brindaba el fondo marino. No se oían ruidos y sentía como si el mar se llevase todo lo que le inquietase.

Pasaron unos minutos hasta que por fin salió del mar.

Si antes de meterse era una tentación para todas las mujeres de la playa, pues al salir se convirtió en algo irresistible.

Su mojado pectoral y el bañador pegado a su piel, en especial a aquel miembro que lo hacía tan viril, ganaron suspiros y miradas lascivas por parte de las muchachas. La perdición de todas, incluida Celina, fue cuando Andy se pasó la mano por el cabello para apartarlo de su cara.

Con ese acto no solo se tensaron sus músculos, sino que su bañador se bajó un poco. La cara que tenía era tremendamente sexy.

-Ya no aguanto más- dijo Celina mientras se ponía en pie dispuesta a ir a por su chico.

En un parpadeo, Andy estaba rodeado de un grupo de tres mujeres que le preguntaban de donde era y su número de teléfono para quedar un día.

-¿Y cómo te llamas encanto?-le preguntó una mientras se inclinaba para pronunciar su pecho y le guiñaba un ojo

-Andy- respondió frío y nada interesado por esa mujer que encontraba incordiante.

-Aww. Qué nombre tan hermoso- comentó otra

-Solo es un nombre- le quitó importancia

-Uno muy bonito-agregó la tercera- ¿Quisieras...-

-Mi amor-dijo Celina mientras aparecía de repente y tomaba los labios de Andy.

Le dio un apasionado beso y lo posicionó dejándolo de espalda a las mujeres, de modo que ella las podía ver.

Mientras lo besaba abrió los ojos y las miró con el ceño fruncido. El mensaje era claro: "Es mío. Aléjense". Transparente declaración de propiedad.

Una vez que finalizó al beso se volteó hasta las mujeres y con mirada frívola les preguntó

-¿Necesitáis algo?-

-Eh.. no que va .Nosotras ya nos íbamos-y se perdieron.

Celina sonrió triunfante. Cuando miró a Andy notó que este también sonreía, pero con picardía

-¿Celosa?-

-Sí- admitió para sorpresa de él

-No necesitas estarlo- la tomó por la cintura

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