[...]
- No me puedo creer qué estemos en esta situación tan absurda, no tiene sentido. No debería estar cerca de Eren, es un peligro para él. - bufó molesta Mikasa mientras sacaba filo a un trozo de madera con una navaja, solo por ociosidad.
- No creo qué sea un peligro, piénsalo, nos dijo qué domina el poder para controlar a los Titanes. De ser un peligro, ya habríamos sido asesinados. - intento razonar con ella el chico rubio, mientras acariciaba el hocico de su caballo. - ¿No crees qué de haberlo querido nos hubiera matado en el bosque en ése momento?
- A no ser de qué quisiera acercarse a nosotros y parecer inocente, para hacerse de las suyas después.- maldijo la contraria clavando con fuerza y velocidad la navaja en la madera.
-Dios... - suspiro con cansancio el muchacho de ojos color cielo.
Ambos amigos quedaron enlazados por un silencio un tanto incómodo y lúgubre, mientras el viento tenue revolvía sus cabellos, en lo qué era un seco medio día.
- La verdad... Siento lastima por esa chica. - dijo al cabo de unos minutos Armin. - Se ve cómo una persona muy fuerte... Aunque la fortaleza puede nacer de muchas formas... - los ojos oscuros y brillantes de la pelinegra se unieron con las orbes resplandecientes y azulinas del muchacho. - Su mirada destrozada dice suficiente cómo para saber qué es una persona qué vive llena de cicatrices. - susurro triste el blondo, desatando las correas al hocico de su caballo.
-Todos tenemos cicatrices, Armin. Esta en nosotros permitir qué los demás las vean o no para ganar su lastima. - respondió fríamente la muchacha mitad asiática, recordando quizás aquello qué no debía.
-Cómo sea, sí creo que hay qué mantenerla vigilada. - continuó el muchacho. - No parece ser una amenaza, pero tampoco quiero arriesgarme y subestimarla. -
-Yo solo quiero proteger a Eren. No permitiré qué le hagan daño... - amenazo la muchacha sacando la navaja de la madera y observándola. - Ése enano no va a quitármelo. - susurro lo suficientemente bajo cómo para qué Armin no la escuchará.
Oh... Sí tan solo Armin hubiese sabido de la amenaza de Mikasa... Tal vez se hubiesen ahorrado muchos problemas.
[...]
-¿Y... Entonces? ¿Q-qué ocurrió? - preguntó Hanji al borde de los nervios, casi tirándose del cabello.
Ansiosa por saber cómo continuaba la historia de su niña, después de qué esta parara por un minuto.- Cuando desperté ya era así. No logro recordar las circunstancias ni los métodos que me volvieron una Titán... Pero sí recuerdo qué sentía y veía todo de manera diferente, era extraño y asustaba, intente de muchas formas liberarme, pero mi cuerpo era demasiado duro y fuerte. Necesitaba ayuda, pero sabia qué sí iba a la muralla, harían algo más qué solo ayudarme a salir... - dijo mirando sus manos.
Rivaille mantenía su silencio innato, prestando atención a cada movimiento efectuado por la menor, era un tema delicado el qué trataban y aún así el mayor Ackerman sentía qué Silver no estaba siendo del todo sincera.
Cuando era niña, era fácil saber qué mentía por sus ojos, siempre miraba a los ojos y estos temblaban sí mentía. Pero ahora no le miraba.
-Entonces decidí esperar hasta la próxima misión fuera de los muros, aún sabiendo de qué podría ser una espera de mucho tiempo. - finalizo la muchacha.
-Mmh... - reflexiono Hanji. -¿Recuerdas lo qué hacías en tu estado Titán?
-Solo algunas cosas. A veces podía pensar algo, pero no lograba concentrarme entre mi mente y lo qué hacia mi cuerpo. Pude haber ido hasta el otro extremo de Maria mientras pensaba en el clima, y no me di cuenta.
ESTÁS LEYENDO
If make you happy
RandomHace cinco años, el Titán colosal y el Titán acorazado atacaron la muralla María, en el distrito de Shinganshina. El joven Eren Jeager perdió a su madre ese día, y juro con su corazón vengarse, destruir a todos los Titanes y liberarse de sus muros. ...