MY CUTE PUPPY [ KIM SEUNGMIN SKZ]

3; "Está bien, vamos a cenar"

Seungmin venía dos veces a la semana a la fundación, a veces ayudaba a asear el área de los perros que convivían con Sally. Él me gustaba mucho y siempre trataba de estar lo más cerca a él, cada que venía era una emoción gigante dentro de mí y ni siquiera entendía el porqué si él nunca me prestaba mucha atención a mí; era muy cortante y seco cuando se trataba de hablar de otra cosa que no fueran los perros o Sally. Pero a pesar de que ignorara cada acercamiento que yo tratara de tener hacía él, me seguía gustando mucho.

— Carter — llamó acercándose a mí.

— Dime, ¿qué pasa? — dije rápidamente al escucharlo.

—¿Sally sigue sin comer? Está más delgada que la semana pasada — dijo mientras la mirábamos a través de la jaula, ella lo miraba atenta moviendo su cola.

— Sally solo come cuando vienes a verla — dije, si él seguía viniendo solamente esos días, los mismos encargados dijeron que ella iba a comenzar a debilitarse poco a poco.

— Realmente quisiera llevarmela — dijo y comenzó a acercarse a la jaula.

— ¿Qué es lo que te lo impide? — dije, siempre mencionaba que no podía pero nunca decía el porqué, no pensé mucho en lo que decía y simplemente lo dije.

— No pensé que lo preguntaras así; a mi padrastro no le gustan los perros — dijo abriendo la jaula para acariciarla — Sé que si la llevo, la golpearía — dijo, él seguía con la vista fija en Sally —..y eso no lo perdonaría otra vez —

— Oh.. Ya veo — fue lo único que pude decir. Él nunca había dado tanta información de él, siempre nuestras conversaciones eran sobre Sally o los demás perros pero nada más que eso.

— Así que, hasta que viva solo podré tenerla conmigo — dijo.

— Espero que lo logres pronto, ella realmente te quiere — dije y él sonrió.

— ¿Solo ella? — susurro poniéndose de pie. — Bien, supongo que debo irme ya — dijo mirando el reloj en su muñeca.

— Seungmin — dije tomándolo de la manga de su sueter.

— ¿Qué pasa? — dijo mirando su sueter y rápidamente lo solté con mucha pena.

— ¿A dónde vas?, ¿porqué vienes con tanta prisa de irte? — dije, debía preguntar. Él sonrió mirando hacia otra dirección.

— Vamos a cenar mañana y te lo explico, ¿qué dices? — dijo con una mirada diferente a como solía mirarme siempre, tenía una sonrisa de lado muy inusual en su rostro. — Piénsalo, vendré mañana temprano — dijo y se dio la vuelta para salir.

— Está bien, vamos a cenar — dije, mi corazón latía muy fuerte y aún no podía creer que eso estuviera pasando, que él me hubiese dicho eso y tampoco podía desaprovechar la oportunidad.

— Bien, te veo mañana por la tarde — dijo despidiéndose con la mano.

Aún no lo podía creer, — ¿Puedes creerlo, Sally? Él me invitó a salir — dije acercándome a la jaula, Sally solo movía su cola; parecía que ambas estábamos igual de emocionadas por eso.

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