5; Anillo De Gato

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Había pasado un tiempo desde ese día en el parque, él cada vez me parecía mejor persona y ya no era solamente en su físico, ahora realmente apreciaba su interior también, lo buena persona que era al acercarse un poco más.

— Carter — llamó Seungmin, quien recién llegaba a la fundación, como de costumbre. Volteé a mirarlo y consigo llevaba una mochila, usualmente no llevaba nada junto a él, obviando la comida.

— ¿Qué trajiste? — dije mirándolo. Él sonrió y miró de reojo la mochila que traía colgada solamente de un tirante.

— Te lo diré luego, ¿puedo hablar con alguno de los encargados? — preguntó, lo cual se me hizo bastante extraño pues siempre que había algún inconveniente optaba por decirme a mí.

— Si, están por allá — dije señalando la oficina aún confundida, él asintió y comenzó a caminar —..pero si necesitas algo, puedes decirme —  comenté alcanzandolo.

— Lo sé Carter — afirmó mirándome directamente a los ojos, lo cual hizo que mi corazón comenzara a latir más rápido, él siguió caminando dejándome ahí.

— Aún no lo entiendo, ¿tú sí? — dije acercándome a la jaula de Sally, quien solo me miraba sin entender nada.

Luego de un rato, finalmente salió.

— ¿Qué pasó? — pregunté al verlo tan sonriente.

— ¿Por qué te importa tanto? — preguntó, pero en su expresión no había nada más que una sonrisa. ¿Debía tomarlo mal?

— Lo..siento — dije haciendo una pausa, aún no sabía si debía disculparme.

— ¿Tienes planes para después de salir? — preguntó recostandose en una pared, ya casi era hora en la que finalizaba mi turno.

— No, solo iré a casa con Matty — dije, Matty era un gato que recientemente había adoptado, pero no tenía ninguna prisa de llegar temprano pues mi mamá estaba con él.

— Oh, ya veo — exclamó, su semblante había cambiado —..vamos a cenar — dijo de repente.

— ¿Hoy? — pregunté y una sonrisa se formó en mi rostro, era como un sueño — ¿Llevarás a Sally de nuevo? — pregunté un poco más emocionada.

— No, sólo tú y yo — aclaró.

— ¿sólo tú y yo? — pregunté de nuevo.

— No pudimos ir a cenar la última vez, te lo debo — dijo acercándose a mí.

— Está bien, vamos — respondí.

Salimos de la fundación, caminamos hacia un pequeño restaurante con una vista espectacular al mismo lago que podía verse desde el parque. Al verlo frente a mí acompañado de ese paisaje tan agradable era como si no pudiese existir nada mejor frente a mí.

— Seguramente si hubiese venido Sally estaría comiendo de mi helado justo como lo hizo en el parque — dijo él con una sonrisa, mientras recordaba.

— Me sorprendió que no quisieras traerla — exclamé mirando hacia el lago.

— Quería hablar contigo — dijo y su mano se posó sobre la mía, rápidamente volteé a mirarlo. —.. Eres muy especial para mí — comenzó, mi corazón palpitaba demasiado rápido, aún no creía que él se sintiese igual que yo —cuidaste a Sally mucho tiempo — agregó, estaba decepcionada porque sabía que todo era en torno a Sally, no por mí.

— Era mi trabajo — dije, era momento de aceptar que él solo estaba ahí conmigo por Sally. Aunque me doliera aceptarlo, aunque me negara y algo dentro de mí quisiera seguir persiguiendo su corazón, era momento de dejarlo. Me rendí. 

— ¿Dije algo malo? — preguntó con una expresión de confusión, sus manos comenzaron a urgar en la mochila que traía con él. 

— No, no dijiste nada — contesté. Realmente nada.

Sacó unas llaves de la bolsa — Conseguí lo suficiente para mi departamento — dijo poniéndolas sobre la mesa. Mi corazón salto de alegría, era inevitable no sonreír ante esa escena. Había logrado su meta, me llenaba de orgullo.

— Felicidades, estoy muy feliz por tí. Trabajaste mucho por eso — expresé, al verlo tan feliz, quería estar a su lado y ver esa sonrisa para siempre. 

— Hoy llevaron mis cosas, mi mamá me ayudó con eso y mañana mismo puedo comenzar a vivir allí — dijo, su felicidad era notoria —.. Y puedo llevarme a Sally conmigo — agregó. Estaba feliz por él, pero eso significaba no vernos más.

— Ella va estar muy feliz — dije tratando de mostrarle mi mejor sonrisa, no podía ser tan egoísta y llenar de mi mala vibra un momento tan importante. 

— Y.. — dijo sacando algo más — Sé que ella te extrañará mucho — sacó una pequeña caja —..igual que yo — agregó, no podía creer lo que estaba viendo y escuchando. Parecía un sueño, uno hermoso —.. Me gustas Carter — expresó. Y finalmente sentí mi corazón invadido por una gran calidez, esas tres palabras me hacían tan feliz que ni yo podía creerlo.

—.. Y tú a mí, Seungmin. No hay ni un día que no piense en tí, desde el primer día en que te ví robaste mi corazón — declaré, no podía guardarlo más. Él tenía que conocer mi sentir, debía saber que desde que lo conocí me hacía feliz, debía saber que desde el primer día mi corazón era suyo y de nadie más. 

— ¿Te gustaría salir conmigo?, oficialmente..— dijo algo apenado. Era demasiado tierna la manera en la que sonreía y sus ojos se achicaban. 

— ¿cómo una pareja? — interrumpí, una sonrisa dibujaba nuestros rostros. Él asintió y acercó a mí la caja en sus manos, era un pequeño anillo con unas orejas de gato.

—.. Lo ví el día que adoptaste a Matty, y lo compré para tí — comentó. Él me acompañó en el momento en el adopté a Matty. Sonreí ante su comentario mirando el pequeño y tierno anillo en mis manos. Al levantar la vista el estaba parado a mi lado, por lo cual me puse de pie imitandolo. — Me haces muy feliz, Carter — dijo mientras su rostro se acercaba al mío, sus manos se posicionaban en mi cuello y sus labios depositaban un corto beso en los míos.

Sabía que debía ser así. 


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MY CUTE PUPPY [ KIM SEUNGMIN SKZ]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora