CAPÍTULO 13

503 112 5
                                    

— ¡¿Qué mierda dijiste?! —exclamé furioso.

— ¿Gun? ¿Te sucede algo?— me preguntó mi padre desde la planta baja.

—¡No, hablaba por teléfono! —respondí con un tono alto y sereno para evitar sospechas.

Recordé que mi papá se había quedado en casa pero en esos momentos no era mi prioridad. Jumpol seguía sentado en la cama con esa sonrisa que quité al acercarme y propinarle una bofetada con demasiada fuerza, tal que mi palma me había dolido debido al impacto. No fue lo mejor que se me pudo haber ocurrido en ese instante pero me sentía impotente, avergonzado y furioso frente al cínico de Jumpol que sabía lo que había hecho.

—Eres un maldito, Jumpol, te dije que no volvieras a meterte en mi mente y mucho menos en mi privacidad. —Lo miraba con el ceño fruncido.

—Okey, haré como si eso no hubiese pasado. — Jumpol regresó la mirada hacia mí.

Con su mano izquierda tocaba su mejilla que poco a poco se tornaba a una piel rojiza, su expresión se había vuelto rebelde siendo ahora como un adolescente al ser regañado por su madre. Sabía que Jumpol no se quedaría de brazos cruzados y que en algunos segundos recibiría algo de su parte, estaba listo para que mi cara resistiera un puñetazo o que mis piernas no se quebraran en caso de que me pateara pero jamás llegó dicho golpe. Jumpol sólo me miraba seriamente, sus ojos no se movían a otra parte que no fuera mi cara, sin embargo mi postura seguía firme sabiendo que él era un demonio. Los segundos pasaban lentamente aún sin que alguno de los dos hiciera algo, mis latidos se estabilizaban cada vez más hasta que decidí hablar nuevamente.

—¿Qué acaso no piensas disculparte o tan siquiera darme una explicación? — le cuestioné con el mismo tono de voz.

— ¿Crees que debo de disculparme por tus deseos sexuales? — me dijo con un tono tranquilo.

— ¿Deseos sexual? Por favor, Jumpol, son necesidades que los humanos tienen. —Corregí sus palabras.

—Aun si fueran o no necesidades me parece muy enfermo que lo hagas en tu escuela jajaja. — Rió con sarcasmo.

—Perdoname por haberlo hecho ahí pero es porque un idiota se queda en mi habitación todo el tiempo —contesté su estúpida razón.

—¿Qué acaso no puedes decir "Lamento ser un degenerado que se masturba en su escuela"? — me propuso directamente.

Me sentí ofendido ante sus patéticas palabras, sin decir nada más dejé mi mochila en la cama y me di la vuelta para salir con una expresión de indignación que claramente él notó. Cuando estaba a medio metro de llegar a la puerta sentí una mano tomando la mía con fuerza para que no diera un paso más, después de ello me hizo dar la vuelta para ver ahora a Jumpol con una expresión de arrepentimiento combinado con amabilidad.

—No te pongas así, Gun, solo estaba bromeando. —Tiró de mi mano para llevarme a la cama y sentarnos.

—¡¿Cómo carajos no quieres que me ponga así si tú me hiciste esta broma?! —dije de manera alterada.

—Lo sé, y lo lamento pero es solo que quería vengarme por algo. — Soltó mi mano y giró la cabeza.

— ¿Vengarte?— respondí confundido.

— Sí... Por mmm... por...— Se trababa al hablar— Porque tú me debías una cena y solo estuviste conmigo unos diez minutos.

— ¿Y sólo por eso te metiste a mi cabeza e hiciste esos pensamientos absurdos?— cuestioné.

— ¿Pensamientos? Lo único que hice fue espiarte, yo jamás me metí en tu cabeza. — Fingió demencia.

— ¡Qué curioso! En esos momentos fuiste la última persona en la que hubiese pensado. ¿Qué acaso no puedes decir que fuiste tú?

Se quedó en silencio por unos momentos y viendo que no respondía suspiré pesadamente, tenía pensado irme de nuevo pero me detuvo al percatarse de mi acción.

—Estas bien... Sí... Fui yo — confesó apenado — ¿Me perdonas?

—No lo sé, Jumpol, fuiste demasiado lejos. — De igual manera giré la cabeza.

— Perdoname, por favor, eres la segunda persona a la que casi le ruego que me disculpe. — Volvió a tomar mi mano.

— No quiero imaginarme que le hiciste a la primera para pedirle disculpas... — Me solté de su agarre.

— Bueno, si no aceptas mis disculpas está bien, es tu decisión. — Suspiró al final.

— Tan bien que estaba saliendo todo y en unos segundos lo arruinaste... — Me crucé de brazos.

— ¿Me estabas comenzando a tolerar? ¡¿Es en serio?! — Se escuchaba sorprendido.

-— Sí, pero ya me di cuenta que sigues siendo el mismo. — Traté de sonar cansado.

— En verdad lo siento, Gun, pídeme lo que sea, por favor.— Comenzó a sacudirme con desesperación.

— ¿Y ahora por qué la desesperación por mi tolerancia hacia ti? — Le pregunté confundido.

— No es por tu tolerancia... Es por tu amistad, además todavía me debes tu alma. — Soltó una pequeña carcajada.

— Maldición... Creí que ya te habías olvidado de eso, está bien... Te perdono, pero si vuelves a hacerme una broma ya no te volveré a dirigir la palabra.— Le di un golpe en el hombro.

— ¿Te sentiste amenazado por la deuda de tu alma? Porque si es así entonces no me estas perdonando con sinceridad...— Se escuchó decaído.

— Lo dije porque tampoco quiero perder tu amistad... ¿Algún problema?— Me miró sorprendido pero trató de disimular.

— No, entonces todo está arreglado. Bueno, será mejor que bajes a comer, tu padre te está esperando.— Se volvió a acostar en la cama.

— Pff, tú nunca cambias.

Salí del cuarto para bajar al comedor en donde mi papá ya se encontraba sentado, fui por mi plato a la cocina para comer con él y platicar ya que llevábamos mucho tiempo sin hacerlo juntos.

—¿Qué tanto hacías en tu cuarto Gun? No dejabas de hablar fuerte — me cuestionó mi papá.

— Es que la persona con la que hablaba por celular no tenía buena señal y debía casi gritar para que me escuchara, eso era todo — mentí completamente.

— ¿Esa persona no es de casualidad tu amigo de junto? — volvió a preguntar.

—¿De junto? — Me confundí bastante.

— Sí, es un chico como de tu edad, quería saber si te encontrabas pero le dije que estabas en la escuela.

—Mmm ¿Será Oab? -murmuré.

— ¿Qué dijiste?

— Es que ese chico probablemente es Oab nithi, lo conocí esta mañana — expliqué mientras tomaba agua.

— ¿Entonces aún no eran amigos?

— No, no sé para que me querrá ver — respondí mientras pensaba una razón.

— Bueno hijo, deberías de aprovechar y hacerte su amigo, siempre es mejor tener a un amigo en el vecindario — sugirió mi padre con una sonrisa.

Ambos comenzamos a comer, mientras lo hacía no paraba de pensar por qué razón me había buscado Oab, sonreí al recordar nuestro encuentro de esa mañana.

-----------------------------

Gracias por leer y votar 😊

EN LAS GARRAS DEL DEMONIO [Adaptación]Where stories live. Discover now