6. S H A D O W

0 0 0
                                    

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

Ya había llegado la noche

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

Ya había llegado la noche. Apenas le había colgado a mi hermano cuando ya me encontraba con "Alfredo" prácticamente encima mío, llamándome la atención como a un niño pequeño acerca de la última vez que intentamos recuperar sus recuerdos.

Jugué con mis pies incómodo, apretando las sábanas, dudando de si levantarme del borde de la cama o si seguir sentado escuhándolo.

—Adrián, si vas a volver aquí adentro —Domingo señaló su sien, tocándola con la yema del dedo—. Entonces tienes que seguir ciertas reglas.

—Lo entiendo.

—Primero, no vas a ir a dónde se te de la gana, esta vez yo te voy a guíar, no vas a hablarle a los que no tienen caras. Toca lo menos posible, no quiero que vayas a modificar mis recuerdo o algo.

Se llevó las manos a su cabeza aterrado ante tal posibilidad. Yo también estaría nervioso sí mis recuerdos pudieran ser modificados de forma tan burda y sencilla.

Todas las reglas que mencionaba las había nombrado con anterioridad a la hora de la cena, parecía que quería grabarlas en mi mente a como diera lugar. Sólo para estar seguros.

—Sí, lo entiendo yo...

—No me interrumpa, chamaco meado. La última vez terminaste como teporocho por horas y te veías hasta muerto. Cuando te sientas cansado vas a volver de inmediato, ¿entendido, necio?

Evadí su mirada, pero era difícil hacerlo con él casi pegado a mi rostro.

—¡Bien, ya, ya! No volverá a pasar, pinkie promisse.

De acuerdo, era cierto lo que decía sobre que el desastre y agotamiento que experimentamos la última vez  era mi culpa. Aún así, creía innecesario el que me siguiera sermoneando como a un niño. Más que nada, era raro porque él también parecía un niño.

Confíaba en que decía la verdad sobre la edad que tenía cuando murió (quince, casi dieciséis) pues yo mismo había podido comprobar en ese sueño que estaba en la preparatoria, pero reconozco que al inicio dudé de si no era aunque fuera dos años menor.

Si pudiera ver a un fantasmaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora