III. Conflictos

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Las paredes parecían desplazarse con el temblor mientras Buck se arrastraba como podía hacía la habitación de Chris. La abrió de golpe para encontrarse al rubio en el suelo, bajo la cama. Al verlo este gritó con fuerza.

-¡Buck!

-¡Ya te tengo, te tengo!

Con dificultad logró agarrarlo y cargarlo en brazos justo para cuando Eddie logró salir de la habitación. Al verlos se tranquilizó.

-¡Voy a la cocina a cerrar el gas! 

Eddie se encargaría de cerrar el gas, dando por hecho que era responsabilidad de Buck proteger a Chris en todo momento. El pequeño se había agarrado con fuerza al cuello de Buck y no se separaba. El rubio se agarró al marco de la puerta y tapó con la mano la cabeza de Chris mientras mantenía el equilibrio. Al poco apareció Eddie, quien en lugar de tomar a su hijo, agarró también el marco de la puerta envolviendo como podía a su compañero y al crío. 

Finalmente el terremoto cesó y ambos hombres cayeron al suelo, totalmente rendidos. Buck podía notar el sudor recorriendo su espalda.

-Parece que hoy vamos a tener trabajo.

(...)

Ambos bomberos tuvieron que darse una ducha rápida, y tras asear a Chris y tomar su mochila, lo llevaron a casa de Karla, quien permanecería con su familia cuidando de Chris por si hubiera alguna réplica. Luego pusieron rumbo de nuevo al trabajo, donde ya estaban todos listos y esperando órdenes.

-Vaya, los dos juntos, y los dos tarde.-Los acusa Chimney con una expresión seria.

-Teníamos que dejar a Chris con su cuidadora.-Explica Buck rumbo a las taquillas para coger el equipo y el uniforme.

-¿Teníais? ¿Ahora hacéis todo juntos?-Hen siempre dispuesta a preguntar todo.

-Buck durmió anoche en casa y hemos venido juntos.-Eddie trata de interponerse en el fuego enemigo.

Por suerte, Bobby se asoma y comienza a dar instrucciones.

-Bien, hoy dudo que nos bajemos del camión. Tenemos que salir ya.

(...)

El 118 respondió a al menos dieciséis llamadas del 911 en su día, trabajando varias horas extras. Al final del día, todos se despidieron y Buck y Eddie subieron al coche juntos.

-Recogemos a Chris y te dejo a ti en casa, ¿te parece?-La voz de Eddie sonaba exageradamente cansada. Había tenido que entablillar y curar mas heridas en un día que en todo el mes.

-¿Estás bien?

-Solo muy cansado. No pude dormir anoche mucho y se ve que esta noche no será distinta.

Buck se quedó pensando unos minutos. Por un lado no quería molestar a su amigo, pero por otro, gracias a él no había pensado en Taylor. Realmente, solo había sido la tristeza de comprender que con ella no había un vínculo muy fuerte. Por ello, tras un día de trabajo y tanto cansancio, apenas sentía lástima por sí mismo.

-Puedo quedarme esta noche contigo también. Te ayudo con Chris y hago yo la cena, así te devuelvo el favor.

-No tienes que devolverme ningún favor, Buck. Para eso están los amigos.

Sin mirarle, Eddie, apoyó la mano en su rodilla, en un gesto de confianza y luego la separó. Buck no le quitaba ojo de encima. Sentía admiración por ese hombre, la fuerza para resistir lo de Shannon y cuidar a Chris, sin perder su buen humor...

-Pues voy a hacerlo igual, así que...

Una vez llegaron a casa de Karla, Chris salió por la puerta apoyado en sus muletas, en dirección a los bomberos. Prácticamente se lanza a los brazos de Buck, quien lo levanta al aire y le da una vuelta.

-¡Eh, colega! ¡Qué tal el día!

-Bien, Karla me ha enseñado a hacer pastel.

La mujer se asoma a la puerta. Sus rizos están recogidos en una cola y por las manchas de harina en su oscura piel es más que evidente que han estado distraídos. Eddie se acerca a abrazarla y hablan de algo. Karla mira por encima de su hombro a Buck, quien se da cuenta de que dicen algo de él.

-¿Hoy también te quedas en casa... Buck?

-Sí, colega. 

-¿Porque tu novia te ha echado de casa?

Pregunta. Chris era muy inteligente. Aunque se empeñasen en seguir viendolo como un niño, ya era todo un muchacho que podía entender todas las palabras clave con la que hablaban para no preocuparlo.

-Algo así.

-Puedes dormir en mi cama y yo dormiré con papá. O puedes dormir tú con él, que mi cama es la más cómoda.

Buck rompe a reír, mirando acusador a Chris.

-¿Y si dejamos que papá duerma sólo en tu cama, y nosotros dormimos juntos? ¿No quieres oír mis ronquidos?

Cuando se percata, Eddie está tras él, mirandolos con una expresión imposible de leer. Le brillan algo los ojos, pero no parece del todo feliz. Algo le inquieta. 

Finalmente se marchan a casa y Chris y Eddie se van a la ducha. Buck se encarga de preparar todo para cenar fajitas mexicanas, en honor a su compañero, y prepara todo en distintos platos. Para cuando salen ambos chicos, la mesa ya está puesta y la comida servida. Buck hace una reverencia y se aparta.

-Pueden sentarse a comer, caballeros.

-Buck no te pega.

El chico se sienta en su silla y comienza a prepararse lentamente una fajita mientras Eddie se ríe y golpea la espalda de su amigo suavemente.

-No tenías que hacerlo.

-Claro que tenía que hacerlo.

Los tres comen tranquilamente y una hora después, Chris está en su cama, dormido profundamente.

-¿Vamos a la cama?

Buck mira a Eddie. Ya se había duchado y puesto el pijama del día anterior, listo para habitar el sofá de nuevo.

-No quiero molestar, Eddie. Mañana volveré a casa.

-No me molestas, Buck. Puedes dormir conmigo. Y no hay prisa. Tomate el tiempo que necesites para superar a Taylor. Por cierto, ¿cómo estás de eso?

-Bien. Sorprendentemente bien. Quizás ella lo hizo por mi realmente.

-Como sea, no le des mas vueltas. Vamos a dormir.-Eddie lo toma del hombro y lo conduce a la amplia habitación del bombero. Buck cae como un tronco en su lado, el izquierdo. Eddie se tumba en el derecho, y ambos quedan mirando el techo, en la oscuridad. Por algún motivo, Buck es incapaz de dormir, cuando por lo general es un enorme oso. La distancia con Eddie se vuelve entonces un problema. Siente la respiración ajena, sus movimientos, incluso sus labios moverse.

-Buenas noches, Buck.

-Eddie.

-¿Sí?

¿Qué? ¿Qué iba a decirle? ¿Si podía abrazarle? No. No podía pedirle eso. Se supone que son dos amigos. No es que puedan ahora hacer algo más como aquello. Buck estaba confundido. Se giró mirando hacía la pared.

-Nada, nada.

Sin embargo, para su sorpresa, Eddie se giró en su dirección y pasó un brazo por encima. No lo agarró, ni tocó. Unicamente dejó caer su brazo por encima.

-Como sea. Buenas noches.

Y así quedó Buck, rodeado por el brazo de aquel que llevaba años siendo su apoyo en las buenas y las malas. El tipo que le había dado una familia, que le había enseñado un hogar estable y que lo protegía por encima de todo. El que le hizo caso cuando le dijo que hablase con Ana. Aquel tipo, hacia sentir cosas a Buck. Y había tenido que dormir en la misma cama con él, para darse cuenta de que llevaba tiempo sintiendo cosas por su mejor amigo.

Bad Day Face - Buck and Eddie Endgame (Buddie)Where stories live. Discover now