V. ¿A qué llamamos hogar?

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Un fuerte resoplido sale de la boca de Buck cuando cae en la cama, boca arriba, mirando el techo de su habitación. Nunca había pensado en ese despertador de la mesita de noche hasta que empezó a molestarle la forma en la que la manecilla de los segundos golpeaba inconscientemente en su mente, haciendo que el tiempo avanzase más lento.

Cerró los ojos y abrazó una almohada. Era normal que Eddie hablase mal. Le dijese cosas como aquella, al final eran amigos, y los amigos se hablaban así. Buck no podía aprovecharse de aquella relación. ¿No?

Chris le escribió aquellos días, preguntando si volvería a quedarse. Pero Buckley tuvo que darle largas, pues en el parque la cosa se puso más que tensa aquellos días.

[...]

—Buck, Eddie. Arneses. Chim, poleas. Hen, encárgate de los de aquí arriba.

Una vez más, unos aventureros habían tenido un accidente cerca de Santa Mónica, en los escarpados precipicios de la costa. Y una vez más, el 118 al completo tenía que jugarse la vida.

Buck descendía por la pendiente, quizás con demasiadas zancadas para el gusto de Eddie, que lo desaprobaba con la mirada.

—Oye, Buck, lento.

—No hay problema.

—Buck, lento.

Sin embargo, Buck soltaba más cuerda cada vez, viendo próximo el suelo. Sin embargo, se precipitó demasiado, soltando su cuerda por error y bajando cinco metros de golpe, lo que ocasionó un traspiés hacia detrás, cerca de caerse de culo. Miró hacia arriba al tiempo que escuchó la voz de Eddie gritarle.

—¡¡BUCK!!

Estaba a punto de decir que todo iba bien, cuando repentinamente unas enormes rocas cayeron desprendiéndose con un crujido de la ladera.

Tuvo el tiempo justo de saltar hacia detrás y taparse la cabeza con las manos. Las rocas cayeron frente a él, y posteriormente Eddie llegó a un lado, dándole un empujón.

—¿Estás bien? ¿Eres imbécil?

Buck levantó la mirada sonriendo, más se encontró con la cara de Eddie hecha un cuadro.

—S-sí. Oye...

—Buck, solo te estoy pidiendo que dejes de hacer el idiota. Ha estado a punto de darte en la cabeza. ¿Es que no piensas?

—Oye, Eddie, creo que...

—"Buck, Eddie, ¿Todo bien ahí abajo?"

—Sí, capitán. Todo... Bien.

La mirada iracunda de Eddie volvió a hacer sentir a Buck incómodo y totalmente alejado de su amigo. Buck estuvo apunto de interrumpirlo, pero Eddie se alejaba en la dirección de los aventureros heridos.

[...]

—¿Qué cojones te pasa, Eddie?

Eddie se giró enfadado. Estaban junto al camión, una vez acabada la llamada. Todos recogían su equipo, y la ambulancia ya se había marchado.

Como siempre que sudaba, Buck estaba observando como los mechones de Eddie se pegaban a su frente, y como su expresión polvorienta no era desagradable. Sin embargo, aquella vez no lo veía adorable. Lo veía odioso.

—¿A mí? Te di dos avisos. Y aún así te la jugaste provocando el desprendimiento.

—¿Yo lo provoqué? Había que bajar rápido.

—Rápido no es sinónimo de descerebrado. Y tú abusas de lo segundo.

Buck abrió la boca sorprendido. Luego se dejó caer en el camión.

—Quizás no deberías tener un compañero tan descerebrado.

Eddie lo fulminó con la mirada. Estuvo a punto de añadir algo. Sin embargo, una mirada bastó para que el moreno subiese al camión. Bobby pasó a su lado, dedicándoles una mirada, y posteriormente subió al camión.

Tras unos segundos... Buck subió.

Bad Day Face - Buck and Eddie Endgame (Buddie)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant