ᴘᴇǫᴜᴇɴ̃ᴏ ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀ r.k (draken)

𝙵𝚊𝚗𝚝𝚊𝚜𝚖𝚊

2019. 6 de Noviembre.

Por fin era el día. Luego de tantas vueltas, por fin Takemichi se había casado con la joven que había amado toda su vida.
Luego de una ceremonia hermosa, dónde Hina brillo como nunca, todos se reunían en el salón del hotel donde sería la fiesta.
Había tanta gente allí, todos sus amigos y su familia. Sin embargo, Takemichi se veía nervioso, mirando la entrada cada tanto. De todos los invitados, tres venían tarde y era difícil no notar su ausencia.

Nada podía asustar a Ryuguji Ken. O eso creían todos, hasta que las puertas del salón se abrieron, dando paso a un fantasma de su pasado.
Nadie esperaba volver a ver a _______ Hanagaki, mucho menos con sus viejos amigos Mikey y Baji. Pero lo que paralizó al antiguo vice comandante de la Tokyo Manji no fue la chica que desapareció de su vida hacía años atrás. Todos fueron testigos como Draken palidecio cuando su mirada se encontró con la de un niño de cabello rubio que caminaba de la mano de su antigua novia.

No podía ser cierto. ¿Se trataba de una pesadilla? No había despertado en la mañana. Era eso, seguro.

Ver a ese niño era como verse a sí mismo en la primaria. El pequeño veía a todos por arriba mientras le abrían paso. Cuando sus ojos conectaron con los oscuros ojos de ese niño, éste le sostuvo la mirada unos segundos y Draken pudo sentir escalofríos. Luego el niño volteó, como sí Draken no fuese nadie importante allí.
Ese niño no le temía a Draken. De hecho, nadie parecía intimidarlo.
Baji por su parte caminaba cerca de _____ y el pequeño, vigilando todo el entorno. Siempre había sido así con ella y ahora con el niño que la acompañaba. Mientras, Mikey iba comiendo algunos bocadillos que había encontrado en alguna mesa y conversaba con _____.

Draken se sentía tan excluido de esa escena.

Entonces se dio cuenta, en el momento en que Takemichi se acercó a recibirlos.
Parecían una familia.
La actitud del niño cambió cuando se acercó Takemichi, riendo y abalanzandose sobre él, provocando la risa de los mayores.

El pequeño parecía muy cómodo en la espalda de Takemichi, mientras los guiaban a su mesa.

¿Takemichi sabía?
Era su prima, debió saberlo siempre y, a pesar de su amistad con Draken, ¿Jamás le había dicho?

Baji molestaba al pequeño hasta provocando el enojo del niño que intento golpear al mayor. Entre risas, Baji lo cargo sobre su hombro, ignorando las quejas del menor. Mikey le puso un bocadillo en la boca molestando aun más al pequeño, sus insultos silenciados por la comida en su boca.

Baji... Mikey.
¿Ellos sabían? ¿Desde cuándo? ¿Por qué Mikey no se lo dijo?

¿Todos allí sabían de la existencia de ese niño? ¿Por qué nadie se lo había dicho?
Volteó a ver a Takemichi, quien se tenso al encontrarse con la mirada del más alto, acelerando sus pasos para alejarse de la escena.

En el pecho de Draken crecían muchas emociones, demasiado rápido. Estaba furioso, confundido, asustado y, a la vez, el dolor que crecía en su pecho empezaba a asfixiarlo.

Viendo a ese niño, era abrumador el parecido que guardaban.

Trato de recordar, cuando podría haber sucedido, pero sus últimos recuerdos eran las lágrimas de la mayor Hanagaki una semana antes de desaparecer.
Y por mucho que había preguntado, nadie jamás le dijo dónde se fue.