El límite de Ron

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Cuatro largas semanas habían pasado, y Hermione al fin estaba recuperada, en realidad estaba mucho más que recuperada; su nueva condición le daba más fortaleza ¿estaba asustada? sí, estaba muerta de miedo, miedo a ser rechazada a ser vista como un monstruo, porque al fin y al cabo en esa categoría estaban dentro de la jerarquización del mundo mágico. La castaña respiro profundo, incluso eso se sentía diferente, su respiración era más pesada, se acomodo su impecable y siempre intacto uniforme, empacó sus pertenecías que guardaba en los cajones de la mesita de noche de la enfermería y se puso en marcha. Mientras caminaba tocó su pecho y se sintió terrible al no sentir su corazón tan vivo y palpitante, pues su corazón aunque aun palpitaba no lo hacia con la misma fuerza que el de los humanos comunes y corrientes. 

Al llegar la pintura de Morgana en el cuadro que daba acceso a la sala común le brindo una tranquila sonrisa antes de permitirle el ingreso. Una vez adentro sintió como un grupo de personas se le lanzaban a abrazarla.

—Déjenla al menos llegar— Dijo Michael Corner.

—No hay problema, yo los eché de menos y ya moría de ganas de volver a la sala común— Los chicos no sabían que decir o reaccionar ante lo dicho por Hermione. —Vamos, era un chiste— dijo ella para calmar un poco el momento tenso. 

—Ven aquí pequeña chupasangre— le dijo Draco abrazándola y besando su cabellera.

—Me da gusto verte, Herms. Te tengo buenas noticias— escuchó la voz del que consideraba su hermano. 

—Harry— se soltó de Draco y fue a abrazar a Harry

—Potter, define buenas noticia— murmuró Draco entre dientes —porque vivir en la torre no es una de ella, ya hay mucha gente aquí shu shu 

—McGonagall me dijo que sería buena quedarme aquí.

—Amor deja a Harry en paz— le dijo Hermione cariñosamente mientras le acariciaba fraternalmente el cabello al azabache — si alguno de los dos vuelve a pelear en mi presencia les va mal. 

Ambos chicos levantaron las manos en señal de redición. 

Los demás veían la escena mientras desayunaban y reían. La mañana se les fue en conversaciones y entre todos buscaban idear alguna estrategia para buscar a Patil, tanto fue así que se les olvidó ir a clase.

—Dinos que se siente, Hermione— le preguntó un curioso Theo 

—Es como si estuvieras cargando con dos almas o dos vidas o dos cuerpos, cuando quiero mis sentidos se pueden volver más agudos y...y siento que puedo sentir más —Respondió Hermione, se sentía tranquila, porque se sentía aceptada por sus amigos, compañeros y por Draco. 

—Potter sabe de eso de llevar dos almas— dijo Draco, haciendo que Harry le hiciera una mueca y los demás se rieran

—No te enojes, es cierto— le dijo Ron intentando no reírse 

—Ronald ¿tú también?— dijo el ojiverde cruzándose de brazos 

—Es gracioso y lo sabes— le volvió a decir su amigo pelirrojo, y  no le quedó de otra que unirse a las risas.

—¿Cómo llevas el tema de la sangre?— fue esta vez Hanna quien le preguntó a Hermione

—El medimago me explicó. Los vampiros no necesitan beber siempre sangre, sólo lo hacen para calmar su sed la cual se da cada mes, pero hay vampiros que suelen beber más de la necesaria para su existencia y se vuelven adictos a ella, incluso se han dado cuenta de que la sangre de brujas vírgenes suelen darle más poder a su magia, algo que resulta repugnante. En cuanto a mi, pueden estar tranquilos no les haría daño; el medimago me dijo que la carne cruda puede resultar ser un reemplazo o la sangre de algún animal. — Al decir esto Hermione no pudo evitar poner cara de asco, ahora su vida apestaba por culpa de uno de esos enfermos asesinos. 

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2021 ⏰

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