Draco Malfoy

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El ulular de su búho fue lo que hizo que se fuera despertartando, sus ojos se fueron abriendo lentamente hasta que su mirada enfocó el reloj de pared ubicado al frente de su cama, el cual indicaba que eran las 7:30 am, al ver lo tarde que era, Draco se levantó de sobresaltado.

- GOYLE, BLAISE, THEO ¡DESPIERTEN, IDIOTAS!- Gritó Draco al ver a sus compañeros dormir tranquilamente.

-Deja dormir, imbésil- le dijo peresozamente Blaise, aún a medio dormir.

Draco no se contuvo, agarró su varita y sin pizca de arrepentimiento les lanzó un chorro de agua.

-¿Qué te pasa?- le reclamó Theo

-¿Enloqueciste o que?- le dijo Blaise

-Dejenlo, se le safó un tornillo por lo visto- dijo Goyle rondando los ojos mientras se levantaba.

-¿saben qué? Que se les haga tarde, eso me pasa por ayudar a otros, trío de desagradecidos- dijo Draco renegando, mientras se metía al baño.

Al oir las quejas de su amigo, los chicos vieron la hora y le dieron la razón de su molestia.

-Ya no alcanzamos adivinación, lástima, creo que dormiré un poco más- dijo Blaise, regresando a la ya húmeda cama.

-Sabes como se pone ese centauro, Blaise- dijo Theo, siendo apoyado por Goyle.

-Es el primer día, no dirá nada importante. Vayan ustedes y me dicen que dijo- dijo Blaise y volvió a quedarse dormido.

-Goyle, recuerdame como sobrevivió con ese ánimo que lo representa- dijo Theo, mirando a Blaise dormir tranquilamente.

-No tengo la menor idea- le respondió su amigo.

Después de unos cuantos minutos, Draco salió de la ducha ya listo y con su uniforme impecable. Aún seguía  refunfuñando.

-¿Y ustedes que?- les preguntó a sus amigos, los cuales sólo se escogieron de brazos -¿Enserio Blaise?- dijo al ver a Blaise nuevamente dormido.

Draco sólo negó con la cabeza y salió de su cuarto dando un portazo. Como era obvio, la sala común estaba vacía, así que emprendió su marcha hacía la torre de adivinación.

Iba tan apresurado que no se enteró cuando tropezó con alguien.

-Joven Malfoy ¿que hace por estos pasillos? debería estar en clase- le preguntó el profesor Slughorn.

-Lo sé, señor. Se me hizo tarde, pero ya iba a clase, no me baje puntos; no sería justo- le dijo Draco, aparentando temple. 

-No muchacho, no le bajaré puntos, por el contrario, me alegra verlo, así le hablo de algo importante que puede ser de su conveniencia. Supongo que al maestro Firenze, no le molestará si no hace acto de presencia hoy en clase. Acompañeme, por favor- le dijo el maestro de pociones. Draco sólo se dignó a seguir al director de su casa.

-¿y que es eso tan importante, profesor?- le preguntó Draco, aunque temía que le hiciera algún tipo de interrogatorio acerca de sus días al lado de Voldemort, ya había tenido suficiente con las preguntas que le hicieron en el juicio.

- Verá, joven Malfoy. Lo he observado, y me he dado cuenta que estoy frente a un estudiante excepcional. Si bien, el fin en el que empleó su inteligencia e ingenio no fueron los correctos, debo admitir que es usted un mago estupendo- dijo Slughorn al joven, dándole una palmada en el hombro.

-Eeeh ¿gracias? Pero sigo sin comprender. Espere ¿se arrepintió de no incluirme dentro de su club de eminencias?- dijo Draco en tono divertido.

-En parte, por favor siga y sientese- le dijo el pocionista, abriendo la puerta de la oficina. -Señor Malfoy, he visto su registro académico y me he dado cuenta de su excelente rendimiento, aunque en sexto sólo disminuyó un poco, pero siempre ha ocupado el segundo puesto, y en tercero fue el primero de su clase- continuó el hombre, viendo una carpeta en la que detallaba las notas de Draco en su estancia en Hogwarts.

Sigue el plan Malfoy (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora