Capítulo 2: May the odds be ever in your favor Lord Danielle

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Capítulo 2: May the odds be ever in your favor Danielle

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Soy un angel con una cola peligrosa porque a Dios se le acabaron las alas

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El amanecer era una de las cosas que no me cansaba de ver y era lo mejor que tenia la mansión pues había una terraza en el techo donde podías sentarte y ver el amanecer como una persona normal, pero claramente ese no era mi caso. Me levantaba una hora antes de que amaneciera y me subía al helicóptero; me quedaba allí arriba en el cielo, justo encima de la mansión y aguardaba con ansias los hermosos rayos del sol. El cielo pasaba de ser un lienzo oscuro a uno lleno de vida con tonos dorados y carmín.

Luego de "perseguir el amanecer", bajé a desayunar con la chicas. Con las cien chicas en total. El jefe se las ingenió para ampliar la mansión para que estuviéramos todas cómodas. El jefe desayunaba con nosotras o más bien jugaba con la comida igual que nosotras pues la mayoría de las veces había una guerra de comida en el gran salón comedor. Todo terminaba hecho un desastre. Había puré de manzana en las paredes, tostadas con jarabe en el techo y ventanas, jugo en el suelo...en fin un completo DESASTRE. Quizás en una casa normal tardarían horas en limpiar todo eso pero teniendo a cien chicas limpiando, solo necesitabamos media hora para tenerlo todo listo. Después de limpiar, íbamos a entrenar. El jefe era nuestro entrenador personal. Él era quién nos hacía los horarios y ejercicios que íbamos a realizar. La mayoría de los entrenamientos duraba tres horas y si teníamos prisa púes solo dos horas. Eran agotadores, pero que se puede esperar de un Veterano. Además muchas de nosotras estábamos acostumbradas al agotamiento y ejercicios fuertes, tanto físicos como mentales.

***
Caminaba en dirección a mi cuarto, iba a leer el libro que habia comprado sobre Genética. Era una de las materias que más me gustaba, aunque también eso comenzó cuando me obligaron a leer sobre cosas importantes y necesarias hace mucho tiempo...

-¡DANI!- me detuve y vi a Ellie correr hacía mí con la toalla envuelta en su cuerpo y toda mojada.

-¡Woah! Calma Ellie, ¿qué sucede?- la sostuve antes de que resbalara.

-El jefe te llama. Está en su oficina de negocios- me sorprendí al escuchar eso y salí disparada hacia allá. Muy pocas eran las veces que él llamaba a una de las Lord a la oficina de negocios y cuando eso ocurría es porque algo importante estaba pasando o iba a pasar.
Llegué allí en tiempo récord después de bajar corriendo las escaleras desde el sexto piso. Toqué suavemente la puerta de caoba y un "Adelante" se escuchó al otro lado. Entré y vi al jefe muy concentrado en unos papeles.

-¿Me llamó?-

-Así es Danielle, verás...alguien importante vendrá a la mansión y quiero que lo recibas. Claro, si es que no tienes algo que hacer...-

-No se preocupe, mi agenda está libre- le sonreí con ternura. A pesar de ser alguien del bajo mundo, mi jefe no era como todos creen. No era arrogante, ni maltratante. Sino todo lo contrario, era amable y considerado. Aunque algo era seguro, era muy sobreprotector y celoso con las Prince.

-Me alegro mucho. Eres una de mis Lord favoritas y por alguna razón eres en la quién más confío cuando todos harían lo contrario... - el jefe se acercó a mi y me acarició la cicatriz que tenía visible en mi antebrazo.

-¿Duele?- preguntó.

-No lo sé, dímelo tú. ¿Se ve doloroso?- ambos hicimos silencio. Él sabía muy bien lo que queria decir.

-El chico se llama Lionel Vasto. Llegará como en dos horas, quién sabe si antes. Según tengo entendido es alguien muy puntual, ordenado y estirado así que probablemente te trate como escoria; pero supongo que sabrás como responderle - el jefe me sonrió de forma traviesa y esa era la autorización que yo necesitaba.

-Entendido, pero no me hago responsable por dejarlo pasmado- contesté en tono burlón.

-Es todo tuyo, solo procura traerlo aquí con vida y consiente...- me miró con cara de reproche al ver mi cara de burla.

-Sabes a que me refiero Danielle, ahora ve y preparate para su llegada-

-Vale, nos vemos al rato- me acerqué a él y le deposite un sonoro beso en la mejilla. Di media vuelta y me dirigí a la salida.

-Ah Danielle, recuerdale a las chicas que hoy habrá enfrentamiento de Lords-

-Vale, yo les aviso- iba a salir de la estancia hasta que escuché decir las palabras del libro que le había regalado:

-May the odds be ever in your favor, Lord Danielle -

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Para los que querian el segundo capitulo, espero que haya cumplido sus expectativas :)

El jefe y sus nenasWhere stories live. Discover now