Epílogo

2.1K 147 10
                                    

Epílogo


Danielle POV

Abrí mis ojos con cuidado. La cabeza me iba a estallar por la presión que sentía. ¿Qué había pasado? Ah sí, ya me acordé, perdí el control. Tomé una profunda bocanada de aire. Que decepción. Perdí el control por una provocación, Mana no estaría orgulloso de mi. Pensé que esa parte de mi estaba bajo control, pero creo que esa fiera aún sigue en mi interior.

Trate de fijar mi vista, pero todo estaba borroso. Pasé la lengua por mis dientes. ¡Ahg! La sentía pastosa y eso solo significa una cosa: droga. Sé muy bien de eso y estas son de las fuertes, porque mi cuerpo esta tan relajado que apenas y puedo parpadear. No siento mis extremidades. Menuda mierda. Mi vista estaba volviendo a su normal a paso lento y pude identificar una sola cosa muy importante, no estaba en mi habitación sino en la Arena. ¿No recuerdo haberme quedado dormido aquí? De hecho recuerdo que Nessi me llevó a mi cuarto y las gemelas de Kira y Grell me llevaron comi... ¡Rayos! Ahí estaba la droga de eso segura, porque de ahí en adelante no recuerdo nada más. ¿Dónde está todo el mundo? ¿Y por qué estoy aquí?

Boom, boom, boom...

¿Qué es eso? Inhalé fuerte y el olor de azufre me inundó. ¿Una bomba? ¿Detonación? ¿Escape de gas? ¿Qué rayos fue eso? ¡Ahg! ¡Voy a matar a las gemelas por esto! Traté de mover mis piernas otra vez y nada. ¡Mierda! No quiero hacer esto, no, no quiero. No quiero, no quiero.

¡Boom!

¿¡Otra explosión!? ¡Al demonio! Cerré los ojos y me concentré en mis pulsaciones y mi respiración. Y algo había aprendido en aquel infierno era básicamente a matarme una y otra vez, para librarme de algunas cosas, pero cuando mis pulsaciones bajaban a casi lo mínimo esa fiera tomaba el control de mí. Concéntrate. Concéntrate. Poco a poco, mis latidos se hacían más lentos y débiles. Al igual que mi respiración.

—No lo hagas— abrí los ojos de golpe, aun controlando la respiración. Esa voz...esa voz se parecía tanto a...no, no puede ser. Seguramente la droga y el hecho de estar controlando a lo mínimo mis pulsaciones ya me están dando alucinaciones.

Volví a cerrar mis ojos. Debo seguir concentrándome. Esa fiera tiene una gran resistencia a las drogas, esta droga no sería nada comparado con otras. Concéntrate. Concéntrate...

—Mi niña...deja de hacer eso. De pequeña me dabas unos sustos cuando lo hacías, eso no quiere decir que ahora no pase lo mismo— mis ojos se abrieron solos. ¡Eso no era una alucinación! ¡Es su voz! ¿Dónde está? Ya me estoy volviendo loca, pero no importa. ¡Es su voz! Busqué con mi mirada por todos lados al dueño de esa voz masculina tan bonita y tan reconfortante. No escuchaba pasos, ni la respiración de alguna otra persona que no fuera yo ¿realmente estaba ahí? O ¿la droga realmente es muy fuerte?

— ¿Me buscas preciosa?— unos ojos avellana se cruzaron en mi visión desde arriba de mi cabeza. Mis ojos se aguaron y sentía como las lágrimas salían a borbotones. ¡Está vivo! ¡Vivo! Intento hablar y moverme, pero la droga no me lo permite y ya tenía el corazón palpitando con fuerza. ¡Está vivo! ¡Mana está vivo!

Su mano me apartó varios mechones de pelo de la cara y limpio mis lágrimas con sus pulgares.

—Shh...pequeña. Hablaremos luego, ahora tengo que sacarte de aquí— como si yo pesara una pluma me colocó una mano detrás de la cabeza y la otra debajo de mis rodillas, para así levantarme del suelo. ¿A dónde vamos? ¿Por qué él está aquí? ¿Cómo es que sigue vivo? Tanta preguntas y yo ¡drogada!

El jefe y sus nenasOù les histoires vivent. Découvrez maintenant