Capítulo 26

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Capítulo 26

ISLAS ABANDONADAS DONDE HABITAN LOS CAZADORES DE DRAGONES.

-Bien, dragona, a ti te venderemos pero en realidad quien nos interesa es ese endiablado dragón que nos humilló públicamente... -dijo el que cazador que maltrataba a Kyomi, quien parecía el jefe del clan –Eso sí, espero que te haya gustado nuestro recibimiento... bienvenida a las "Islas Draco", donde los dragones, no salen vivos de aquí jamás...



-¿Islas Draco? –preguntó Usagi al escuchar, el nombre de las islas, al fin.

Todos estaban escondidos tras la puerta del calabozo de la fortaleza en donde estaban viendo como martirizaban a la pobre Kyomi.

En ese momento, Kyomi perdió las energías y volvió a su forma humana.

Los cazadores la observaron detenidamente con gran asombro.

-Había oído muchas historias de que los dragones podían adquirir forma humana, incluso he visto a muchos dragones convertidos en humanos... pero nunca había imaginado que podrían llegar a convertirse en bellas mujeres como tú... -observó y comentó el aparente jefe del clan. –Es un honor contemplar su belleza, dragona...

-No me llamo dragona... mi nombre es Kyomi... -contestó con firmeza y seguridad levantando la cabeza.

-Y... si no me equivoco eres la esposa de ese miserable dragón que atacaba esa aldea china... ¿no es así?

Kyomi no contestó simplemente, mantuvo la mirada y la cabeza bien alta sin agachar la cabeza con orgullo. No tenía de qué ni por qué avergonzarse. Ryyu, a pesar de ser el único dragón que había conocido, era el hombre más fuerte que había en su vida. Y era su esposo. Esposo al que ella había apartado del mal ya que esta lo equilibraba con su chi y su amor por ella. Oh, sí, Ryyu podría ser todo lo malvado y cruel que quisiera con los humanos, pero, y si de algo Kyomi estaba segura, era de su amor por ella. Sabía perfectamente que Ryyu la amaba más que cualquier otra cosa en el mundo y ella era su motivo de control, pero también sabía que él podría perder el control por su causa. Y ella tampoco deseaba más muertes.

-Lo único que podría aconsejarte es que si quieres seguir viviendo, tendrás que liberarme... -dijo Kyomi –sino "él" te matará, ya que la compasión no es su fuerte...

-Jajajaja -se reía el cazador de dragones –no me hagas reír, bella...tu esposo solo es un dragón... yo mato dragones... de hecho, he exterminado a centenares de dragones en mi vida... y, si no me equivoco, tu esposo podría ser el último junto contigo... porque yo no he visto más dragones por aquí... ¿tú sí?



-¡Qué cruel! pero ¿cómo se atreve a hablarle así a Kyomi? –se alteró Usagi ya queriendo ir hacia a donde se encontraban los cazadores de dragones.

-¡Usagi, espera! –la llamó Mina.

-Pero, bombón, no podemos hacer nada, recuerda que estamos en el pasado de Ryyu y nadie puede vernos... -le dijo Seiya deteniéndola y agarrándola por el brazo.

-Y ni siquiera podemos transformarnos... -añadió Ami.

-Pero podemos avisar a Ryyu de que Kyomi está aquí... -dijo Usagi.

-Sí, claro, solo tenemos que encontrarlo... -intervino Yaten –es muy fácil teniendo en cuenta de que no sabemos a dónde ha ido, ya que se fue volando por los aires hecho una furia al enterarse de que habían raptado a su esposa... -añadió sarcástico.

El regreso de las StarlightsWhere stories live. Discover now