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Dentro de la hermosa mansión Wheeler aquel singular trío se encontraba más relajado, Jake jugaba con el mango del cuchillo mientras analizaba a detalle la filosa punta que le pertenecía a este adorado objeto. El muñeco decidió acomodarse sobre el regazo de Lena, quien jugaba delicadamente son sus hebras rojizas, manteniendo sus brazos detrás de su cabeza en un gesto despreocupado, pero feliz del contacto que esta preciosa damisela le otorgaba.
—Entonces, Jake, Lena—comentó, haciendo que los nombrados lo observaran fijamente—¿Son más el tipo de apuñalamiento o de estrangulador? Porque veo el atractivo en ambos.
—No lo sé, cariño—la azabache respondió con sinceridad, intentando descifrar el enigma—¿Tú qué dices?—se dirigió al juguete.
—Podría ser apuñalamiento, nena—Charles le sonrió coqueto—No me gustaría que tus manos se dañaran tocando a la basura que será cadáver. Además con esos movimientos que tienes, enterrar un cuchillo en el aire no sería difícil.
—Sí, supongo que tienes razón—Lena se mofó antes de suavizar su mirada, enfocándose en su amigo de toda la vida—Cariño, ¿estás bien?
—N-No lo sé—tartamudeó el menor—N-Ni si quiera sé si puedo hacer esto—se sinceró mientras cubría su rostro con sus manos.
—Oh, claro que puedes hacerlo—el pecoso le restó importancia—Fácil. ¿Quieres hacerlo difícil? Intenta ahogar a alguien con esto—movió sus palmas para hacer énfasis en sus palabras
—Que tierno—Lena jugueteó con las manos del muñeco antes de entrelazarlas con las suyas, aquello hizo sonreír al asesino.
—Odias a Lexy, ¿verdad?—Chucky se obligó a dejar de pensar en Lena para enfocarse en el menor de la alcoba
—Claro que la odio—contestó el ruloso con sinceridad—Y la quiero muerta.
—Definitivamente lo tiene claro—exclamó orgulloso el muñeco.
—Pero...—arrastró las palabras la morena mientras acercaba su brazo a la espalda del chico, acariciándolo suavemente.
