A pesar de todo

Capítulo 13

- Me dijeron los pájaros que te gustan los tallarines verdes, ¿Se te apetece acompañarme a almorzar? - me dijo alzando los platos de comida que, probablemente, haya pedido de la cafetería.

Sonreí.

Caminé hacia la mesa y me senté a su al frente. ¿Cómo sabía que eran mis favoritos? Seguro que los escuchó en una conversación mía con Cristian.

Me dispuse a sacar mi billetera para devolverle el dinero que había gastado al comprar mi almuerzo.

- No te atrevas a hacerlo, no quiero que me devuelvas nada. - me dijo firme, levantando la mano en señal de que pare con la acción que estaba realizando.

- Creo que si es necesario. - dije

- Me lo devolverás luego, come primero - sentenció.

Que obstinado.

Me acomodé en el asiento y levanté la mirada para observar que me estaba mirando. Me emocionaba saber si era tan ordenado y correcto hasta cuando comía.

- Cuéntame. - comenzó a decir - ¿Desde hace cuantos años estás en el colegio?- me preguntó.

- Estudié toda mi primaria y ahora casi mitad de secundaria aquí, son aproximadamente 8 años.- le dije llevándome un bocado a la boca.

Él pareció no sorprenderse y también comenzó a ingerir su comida, con un bocado impecable. Hasta la posición de sus manos sobre el cubierto era de una forma elegante. 

- ¿Piensas cambiar de colegio? - me preguntó, para darle otro bocado a su comida. 

Dio en el clavo. 

Hace años pensaba cambiar de colegio, iba a postular a un internado, pero no era seguro si me aceptaba o no, dado que tenía que pasar exámenes. Además, mucho dependían de mis notas de este año. 

- Tal vez.- dije insegura - aún no puedo afirmarlo con totalidad.

No pude ver su reacción, porque estaba observando mi plato. 

- Estoy seguro que tendrás la respuesta muy pronto - me dijo con un tono suave. - Si eso es lo que realmente quieres, lo lograrás. Aunque no me gustaría perder a una alumna con tanto potencial como tú. 

Ese tono no era muy usual en el profesor Darius, pero me encantaba que supiera cuando expresarse de aquella forma. Su mirada ante lo dicho parecía honesta y solo me limité a decir:

- Gracias. 

.

.

.

- ¿CÓMO QUE TE INVITÓ A COMER? ESO NO HACE UN PROFESOR, VICTORIA - me dijo Evie casi gritando. 

Le había contado todo y me comenzaba a arrepentir. 

- No hagas que me arrepienta habértelo contado, Evie - le dije

- ¿Y de qué hablaron? - me preguntó interesada, apoyando su mentón sobre su brazo.- ¿Le preguntaste su edad o algo por el estilo?

No habíamos hablado mucho de lo personal, porque yo no me atreví a preguntar nada, él fue el que formuló las preguntas en toda la conversación y me hacía sentir nerviosa. Presiento que ese fue el pago de lo que él había gastado comprando mi almuerzo. 

- No.- dije 

- Eres una estúpida. - soltó

.

.

.

El concurso llegaba en unos días y casi estaba todo listo. Se me apretujaba el corazón cada que pensaba en los resultados o algo similar. Prefería no pensar en ello demasiado y despejarme. 

Anunciaron que iba a haber una feria de presentación de trabajos escolares de todo el colegio. Nosotros no teníamos tiempo que perder, así que decidimos encerrarnos en el aula de Tecnología para concentrarnos. 

- Buenos días, Victoria. - escuché 

Me sobresalté al ver al profesor Darius a mi atrás. 

- Buenos días - dije. 

- ¿Seguirán avanzando el robot y no asistirán a la feria? - preguntó extrañado. 

No lo entendía por completo. Se supone que era él quien no quería que nos distraigamos y ahora ¿quiere que vayamos a la feria?

- Efectivamente - dije pausadamente - Todos estamos de acuerdo, ¿verdad chicos? 

Nadie respondía y tuve que girarme para ver al resto de los chicos con los rostros desencajados. 

Cristian me miró frunciendo el ceño. Imanol me miró de reojo con desaprobación. Jean Franco solo atinó a cruzarse de brazos y Franz estaba indignado. 

- P-Pero ¿Qué les pasa? - dije con temor. 

- No es nada, simplemente es que...- dijo Imanol mirando hacia el piso- ES QUE NOS QUIERES DEJAR ENCERRADOS AQUÍ POR 4 HORAS MIENTRAS EL RESTO SE DIVIERTE- dijo exaltado. 

- Es explotación laboral - se quejó Jean Franco. 

¿CÓMO QUE EXPLOTACIÓN LABORAL?

- YO ME PASÉ 3 HORAS TRABAJANDO Y NO ME QUEJO - solté 

- NADIE TE PIDIÓ QUE LO HICIERAS - reprochó Imanol 

- ME LARGO - dije dirigiéndome a la puerta para salir 

Me detuve al escuchar la risa de alguien. Una risa sutil, pero a la vez muy cálida. El profesor se reía y por primera vez pude verlo regocijar de la risa. 

Todos lo miramos pasmados. 

- Salgan a divertirse cuando hayan acabado el 80%, sino lo hacen, no salen - dijo el profesor - No es sugerencia, es advertencia. - y cerró la puerta detrás de él. 

Giré a ver a los chicos y ellos me estaban lanzando miradas asesinas. 

- Bueno, ahora ya no es una orden mía, sino del profesor, así que no me miren así - dije riéndome suavecito. 

.

.

.

Salí luego de 2 horas. 

Me sentía cansada y decidí ir a comprar una botella de agua. 

- ¡Victoria! - exclamaron mis amigas gritando y corriendo hacia mi. 

- ¡Chicas! - dije acercándome hacia ellas. 

- ¿Dónde estabas? - me preguntaron intrigadas. 

- Tenía algunos asuntos con respecto a robótica, pero ya acabé, bueno, mi parte - dije recordando que los chicos estaban refunfuñando porque aún les quedaba trabajo a ellos. 

- ¡Vayamos a visitar las casillas de los chicos! - exclamó Evie. 

Y me jalaron todas hasta allá. 

.

.

.

Luego de una hora, casi habíamos recorrido toda la feria, nos quedaba la sección de Ciencias Naturales. 

Mis amigas fueron a ver la sección de los chicos, en cambio, yo decidí ir a ver la investigación de tomates que vi desde lo lejos. Me llamó la atención. 

Traté de acercarme más para ver de cerca la explicación, ya que multitud estaban asomados allí. Me rendí y me conformé con ver desde lejos a la expositora. Me dieron el boletín que contenía la explicación textual y comencé a leerla. Parecía realmente interesante. 

- Veo que ya terminaron de trabajar. - escuché. 

Levanté la vista y vi que en mi delante estaba el profesor Darius, aunque un poco alejado por la cantidad de gente que había. 

Tuve que poner mi mano sobre mi vista para poder verlo mejor, ya que la luz del sol no me lo permitía. Posaba una mirada suave hacia mi, sentí mi corazón palpitar fuerte.