Capitulo 12

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Volví al presente y Pablo aún me miraba.

- Olvida el tema- dije

- ¿Puedes pensar en alguien que no seas sólo tú?- me dijo con toda la sinceridad que pudo salir de sus labios.

- ¿Qué?- dije con el rostro muy desencajado.

- Ya lo dije, dile, habla con él- dijo serio.

Me eché a reír.

- ¿Tú? ¿Tu me dices esto? - reí escandalosamente nuevamente.

¿Cómo puedes ser tan idiota? pensé.

- ¿Dije algo gracioso?- preguntó.

- No, nada- dije- Si Harry vuelve a hablarte, ignóralo, porque su vida me vale un pepino, que se vaya a la mierda. 

- Se lo diré a mi modo- dijo un poco nervioso.

- Muy bien- dije.

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Volví a mi rutinaria vida, extrañamente me gustaba y podía adivinar las razones por las que empecé a gozar de aquellos días. 

Tras las vacaciones, volvimos a clases, todas empezaron a relatar lo que hicieron estos días. ¿Qué podía decir yo? Solo vine al colegio todos los días a construir robots. 

Terminaron las clases y lo interesante comenzó a aproximarse.

Me dirigí a almorzar a la cafetería del colegio. Ya no iba a la casa, porque Moira empezó a trabajar todo el día, entonces, no había necesidad de ir a casa, llegaba de noche para hacer mis trabajos. 

Los días lunes, jueves y viernes asistía al salón de robótica para seguir construyendo al prototipo que se iba a ir directo al concurso. Me emocionaba nuestro progreso, me emocionaba la capacidad de mi equipo y su paciencia. A su vez, el profesor Darius comenzó a frecuentar aún más conmigo, por lo que nuestras bromas eran más típicas entre nosotros, sin embargo, para el resto se les hacía poco usual que el profesor Darius riera, con tan solo verlo sonreír era suficiente. 

- Entonces... ¿Me está diciendo que quiere que le tome el pelo al jurado del concurso? - dije muy confundida y a la vez a punto de estallar de risa.

- Exacto - dijo el profesor Darius con suficiencia. 

Aguanté la risa, para después continuar diciendo

- No sabía que un profesor tan ético, con los principios morales hasta el cielo pudieran corromperse de esa forma, realmente, decepcionante - dije sarcásticamente.

- ¿Enserio me tenías en lo alto? Yo pensé que desde hace tiempo rompiste ese perfil de mí- dijo el profesor alzando una ceja, con una sonrisa de lado. 

- Pues, parcialmente sí - concluí.

Los dos reíamos. Aunque después tuvimos que interrumpir nuestra conversación porque Cristian entró y nos comenzó a observar de forma extraña. 

- Bueno, entonces, vayan avanzando - nos miró a ambos y luego posó su vista en mi - El día viernes solo llamaré a Victoria, porque solo falta la programación - dijo mirándome - Te esperaré.

Sentí mi mundo derretirse cuando me dirigió la mirada.

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Luego de conversar con Cristian, me dirigí a mis clases en el instituto de inglés. 

- El cielo se ve muy bonito hoy - dije 

A pesar de todoWhere stories live. Discover now