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Sus primeros días de escuela los paso ocupado, lleno de trabajos y cosas por memorizar; bases de la psicología, leyes, códigos penales, comportamientos del ser humano, química avanzada entre otros términos que aún no comprendía del todo...

Su familia confíaba en que sería un gran criminólogo profesional y al llevar en sus hombros las expectativas de su ejemplo a seguir (su hermano mayor) debía dar todo de si para conseguirlo.

Cinco, seis... Perdió la cuenta de cuántas tazas de café ya había tomado, gracias a su esfuerzo y a restar horas de sueño al fin termino un ensayo sobre la perspectiva de un testigo en la escena del crimen, salió a tomar aire al balcón, aún si el reloj marcaba las dos de la madrugada, no podría dormir si no se relajaba antes.

Su cuerpo se sintió liviano, recargó su cuerpo al barandal y cerró sus ojos un momento, unos minutos hasta que sintió estar a punto de caer antes de quedarse profundamente dormido y sentir como una pequeña mano lo jalaba de su camisa.

—¡Cuidado! —gritó la voz de su vecino.

Abrió sus ojos y su cabeza dió vueltas, los autos pasaban a toda velocidad y lo asustó en demasía, tumbó su cuerpo para atrás y su espalda cayó al suelo de su cuarto.

—¡Que susto! Lamento mucho no haberte despertado ¡Ah! Tienes el sueño pesado —. El chico conocido como "El Chico Del Balcón" sonrió nervioso, su mano temblaba por el susto, por un santiamén más y su brazo habría soltado la camisa del mayor dejando que cayera a la intimidante calle.

Aún en shock por lo sucedido, su mente echa en vuelco y el corazón latiendo más rápido de lo habitual, procesó lo que estaba a punto de pasar... La parte superior de su cuerpo, desde su cintura a su cabeza se habían movido del barandal dando paso a la nada, el peso no aguanto y casi pudo caer de no haber sido por qué su vecino lo sostuvo.

Fue corriendo por un par de lentes nuevos pues los otros se cayeron. Quería darle las gracias al chico del balcón.

Sin embargó al salir no estaba, gritó un par de veces para captar su atención pero jamás dió rastos de su presencia.

𝙀𝙡 𝘾𝙝𝙞𝙘𝙤 𝘿𝙚𝙡 𝘽𝙖𝙡𝙘𝙤́𝙣/Iideku Where stories live. Discover now