Un nuevo inicio

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Era extraño, les dijo que no comieran nada y luego ir al campo de entrenamiento, era molesto no  comer nada, pero no se iba a meter en problemas, despues de todo fue la primera en su clase. 

- ¡Me voy! - Aviso mientras se colocaba sus zapatos de entrenamiento. 

Caminaba lentamente, sentía rugir su estomago, no estaba acostumbrada a no comer nada, pero ese peliplata se las iba a pagar. 

- ¡Oh! Pero si es Sakura-chan. - Saludo alegre una castaña, con marcas en sus mejillas. 

- ¡Rin-sensei! ¡Que bueno verla! - Decía la pelirrosa sonrojada, la castaña era tan hermosa como talentosa en lo único que le apasionaba de verdad: El ninjutsu medico, era su amor platónico desde que sabia la diferencia entre kunai y shuriken. 

- Pero... ¿Ya vas a entrenar? ¿Te aceptaron tan pronto, cariño? - Decía emocionada, tal vez podría entrenarla, había escuchado que era increíble controlando el chakra, pero eso lo vería luego. 

- Aun no... - Suspiro cansada. - Ahora voy con Kakashi-sensei y mis compañeros de equipo. - Al escuchar el nombre del peliplata, la castaña se tenso, sabia que su amigo podía ser muy duro. Aunque reconocía que sus métodos eran muy confiables. 

- Y-Ya veo Sakura-chan, bueno, esfuérzate mucho, el puede ser un poco... - Antes de que pudiera acabar unos brazos rodearon su cintura, haciendo que se sobresaltara. 

- Hola amor. - Saludo una voz afeminada. 

- A-Anko-chan... no me asustes así... - Se sonrojo ante el acto. - ¿Sakura-chan...? - Se pregunto al no ver a la pelirrosa frente a ella, no había terminado de hablar con ella. 

- ¡L-Lo siento Rin-sensei, m-me tengo que ir! - No quería estar por mas tiempo ahí, sabia que nunca seria correspondida, pero no podía controlar los celos y rabia que sentía al verlas juntas. 

- Empiezo a creer que no le agrado a esa niña... - Menciono divertida la pelivioleta, mientras que la castaña rió ante esto. 

- Bueno, te salen serpientes de los brazos, y a veces estiras tu cuello... - Rio un poco sonrojada, la pelivioleta aun sostenía su cintura cuando reforzó el agarre, teniendo mas contacto. 

- Es divertido asustarlos, ademas a ti te gustan. - Decía besando los labios de la castaña repetidamente. 

- Si... a mi me parecen adorables. - Sonrió dulcemente, para luego atraer a la pelivioleta con sus brazos en su nuca. Seguido se dieron un tierno beso largo, para luego caminar juntas a casa. 

En el campo de entrenamiento 7.

- ¡Lo siento por llegar tarde! - Se disculpo la pelirrosa apenas llego con sus compañeros. 

- No importa, todavía no llega Kakashi-sensei. - Menciono el rubio con una sonrisa nerviosa. 

- Oh pero, ¿Donde esta Sasuke-kun? - Pregunto al no verlo parado junto al rubio como de costumbre. 

- Esta... ahí... - Señalo aun sin quitar su sonrisa nerviosa. 

- ¡¿Ese no es...?! - Grito sin creerlo. 

- Si... pobre teme. - Rasco su nuca sin saber que hacer. 

Hace 5 minutos. 

- No puedo creer que aun no haya llegado. - Se quejo el rubio mientras se recostaba en el césped. 

- Deja de quejarte, la que me sorprende es Sakura, ella nunca llega tarde. - Explicaba el azabache recargado en un árbol bajo la sombra de este. 

- Mmm cierto... - Se enderezo, para luego sorprenderse mucho ante lo que veía. - ¡Teme! ¡¿Ese no es Neji?! - Menciono sin poder creerlo. 

- ¿Q-Que? ¿Como? - Se sonrojo al ver que este se acercaba, pero lo que lo desconcertó es que no venia solo, venia con la castaña y el chico raro del anterior día. - ¡¿Ahora que hago dobe?! ¡Hace mucho que no hablo con Neji! - El rubio se sorprendió, muy pocas veces había tenido la oportunidad de ver al azabache sin saber que hacer. 

¡Me gustas... Idiota!  - OBIKAKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora