36: pov

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—Espera...—Comenzó a decir el rubio.—¿Hablas en serio?
—Si, hablo muy en serio.—Afirmó Fubuki.
—¿Y en serio no sería un problema para tu amigo?—Preguntó el peli verde sorprendido.
—¡No para nada! ¡Mientras más personas vayan mejor! De hecho, hasta él mismo me dijo que invitara a todos quiénes quisiera.
—¿Y no será muy complicado?—Preguntó el protagonista.—Digo, cuando fuimos solo nosotros dos, igual tuvimos que organizar muchas cosas.
—Si, lo sé, ¡por eso se los digo con anticipación!—Respondió con entusiasmo.
—O sea, ¡yo estaría dispuesto a ir a cualquier fiesta! ¡Lo sabes!—Comenzó a decir Afuro.—Pero la idea tampoco es causarte muchas molestias.
—¡Pero es todo lo contrario a eso! De hecho, para mí sería mucho mejor que me acompañaran.
—¿Y qué hay de tu abuela?—Preguntó Hiroto.
—Ya le pregunté y me dijo que estaba todo bien, así que solo falta que ustedes acepten.
—Ah, bueno, si es es el caso.....¡Me apunto!—Exclamó el rubio con emoción.
—Y pues, nosotros no tenemos nada que no nos lo impida.—Dijo el pelirrojo, mirando a su novio, el cual no tardó en sonreírle y asentir rápidamente con la cabeza.
—¿Y tú Someoka?—Preguntó el más bajo, mirándolo fijamente.
—¡Tú lo sabes!—Le respondió.—¡Tengo que pedir permiso primero a mis padres! Pero te juro que intentaré que me dejen.
—¡Si!—Exclamó.

Siguiendo con su vida y pasando los días, el peli plateado había sido invitado al cumpleaños de uno de sus compañeros de Hakuren. Desde un principio había pensado en acudir, ya que no hacerlo sería de un completo imbécil y mal amigo, además de que ya se comenzaba a percatar de que sus antiguos compañeros pensaban que ya los había reemplazado por completo, lo cual en parte no era mentira, pero evidentemente les seguía teniendo mucho cariño, por lo cual, de inmediato al recibir la invitación se organizó y se preparó mentalmente para pasar un fin de semana alejado de sus amigos cercanos y más importante, su novio.
Pero, muy para su fortuna y sorpresa, su amigo no tardó en expresarle que si quería podía invitar a más personas, ya que quería hacer un gran festejo en plena nieve, pero sus únicos amigos eran integrantes de su propio equipo y quizás acudiría uno que otro familiar, así que, sabiendo que Fubuki de por sí era muy popular y ahora que estudiaba en Inazuma había expandido su círculo social, vió esto como una oportunidad de masificar aún más su cumpleaños, aunque el más bajo desde un principio no planeaba invitar a cualquier sujeto, limitándose únicamente a incluir a sus tres amigos y pareja en aquella lista.
De por sí, la idea de festejar en un clima tan hostil y frío resultaba ser un gran detalle para los no nativos del lugar, pero, ninguno podía negar que la idea de acudir a una fiesta en aquel lugar sonaba bastante atractivo, por lo cual, ninguno se pudo negar e incluso, les causaba cierta emoción. Hiroto deseaba conocer el lugar de que su amigo tanto hablaba, Afuro y Mido no podían esperar para elegir sus atuendos invernales y el protagonista simplemente quería pasar tiempo con su novio y claro, la última vez se había divertido bastante en aquel lugar y no dudaba que esta vez sería igual o incluso mejor.
Fue así como todos se la pasaron toda la semana, entre la escuela y los ratos libres en el departamento hablando sobre el tema y planeando todo, siendo el proceso prácticamente idéntico a la vez que la pareja principal acudió a aquel nevado lugar para su aniversario, irse el viernes en la tarde, tomar el tren y llegar a Hokkaido de noche, para pasar todo el Sábado allí y posterior, esa misma noche, acudir al cumpleaños.

De esta manera, cuando llegó aquel tan ansiado viernes por la tarde, ninguno podía esperar más.
Todos habían acordado tomar el departamento como punto de encuentro, con los protagonistas ya listos, esperando a que los demás terminaran de arreglar sus cosas. Como el caso de Hiroto y Mido, el primero, recién empacando su ropa esa misma tarde y el segundo, intentando decidirse por los atuendos adecuados, ya que bueno, no se los podía llevar todos, forma de pensar completamente opuesta a la del rubio, quién llegó al departamento con una enorme maleta roja, que se notaba que estaba a punto de colapsar, como si se tratara de un viaje de un mes.

ℂ𝕦𝕥𝕖 𝕓𝕠𝕪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora