3: Distance

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Someoka recuerda haber sentido celos, cuando era más pequeño solía sentirlos muy seguido, pero por motivos bastante idiotas e infantiles a su parecer.
Jugando para Raimon llegó a sentirse de esa manera en varias ocasiones, dos en específico fueron bastante reconocibles para el resto del equipo. Refiriéndose específicamente al caso de Gouenji y Fubuki cuando ambos se incorporaron al equipo. Para él no era una cuestión de ego ni nada por el estilo, si no que más bien se trataba de esfuerzo desmedido y desequilibrado. No es un secreto que su comportamiento con ambos en aquellos momentos fue bastante malo, dejándose llevar por todas sus emociones negativas en aquellos momentos, pero en su mente todo tenía una justificación, pensaba que se estaba esforzando demasiado por mejorar sus técnicas para que dos chicos de la nada lleguen, metan un gol y todos caigan a sus pies. Con el tiempo fue empatizando con ambos e incluso forjó grandes amistades con ellos.

En cambio, los celos que sentía en este momento no les encontraba ningún tipo de razón, y ni siquiera buscaba una, estaba completamente sumergidos en ellos.
Ahora le parecía que Hiroto era particularmente muy fastidioso e insoportable, pensaba eso de él cuando jugaba para el instituto Alien al igual que todos y con el tiempo lo llegaron a entender, pero ahora no lo podía soportar, su voz le quemaba los oídos, verlo lo irritaba y más importante, verlo cerca de Fubuki lo ponía de muy mal humor.
Estuvo tantas semanas tan enfocado en solamente Fubuki, que no se percató en lo absoluto de todo lo que lo rodeaba, su entorno en general y específicamente en quienes se encontraban a su lado.
Se notaba que ahora se llevaba mucho mejor con todos sus compañeros de departamento, nunca se llevó mal con ninguno de estos claramente pero ahora qué convive con ellos, se nota a kilómetros que el grado de cercanía aumentó considerablemente entre todos, tanto así que el otro día, cuando todo este grupito estaba reunido comenzaron a hablar sobre como eran los excrementos de cada uno, ya saben, forma y tamaño. Someoka no podía creer el grado de confianza y poca vergüenza que se tenían, definitivamente pensaba que habían cruzado un límite, que sus interacciones entre ellos eran más que invasivas ,  no se sorprendería para nada enterarse que el pobre Fubuki tenía que soportar a esos imbéciles usando el baño mientras este se duchaba.
Volviendo a lo anterior, cuando el peliplateado comenzó a hablar sobre él asqueroso tema, dando su aporte personal a la conversación Someoka dejó de escuchar y se fue, no quería que algo tan tonto como hablar literalmente de mierda arruinara la idea angelical del chiquillo en si.
Fuera de todo eso, las relaciones con los demás no se veían raras ni fuera de lo común, excepto Hiroto.
Este no se despegaba de Fubuki en ningún momento, sin exagerar. En casi todas las clases, excepto las electivas, Hiroto y Fubuki se sentaban juntos y por ende no paraban de hablar, nuestro protagonista se sentaba mucho más atrás así que podía ver al par perfectamente.
Le impresionaba como ambos podían parlotear tanto y sin parar, ya eran reconocidos como la pesadilla de todos aquellos que se esforzaban por prestar atención en las clases que tenían la mala suerte de sentarse cerca de ellos. Para Someoka era una pesadilla, pero no por que estuvieran hablando, lo que le molestaba era que el idiota pelirrojo compartiera el mismo aire que su ángel.
Se imaginaba perfectamente la situación, si Fubuki fuera su novio le sacaría en cara siempre su cercanía con Hiroto, "¿Cuál era la necesidad de contarle como cagas?", pensó. Cuando se percató de la idea romántica qué pasó por su cabeza, se puso rojo, nervioso, se avergonzó de sí mismo y no pudo pensar con claridad por el resto del día. Era ridículo pensar en eso, jamás sucedería, el peliplateado era demasiado bueno para estar con él, o con cualquier otro ser vivo.

Cuando Fubuki estaba con Hiroto, parecía siempre como si ambos estuvieran planeando algo o conspirando contra alguien, era obvio que hacían buen equipo, se enfocaban juntos y trabajan bien, por algo siempre hacían las tareas juntos, y la mayor parte del tiempo obtenían resultados destacados, era casi como si en ese ámbito pensaran igual, ya que nunca diferían en nada con respecto a algún tema de aprendizaje. El peliplateado no era el más aplicado, de hecho el pelirrojo destacaba más en calificaciones que él, pero al parecer de Someoka estaba relacionado con un desinterés general de la escuela, ya que si no estaba hablando con Hiroto durante clases, estaba echándose una buena siesta. Claramente no podía tener conocimiento si el peliplateado estudiaba mucho en casa o algo por el estilo, pero conociéndolo, lo más probable es que al llegar a su departamento compartido con simios, aprovechara de dormir una siesta como corresponde. De todas maneras sacaba buenas calificaciones, no las mejores, pero salvaba.
No como el caso de Hiroto, este junto a Gouenji y Kidou se encontraban muy igualados por ser el más listo de la clase.
A pesar de que el pelirrojo se la pase hablando con el "Ángel" todo el día sin excepción en las clases, se notaba que en casa se aplicaba bastante, antes de los exámenes de Matemáticas estaba siempre dispuesto a ayudar a quien no entendiera, incluso fuera de horario de clases, ya sea en juntas de estudio o incluso llamadas, en la madrugada. Para Historia y Ciencias hacía grandes resúmenes llenos de dibujos coloridos y palabras clave fácilmente asociables con los tópicos de esas clases, Gouenji y Kidou hacían lo mismo también, pero eran más tradicionales y menos sintéticos, limitándose a largos textos. Tal vez por eso a Fubuki le iba bien sin siquiera esforzarse, tenía prácticamente un profesor particular en casa. Pensar en eso le nublaba la vista a Someoka de los celos.
Por lo menos este compartía tres de cuatro clases electivas con Fubuki, no como el pelirrojo que solo compartía dos y una de estas también la tenía Someoka, la cuál era Música, la única clase en la que el par no hablaba, ya que tenían que cantar todos juntos, esto tranquilizaba un poco al más alto, pero luego recordaba que era un absoluto misterio lo que hacían los dos en Filosofía. Seguramente nada raro, ¿No?






































ℂ𝕦𝕥𝕖 𝕓𝕠𝕪Where stories live. Discover now