4.Mark

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La miró sonriente y muy emocionado, ya había despertado, estaba consciente de todo, me sentía tan feliz y lleno de vida, sentí como mi alma regresaba a mi cuerpo. Podía volver a ser la misma persona. Era extraño, se sentía un ambiente extraño, incómodo, Lexie me veía como un desconocido al cual no quería ver. Tal vez solo era mi imaginación, era estúpido pensar que estaría castigándome por casarme cuando ella se fue y me dejo a Julia como un vil objeto, así que no podía estar enojada conmigo por eso.

Trague con fuerza y la miré, no sabía qué decir, era un conflicto de intereses total, mi mente se concentraba en ponerle atención a ella y a lo que me dijese, explicarle, decir lo que pasó entre Julia y yo. Y el corazón... el corazón me decía que solo la besara, que la tomara entre mis brazos y la hiciera mía. Lo chistoso es que nunca tuvimos problema para hacerlo en cualquier lugar, siempre conseguimos que ese lugar se volviera nuestro y único, especial.

-Hola... estoy aquí... soy yo, linda. Y por Julia no te preocupes ¿Sí?- pongo una de mis manos en su mejilla y sonrió.

-Mark, no... no quiero más razones para que me digan prostituta, o lo que sea. Ya no quiero pelear, mejor ve con tu esposa.- dice sin mirarme y con una pequeña lágrima en su rostro.

-Ammm, creo que es mejor que los deje solos.- dice April algo incómodo. Volteé a ver a Lexie y tenía una mirada asesina hacia April, entendí que no quería estar sola conmigo. De alguna forma la entendía, ella no quería verme porque pensaba que estaba casado, pero la iba a sacar de su error en ese instante.

-Ammm bien luego nos vemos Lexie.- April empieza a caminar hacia atrás, para llegar a la puerta sigilosamente y sale corriendo para huir de ahí.

-¡ME LAS PAGARAS KEPNER!- grita Lexie cuando ve huir a April.

Después de gritar eso, Lexie me mira apretando los dientes algo incómoda. Yo solo me limito a observar fascinado por su belleza a pesar de que acababa de salir de quirófano.

-Bueno estamos solos ya... dime ¿Por qué no me tengo que preocupar por Julia ya?- me mira algo fría y distante.

-Bueno ammm, yo... Lex... yo... yo no...- antes de terminar la oración ella me interrumpe y me mira.

-Mark esto ya no tiene sentido ¿ok? No tiene sentido; regrese y tuve un maldito accidente, no conseguí nada, solo hice el estúpido con todos y solo preocupe a la mitad de hospital. De seguro ya todo el mundo te contó, la razón por la que regrese, es patético ¿no? Y sí, es patético no poder superarte, es patético seguir amándote hasta los huesos y no poder sacarte de mi sistema. Eres una maldita droga y ahora parece que estoy en rehabilitación, pero eso no funciona, mi cuerpo pide más por ti y me estoy volviendo loca.- ríe de forma irónica y solo se sincera conmigo, yo solo me limite a escuchar, parecía que tenía mucho que decir y no quería quitarle la inspiración, solo sentía como pequeñas y dulces sonrisas salían de mis labios. -Es horrible seguir enamorada de ti y para colmo, ya jamás podré olvidarte, estoy embarazada. También creo que lo sabes y a pesar de que estoy segura de tener a estos bebés, es mi suerte divina contigo todo me sale mal, además es increíble lo poderoso que son tus espermas, GEMELOS, GEMELOS es una locura, es demasiado para asimilar el hecho de que... yo ya no soy la mujer de tu vida y tú ya no eres mío. Sé que perdí muchísimo tiempo, demasiado, pensando que podía olvidarte y seguir con mi vida, a pesar de que yo te dije que no quería amarte lo hago y no tienes ni idea. Pero la vida es así, te quita lo que más amas por no haber podido amarlo como realmente lo merecía. Y... ahora tengo que enfrentarme a la realidad de que ya no pudo recuperarte. Tan solo... unos minutos antes, no hubiese estado en ese choque, hubiese llegado y te hubiese dicho esto, enfrente de todos, enfrente de Julia. Y yo...-

Me mira con lágrimas en sus ojos, lo que me hizo que mi corazón se destrozara por dentó así que, para evitar esa auto tortura, solo me acerqué a ella de un golpe he hice que mis labios se encontraran con los de ella, los presione con dulzura y me deje llevar por el momento, cerré los ojos al notar que ella me devolvió el beso de la misma forma que yo. Puse una de mis manos en su mejilla y seguí besándola de forma lenta y dulce. Añorando su sabor y sus labios únicos que me llevaban al cielo.

Respira, solo respiraWhere stories live. Discover now