COLD BLOODED [Tokyo Revengers]

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—¡Casi lo matas! —Exclamó Viri.

—Una alimaña menos.

—¡Lo dejaste todo tieso!

—Que bueno.

—¡Puedes ir a prisión por eso!

—Si no me acuerdo no pasó.

—¡Pero...!

—Viri, no me importa lo que digas, tú estás a salvo.

—Pero no quería ser salvada, yo también quiero pelear. —Hizo un puchero.

—No vas a pelear, para eso estoy yo. —Viré los ojos.

—No es justo, yo quiero saber defenderme.

—Sólo grita mi nombre, eso es defenderte.

—¡Eres mala!

—No es cierto, ahora cállate porque iremos a ver a Draken.

—Oh, verdad, ¿Crees que esté bien?

—Lo estará, eso es obvio. —Murmuré sin hacer notar que estaba nerviosa.

Para cuando llegamos al hospital, vimos a todos los de la Toman afuera.

—¡Kota! ¿Me viste patear traseros? Seguro si te impresioné, soy genial. —Dijo Baji con la camisa del uniforme desabrochada hasta casi el ombligo.

En realidad me recordó a Gastón de la Bella y la Bestia.

—Si claro. —Viré los ojos.

—No le hagas ojos de huevo revuelto porque me prendo. —Sonrió acercándose.

—¡Distancia con mi retoño! —Exclamó Viri colocandose en medio de ambos.

—Eish, ya llegó la castrosa. —Gruñó. —Pero ésto no se va quedar así, voy a impresionarte Kota, y volverás a sonreír.

Asentí dándole su avión.

Vi a Mikey irse hacia la parte trasera del hospital. Así que caminé hacia donde él estaba.

—Mikey. —Llamé y él me miró.

Sus ojos tenían lágrimas, se giró mirando hacia otro lado, no quería que lo viera llorar.

—Está bien llorar, Mikey... No puedes ser sólo un líder que se muestra fuerte con los demás, también eres humano y... tienes sentimientos. —Le dije acercándome y lo abracé por los hombros.

—¿Tú también has llorado? —Preguntó colocando su cabeza sobre la mía.

—Si, pero no me gusta porque me pongo roja. —Murmuré y lo escuché reír.

—¿Alguna vez volveremos a ver tu sonrisa, o escuchar una risa, que no sea sarcástica? —Me miró.

—Uhm, nop. —Le dije y piqué su mejilla. —Probablemente nu...-

Cuando miré hacia el frente, el chico rubio estaba ahí, mirándonos. Él se asustó y luego se escondió detrás de uno de los pilares del lugar.

Sin querer queriendo me puse roja, y Mikey se dió cuenta.

—¿Por qué te pones roja? Momento... ¿La fría Kota se sonrojó? —Me miró sorprendido.

—N-No. —Murmuré.

—¡Tartamudeaste! —Exclamó emocionado, al menos ahora ya no lloraba.

—No es cierto. —Negué con la cabeza. —Estás malinterpretando las cosas.

—¿De qué se trata? Claramente no fue algo que yo haya dicho, aunque... Ya dime qué te pasa, nos conocemos desde prescolar.

—Tu... ¿Prometes no decir nada? —Y por primera vez en años, estaba insegura, cosa que sorprendió a Mikey.

—Claro que si, ¿De qué se trata?

Me acerqué a él, para hablar a su oído.

—Conocí a alguien que...

Mikey chilló con emoción y me abrazó.

—¡Estás enamorada!

—¿Enamorada? ¿Tú qué sabes de eso, enano?

—El amor es una magia, una simple fantasía, es como un sueño, que al fin lo... —Le solté un sape.

—No es momento de cantar, ni que fuera Disney. —Gruñí.

—Bueno, si existe una persona que te haga sonrojar, yo digo y afirmó que estás enamorada. Pero para confirmar mi teoría, necesitamos encontrar al susodicho, y pedirle ayuda a Kenchin, pero cuando despierte, ahora dime quién es. —Dijo tomando mi mano para comenzar a caminar.

—Es que... no sé ni siquiera como se llama.

Mikey detuvo su paso haciendo que chocará contra él.

—¿Entonces?

—Lo conocí hoy... en la pelea. —Murmuré.

—No me digas que es... —Habló y yo creí que sabía de quién se trataba, así que asentí. —De ninguna manera.

—¿Eh?

—No estarás con un pandillero, malandro ni nada.

—Mikey, yo también soy parte de ello.

—Ya lo sé, pero no voy a dejar que andes con alguien como ese tipo.

—Pero no parece mala persona.

—¿Ah no? Pues mi respuesta es No, y le voy a decir a Kenchin para que te dé tus buenas pataditas en las nachas.

Mikey se fue dejándome algo sorprendida, ¿Quién era ese chico rubio y por qué Mikey no quería que estuviera con él?

Bufé poniendo mi cara nuevamente seria y caminé hacia donde estaban todos los chicos de la Toman, ahí me encontré con Viri y después nos fuimos a mi casa.