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Corrías por los pasillos hacia tu salón, se estaba haciendo tarde y justo con uno de los maestros más estrictos. Tratabas de buscar una excusa por si acaso hasta que chocaste contra alguien.
- La carne de burro no es transparente... -Susurraste mientras mirabas a la persona.
- ¿Qué mierda dijiste? -El chico te miraba molesto.
- Oh, el chico que estaba con Souya, como sea se hace tarde.
Pasaste de largo siendo seguido por el chico molesto, hasta llegar al salón.
- Oh ¿también vas aquí? - Lo miraste.
- ¿Acaso me estas siguiendo? -Te miro de regreso.
- Tsk si andas molesto no te desquites conmigo. -Susurraste.- Bueno ya que estas aquí, sacrificate.
Abriste la puerta del salón para empujarlo dentro, si el maestro ya se encontraba ahí, no serias tú quien recibiera todo el castigo.
Todo el salón se quedo en silencio unos segundos antes de que todos se alborotaban para cambiarse de lugar, dejando la parte de atrás completamente libre.
El chico entro con pereza para tomar asiento, después entraste tú, suspirando de alivio al ver que el maestro no había llegado, sin embargo solo quedaba lugar a lado de cierto chico que te miraba molesto.
- Souya cambio esta materia... -susurraste mientras te sentabas a su lado, pero solo recibiste una mirada enojada.
Decidiste guardar silencio hasta que el maestro entro a dar su clase, trataste de concentrarte, pero simplemente el chico de a lado no te dejaba.
- Tsk si quieres que me disculpe por empujarte, no lo hare, no fue para tanto. -
Susurraste mientras lo mirabas.
- Él hecho de que seas amiga de Souya no quiere decir que yo también sea tu amigo, así que deja de tratarme con confianza -Bufó molesto.
- Oh no digas eso, me harás llorar. -Fingiste limpiarte lágrimas.
- Eres realmente molesta.
- Y tu realmente egocéntrico.
- Y ustedes jóvenes son muy ruidosos, fuera de mi clase.
Aquella voz hizo que se te bajara la sangre, no te habías dado cuenta en que momento habían alzado la voz. Bajo la mirada de todos tomaste tus cosas siguiendo a aquel chico.
- Estúpido egocéntrico cuatro ojos pokerface...
- ¿Sabes que te estoy escuchando?
- Deja de seguirme acosador! - Volteaste para enfrentarlo, pero solo rio.
- No te emociones, voy a esperar a Souya. -Camino al siguiente salón y se tiro al piso, tomando sus audífonos y mirando su celular.
Suspiraste molesta, no podías creer que alguien lindo como Souya sea amigo de un tipo como él. Tomaste tu distancia y trataste de esperar pacientemente a la próxima clase, pero simplemente era imposible, faltaba una hora y no sabias que hacer.
Miraste al chico que se veía concentrado en su celular, y la señora chismosa dentro de ti no pudo más, te sentaste en el piso y poco a poco te fuiste acercando, al parecer estaba muy concentrado que no se dio cuenta de tú intención.
Tal vez tenía razón al decir que no eran amigos, pero tenían a Souya en común, así que contaba ¿no? Aparte no esta demás hacer amigos de ves en cuando, no sabes cuando los puedes utilizar para algo...
Una vez cerca pudiste ver lo que tenía concentrado, y recordaste lo que muchos dicen, no juzgues a un libro por su portada, sin querer molestarlo te quedaste en silencio viendo lo mismo, por suerte o no, recordabas la mayoría de diálogos gracias a tu hermano menor.
No se dieron cuenta del tiempo hasta que alguien pateo suavemente al chico regresandolos a la realidad.
- ¿También son amigos? -Souya los miraba con cierto sonrojo, pero un con su característica cara "enojada".
- ¿Qué? -El más alto volteo encontradote a su lado, y antes de que te hiciera algo te levantaste.
- Te veo adentro Souya- Sonreíste entrando al salón para sentirte a salvo.
- Te vez molesto.
- Tu amiga es muy molesta. -Bufó levantándose.
- Es divertida, por favor no le hagas nada. -El menor lo miro con un puchero derritiendo el corazón del más alto.
- Eso depende de ella -Dejó un beso en sus labios y se despidió.
Al terminar él día, saliste rápidamente para ir por tu hermano de nuevo, sin embargo justo al terminar de salir fuiste detenida por alguien que se había puesto frente a ti.
- Oye
- Si dices alguna palabra...
- Ah, eres tú, me deberás una rinoplastia si sigues poniendote en mi camino. -Lo miraste mientras cruzabas tus brazos.
- Callate y escucha, si dices una palabra sobre...
- Oh, ya se para donde va esto... No te preocupes, a mi también me gusta ver a los Backyardigans, hey parece que tenemos algo en común, ¡podemos ser amigos!
- No, no confundas las cosas. -Se acerco tratando de intimidarte.
- Bueno, hablamos después, voy con prisa, adiós nuevo amigo que aún no se su nombre.
Te despediste mientras salias dejándolo confundido y molesto.
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