Capítulo 5

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No hay mejor sitio para dormir que tu propia cama, de eso no tengo ninguna duda. Lo más complicado sin embargo siempre es levantarse, despegarse de las sábanas puede ser algo eterno dado lo calentito que se encuentra una cuando está tapada hasta la cabeza.

Despertarse hoy fue complicado, el trayecto en coche durmiendo me dejó K.O. y aún por encima con alguna que otra contractura en la zona del cuello, y claramente cuando llegamos aún tuvimos que guardar todo y vaciar la caravana, llevar las cosas que no se iban a volver a usar en un tiempo al trastero y el resto guardarlo en su sitio en el piso, por lo que era como una zombi intentando hacer cosas ayer.

Al menos esta mañana mi madre no me ha metido prisa por levantarme, solo me pidió que tuviera la comida lista al mediodía, dado que no le gusta que pida comida basura para comer si hay cosas que se pueden hacer en casa. Aún así me he pasado toda la mañana en cama revisando en el móvil todas las noticias que me he perdido en estos tres días, para empezar parece que a algún famoso le han puesto los cuernos, lo que hay, si a ellos se los ponen no me quiero imaginar a la gente normal. Por otro lado la semana que viene se estrena una película que ya hace tiempo que quería ir a ver, y creo que Raquel también tenía ganas de verla, a si que supongo que se lo comentaré.

Por la mañana también me llamó Lara, resulta que también se fue el fin de semana, aprovechando que no íbamos a quedar, a casa de sus primos en Los Ángeles, y que si hoy se podía pasar y hacíamos algo, claramente contesté que sí, acto seguido llamamos a Raquel, quien contesto con la voz más resacosa que he oído jamás y dijo que también se pasaría por mi casa a la tarde.

Suspiro dejando caer mi móvil sobre la cama, es la una de la tarde, y si no me pongo a cocinar ahora sé que no lo haré nunca, a si que a regañadientes me levanto de mi cama, la hago bastante mal, pero pasable para que si vuelve temprano mamá no me eche la bronca y recojo el desastre que tengo por habitación antes de salir cara la cocina.

Cuando salgo me doy cuenta de que la casa está vacía, papá también debe de haber salido, abro la nevera y veo que hay pasta sin hacer, a si que sin pensarlo dos veces voy a lo fácil, y preparo algo de pasta con pollo para comer, también una ensalada para acompañar y listo, en menos de 1 hora la comida ya está lista.

Me acerco el pijama a la nariz y me doy cuenta de que apesto a comida y sudor, a si que antes de comer decido ir a darme una ducha, abro el grifo de agua caliente y me quito el pijama, y entonces vuelvo a caer en la cuenta, el colgante, hago como si nada y me introduzco en la ducha, poco después ya salgo del baño lista para comer, me visto un chándal gris corto y una sudadera azul, me pongo los tenis blancos de siempre y salgo con la toalla en la cabeza en dirección a la cocina, todavía sigo sola. La verdad es que no sé si esperarles, ninguno me comentó la hora a la cual llegaría, pero por si acaso voy a esperarles un poco, a veces llegan sobre las tres menos cuarto las tres.

Me siento en el sofá del salón y enciendo la televisión, en ella aparecen unos tipos en el telediario hablando sobre política y demás, parece que esta semana hará bueno y eso significa salir por ahí con las chicas, algo de playa y demás. Al mirar mi móvil veo que tengo un mensaje de mi madre ''No llegaré hoy, y creo que tu padre tampoco, come tranquila llegaremos de tarde, un beso'', pues a comer se ha dicho.

Después de comer sola y en silencio y recogerlo todo vuelvo a tirarme en mi cama, ahora solo me toca esperar a que vengan las chicas.

Mientras las espero decido poner algo de música en mi habitación y en cuanto enciendo el ordenador veo una de mis fotos favoritas, es una que sacamos el verano pasado, en un viaje que hicimos las tres juntas a París, cuando descubrimos que Raquel es alérgica a las abejas y Lara le tiene pánico a las alturas. Las tres nos enamoramos al instante de la ciudad. Lara siempre había querido mudarse a París, desde que era bien pequeña, su madre nació allí, y en Frances siempre tuvo matrícula de honor, a de más al estar estudiando idiomas no sería de extrañar que cuando acabara la carrera se mudara allá. Raquel por su parte ha dicho que se irá a vivir a Nueva York en busca de trabajo en cuanto acabe también la carrera, ella decidió estudiar arte dramático, como no, quiere ser una gran actriz, la verdad es que se le da muy bien, gracias a ella conseguimos aplazar exámenes importantes cuando estábamos en el instituto porque a alguno se le había olvidado estudiar, siempre se sale con la suya con la carisma que tiene. Yo por mi parte no sé que haré, siempre he querido trabajar con niños, pero también quiero ver mundo, y supongo que antes de ponerme a buscar trabajo me gustaría tomarme un año sabático en el cual pensar solo en mi misma y viajar, disfrutar un poco de la vida sin preocupaciones.

Entre aullidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora