tredici

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Taehyung sonreía al ver a JungKook bajar las escaleras de su casa a gran velocidad, extendiendo sus brazos para tomarlo entre ellos y abrazarlo con ganas.

—Hola, Tae —besó con felicidad sus labios una y otra y otra vez, hasta hacerlo sonreír entre medio del beso—. Te extrañé.

—También te extrañé y mucho.

Lo abrazó con fuerza, con unas inmensas ganas de llorar por todo el tiempo que no lo tuvo a su lado. Sintió un alivio enorme al verlo ahí, vivo y respirando.

En la especie de sueño o lo que fuera que experimentó sentía cómo se sentía más deprimido por la muerte de JungKook, y el que lo tuviera entre sus brazos, le era algo difícil de imaginar. Porque la gente no vuelve de la muerte porque sí.

Lo apretó lo más que pudo a su cuerpo, mientras sentía como el agarre en su cintura también se hacía más fuerte y la cara de JungKook se encontraba en el hueco de su cuello, dejando pequeños besitos que, con cada segundo, le causaban cosquillas.

—¿Nos vamos? Después venimos a darnos besos —se separó ligeramente— quiero esa malteada.

—Vamos, kookie —plantó un beso en su frente, separándose de él y extendiendo su mano para que el pelimorado (que hasta ese momento notaba el cambio en su cabello) la tomara—. Te queda bien el morado, te ves lindo.

—Sabía que te gustaría —afianzó su agarre y antes de comenzar a caminar, un llamado los detuvo.

—Taehyungie, ¿no saludarás a la abuela? —preguntó, bajando lentamente por las escaleras que anteriormente JungKook bajaba corriendo.

—Oh, se me olvidó decirte que la abuela vino a visitarnos a mi y a mi madre —respondió, dejando que soltara su mano para que Taehyung caminara en dirección a la fémina.

—Perdone, abuela Jeon, no sabía que estaba aquí.

—No te preocupes, pequeño —extendió sus brazos hacia el cuerpo del castaño y lo envolvió en ellos.

Mientras lo abrazaba, la abuela Jeon vio cómo su único y mayor nieto comenzó a perseguir a una rana, alejándose de dónde ellos estaban.

—Abuela Jeon, yo... usted...

—Tranquilo, ya pasó. Tu pesadilla ya se fue, Taehyungie, no volverá nunca, ¿si? —lo apretó en el abrazo, percatándose de cómo su respiración se volvía más pesada—. ¿Sabes? La primera vez que me ocurrió fue algo horrible y cometí la misma equivocación dos veces, pero la segunda me dejó marcada de por vida... yo no pude quedarme con mis amigos.

»Al contrario de ti, Tae, tú evitaste que JungKook haga algo de lo cual todos podemos arrepentirnos aunque fuera por un mensaje. Eres bueno para él, ¿sabes? Ya lo tienes aquí de nuevo, sólo no lo dejes ir.

—¿Por qué... por qué ocurre dos veces? —preguntó con miedo. Esperanzado en que una segunda vez no volviera a empezar.

—Él te da dos oportunidades... La primera es donde te lo quita todo y la segunda te lo regresa, pero si fallas, te lo quita definitivamente. El porqué ocurre no puedo explicártelo científicamente o una simple idea de ello —se separa de él y lo agarra de los hombros—. Por favor, tú y yo evitaremos que ocurra todo de nuevo, ¿si? Yo me desharé de la caja y tú mantén distraído a JungKook... ya sabes, sal con él.

Solo atinó a asentir, limpiándose la lágrima rebelde que salió rodando a su mejilla cuando escuchó como JungKook se acercaba de nuevo después de pedirle perdón a la rana por corretearla.

silence ─ kooktae AUOnde histórias criam vida. Descubra agora