Fate/Breuddwyd Annherfynol: El Rey del Fin

Sección 14: La Dama y el León.

Solitario, fue lo que sintió ella...

Un bosque casi sin fin, se hallaba ante ella y el camino hacia la salida permanecía desconocido.

Su deseo de salir, de proseguir la mantuvieron en movimiento.

La Soledad la atormentaba en lo profundo del bosque, la oscuridad de la noche traía frío que anunciaba muerte y el calor del día era un recuerdo de que seguía atrapado en este laberinto que parecía eterno.

Locura fue lo que llenó su ser, desesperación fue la que llenó su motivación, dolor fue lo que dominó su voluntad.

Su única amiga, una espada de madera ya gastada por el tiempo y por los golpes constantes, signos de una batalla por la supervivencia.

No había salida, no había escapatoria, la locura la yacía dentro de ella, susurrando palabras amables, como si de una vieja amiga se tratara.

Así la mujer se fue y el animal surgió, tal vez por ello fue la única razón que sobrevivió en la soledad de este bosque.

En una de esas tantas noches, el Gran Rugido de una bestia surgió, su único instinto fue esconderse, mientras observaba como la oscuridad de la noche era remplazada por la luz de unas llamas que ocultaban la luna del firmamento.

El último sonido que llego a escuchar antes de caer en la inconsciencia, fue un rugido imponente, uno que intentaba sobreponerse ante la bestia...

Con el amanecer, vino el valor, algo singular siendo que era un sentimiento que había abandonado en su deseo de sobrevivir y se dirigió a donde se originó el rugido de aquel ser.

El bosque era negro, los antes frondosos y verdes árboles ahora eran de un negro antinatural, el olor a quemado y cenizas cubrían toda la tierra.

Y en medio de todo eso, había un León de pelaje casi dorado que permanecía inmutable y sin mancha.

Ella se acercó, su instinto de supervivencia fue superado por su insana curiosidad.

Extendió su mano, decidida a tocarlo pero entonces rugió, un rugido tan fuerte que sacudió la tierra misma, el gran León se levantó, preparándose para la batalla pero ella solo pudo cerrar los ojos esperando su tan anhelado final....

El sonido de algo cayendo en suelo con gran fuerza le hizo abrir los ojos, detrás de ella yacía una enorme bestia, una que nunca había visto en el tiempo que estuvo en el bosque.

Ella supo instintivamente a qué se enfrentaba.

"Dragón" fue el nombre que resonó en su cabeza, al llegar a esa realización los pensamientos de huida y temor llenaron su mente.

Pero como escapar de tal bestia... ante tal intriga se paralizó hasta que vio una vez más al León emitiendo un gran rugido hacia el dragón.

Una batalla encarnizada comenzó, bestia contra bestia, ella pudo huir, pudo hacerlo pero...

En su ser sintió que no podía dejar a ese León dorado contra aquel dragón así que corrió lo más que pudo dispuesta a enfrentarse a aquel ser.

Nunca se supo que ocurrió aquel día de forma exacta, algunas historias cuentan que ella logró matar al dragón junto al León, otras cuentan que logró huir usando aquel León como montura pero hay un hecho claro, ella sobrevivió y aquel León valoró aquel sacrificio tonto para salvarlo y la acompañó hasta el fin de sus días...