Sección 1: Esperanza

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Desde mi niñez siempre fui distinto a los demás, nunca tuve una madre o un padre a mi lado siendo la soledad mi única compañía.

Aunque estaba en un orfanato lleno de niños, nunca me interesaron y nadie nunca se interesó por mi, siempre observé desde un punto alejado viendo como jugaban y se divertían pero para mí eso no tenia lógica, como una máquina que intenta comprender el concepto de felicidad y diversión, yo no sabía que era eso y nunca me interesó realmente porque yo sabía mi destino y el de todos ellos.

La vida se vuelve monótona cuando ya lo sabes todo aunque estaría mintiendo si en verdad lo supiera todo, no se desde cuándo ni cómo, pero podía ver el pasado, presente y futuro, todos tratan el tiempo como algo inmaterial e inexistente que nadie podía ver o tocar pero para mí eso era algo de todos los días.

No se exactamente cuando empezó, un día de la nada podía saber de manera inconsciente cuando me pasaría algo a mí o las personas que me rodeaban, incluso llegué a saber los secretos que los demás guardaban celosamente en el pasado.

Los niños normales soñarían con juegos y felicidad sin fin en cambio yo soñaba con lo que viviría al día siguiente, al principio le use en mi beneficio, era simple ganarme el favor de las cuidadoras del orfanato para que me trajeran libros para mi propio entretenimiento ya que mi significado de diversión era la lectura debido a que era lo único que no podía predecir ya que no podía entender lo que mi yo del futuro leía.

Así viví mi vida alejándome de los demás y sintiéndome menos humano por cada día que pasaba pero anhelando el día el que no sabría que sucedería, los libros y sus historias eran mi única fuente de alguna emoción o sentimiento era lo único que me hacía sentir humano.

Ver a los héroes de los cuentos luchar aún sin saber lo que ocurriría en su futuro me llenaban de una euforia indescriptible las batallas y las aventuras que tenían me parecían increíbles, por primera vez en mi vida me sentía como un niño de verdad con el deseo de una aventura por delante pero en el momento que pensaba en eso solo podía verme sentado en el mismo lugar al día siguiente leyendo, ahí lo supe mi destino no era vivir una vida llena de emociones e incertidumbre solo era una vida completamente vacía que carecía de un propósito verdadero.

Un día, en un momento de desesperación intenté arrancarme los ojos para no ver más pero como el cobarde que soy fui incapaz de hacerlo, al final me rendí y acepté que esta sería mi vida.

Sabia muy bien que estaba mal que un niño de diez años pensara así pero esa era la conclusión a la que había llegado, hasta que un día sucedió una cosa que nunca pude predecir, la vi allí solitaria caminando hacia la acera y cruzando la calle, intuí lo que iba hacer, no se porque pero por simple instinto corrí, me levante de la silla donde estaba leyendo y corrí hacia la salida del orfanato, las cuidadoras no sabían por qué intentaba salir e intentaron detenerme pero las esquivé ya viendo sus acciones desde minutos antes de que intentaran bloquear mi camino, al salir la vi una niña de mi misma edad parada en medio de la calle completamente tranquila mientras el vehículo que se dirigía a ella a toda velocidad intentanba frenar.

No dude ni lo pensé, solo corrí y corrí todo lo que mis piernas podían dar, lo sabía un minuto más y ella se iría para siempre de este mundo pero no era porque podía verlo en el futuro si no por qué simplemente podía verlo frente a mi, todo sucedió en un instante mi mente se hallaba en blanco en ese momento pero cuando por fin reaccioné ahí estaba ella en el suelo observándome con una sonrisa, mientras yo estaba encima de ella, hay lo supe yo no la había salvado, ella me había salvado a mí.

Fate/Breuddwyd Annherfynol: El Rey del FinOù les histoires vivent. Découvrez maintenant