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Oí las voces no tan lejanas de algunos de mis hermanos que se vestían apresuradamente con armaduras e intentaban encontrar sus pantuflas. Volví a abrir los ojos y Miller seguía ahí, su cabello rubio apenas se distinguía entre la obscuridad y tamborileaba nerviosamente con su pie una tonada de una canción popular pegajosa, ya le había dicho que me diera solamente unos segundos para acabar de despertarme, pero seguía ahí, me sentí tentada a decirles que me parará dentro de 5 minutos, pero no me había levantado para ir a la escuela, no, teníamos a un no tan amistoso dragón etíope merodeando por la frontera, me levante de un brinco, agarre mi daga y después de hacer un corto asentimiento hacia Miller le dije a mis hermanos:

-Bien, ya veo que la mayoría está levantada, pero no es necesario hacer un revuelo-los mire atentamente, solo tres dormían, ¿Cómo lo podían hacer después de que llegará cierto hijo de Apolo pidiendo no a un volumen bajo ayuda de los hijos de Atenea? Si que debían de tener el sueño profundo, pero no era necesario despertarlos a si que proseguí- Tomaremos nuestras armas y saldremos tratando de no despertar a los otros campistas, las fronteras mágicas nos protegen, pónganse bajo las órdenes de los hijos de Apolo. 

Salimos y nos preparamos para enfrentarnos al dragón.

Minutos después estaba viendo como los hijos de Apolo demostraban su habilidad con el arco y lanzaban flechas a diestra y siniestra apuntando al dragón de unos 9 metros de largo y verde intenso, algunas flechas se le quedaban incrustadas en el pellejo, pero aún así daba batalla, no había mucho que una hija de Atenea con una daga pudiera hacer. Al parecer no era la única que se dio cuenta de mi inutilidad, Malcolm se me acerco mientras se acomodaba el arco en su espalda, el, a diferencia de mi, tenía buena puntería. 

-¿Sabes lo que esto significa?-murmuró viendo hacia el dragón con ya 13 flechas en el pellejo. 

Asentí decaídamente, pronto Luke invadirá el campamento acompañado de decenas de monstruos, el dragón aquí presente esta intentando buscar un punto débil en la frontera mágica, cosa que era un poco estúpida a mi parecer, pero el ejército de Cronos quería encontrar una entrada dentro del campamento, y  transportar a los monstruos a través de una obra arquitectónica que parecía tener vida propia, Clarisse y yo ya habíamos hablado de ello, Luke quería encontrar una entrada a través del Laberinto de Dédalo, y necesitaba una forma de guiarse a través de él, el hijo de Ariadne - Debemos de estar preparados- dije. Si, sin duda sería una noche larga. 

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El comedor estaba lleno de murmullos, oí el nombre de Luke unas tres veces, ¿porque todos pensaban que el es malvado? A si no era, así no es el Luke que yo conozco, el solo necesita tiempo y pensar bien las cosas, apreté los puños bajo la mesa y trate de serenarme, Quiron estaba bendiciendo los alimentos. Toda los hijos de Atenea nos dirigimos hacia brasadero de bronce y arrojamos una porción de nuestro alimento como sacrificio a los dioses, algunos aprovechaban ese momento para hablar con sus padres, cuando llego mi turno eche al fuego una porción de pastel de fresa y susurra mi oración habitual. 

-Madre, dame sabiduría al momento de hacer mis elecciones-baje aun más la voz- el campamento se está enfrentando a algo muy grave, ayúdame a comprender y a actuar de la mejor manera posible y, madre, por favor, te pido por Luke, tu sabes que es un buen chico, cuídalo mucho, cuida a Luke... 

Había tanto que decirle a mi madre, sobre como sentía miedo cada vez que veía lo grave de la situación, pedir por Grover,me podría haber pasado ahí toda la mañana, pero un sitio ruido me recordó que no podía, trate de serenarme y volví a mi mesa. 

Trataba de concentrarme en mi desayuno y poner atencion a lo que sea que se estaba hablando en la mesa, gracias a los dioses no era nada relacionado con el ejército de Cronos ni el posible fin del campamento, era un tema más mortal, la influencia de semidioses en el gobierno Nacional con el paso de los años, como algunos de nuestros hermanos fueron presidente o personas importantes en el gobierno, oí mencionar algunas veces a Abraham Lincoln, no dudaba que entre nosotros se encontrará el próximo presidente. Aunque la conversación fuese de lo más agradable - ahora hablaban de la impresionante arquitectura y sus símbolos ocultos- no podía dejar de ver por el rabillo del ojo a la mesa 3, Quiero se acababa de alemán dejando a Percy solo con Grover, este último tenía un aspecto decaído, pobre niño Cabra, estaba muy espantado pero aun así sabía cual era la desciende correcta que tomar. Le di un último mordisco a mi pastel y sin pensarlo dos veces me levante, mi cuerpo actuó de forma automática y camino hacia la mesa de Poseidon. Era tiempo de hablar con el sesos de alga, me sentí a su lado. 

La batalla del Laberinto [Annabeth]Where stories live. Discover now