𝐔𝐧𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐄𝐧 𝐋𝐚 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚

Capitulo 16

—Oh... ataquen.

Akaza dio la orden de que atacaran, así dando inicio a una de las tres batallas que se estaban llevando a cabo para ganar la guerra entre reinos.

Zenitsu y Nezuko no se quedaron atrás, también dieron la orden de que sus guerreros atacaran.

 —¡Nezuko! ¡Yo tratare de atacar por un lado y tú por el otro!— Ordenó 

—¡De acuerdo!

Ambos trataban de dar lo mejor de ellos, dejar el alma en esa pelea. No podían perder, perder no era una opción. 

Todos estaban esforzándose y dando sus vidas para acabar con esa batalla y llevarse la victoria, no podían quedarse atrás. 

Zenitsu fue el primero en lanzar un golpe hacia Akaza, pero este lo esquivo como si nada.

—¡Un simple golpe no me hará nada!— Grito para cambiar los papeles y ser él quien golpeará al Agatsuma.

El rubio recibió aquel impactor, aunque trato de esquivarlo.

Nezuko iba a aprovechar el momento para herir con su Katana a el pelirosa, pero falló en el intento cuando solo sostuvo su mano.

—Tienes suerte de que no lastime mujeres.

Eso sorprendió a Nezuko, pero ers bueno y a la vez malo.

Ella podría atacar todo lo que quisiera, pero no iba a recibir un solo golpe por parte de Akaza, pero que tal Zenitsu...

«No pienses cosas negativas Nezuko Kamado, no puedo darme el lujo de quedarme sin hacer nada mientras solo pienso cosas que no ayudarán »

Se solo del agarre de Akaza y se dispuso a tratar de darle una patada, mientras este solo se concentraba en hacerle algún tipo de daño a Zenitsu.

—¡¿Acaso eres tan débil que no puedes defenderte?!— Grito Akaza mientras trataba de hacerle una herida profunda al Agatsuma.

—¡No lo soy!

El pobre solo se limitaba a esquivar los golpes, era demasiado rápido, sin duda superaba su poder de fuerza y rapidez.

—¡¿Entonces?!

Zenitsu no dijo nada, tenía que concentrarse en formar un plan que fuera efectivo. La única ventaja que tenía era Nezuko, pero no se le ocurría una buena idea.

Entre tanto pensar las cosas, recibió un golpe que casi lo deja inconsciente.

—¡Zenitsu!

—Este tipo es demasiado débil...

Nezuko, se dio cuenta que no estaba ayudando en casi nada, tenia que hacer algo.

En lo que Akaza miraba con desprecio a Zenitsu, ella iba directamente a apuñalarlo, cosa que fallo. Se dio cuenta en el momento justo.

—No niñita, conmigo no va a funcionar.

Trataba de quitarle la espada, pero ella ponía fuerza.

—No te resistas, mejor deja este reino y únete a nosotros. No tendrás que preocuparte por perder la guerra, somos mucho más fuertes que todos ustedes juntos.

—No lo haré, no quisiera ser una traidora.

—No serias una traidora, no tiene nada de malo apreciar tu vida.

—¿Apreciar mi vida?...

—Si, ya sabes. Si peleas contra nuestro reino,  seguramente perderías.

Nezuko se quedó pensando... Muy en el fondo sabía que esa pelea sería bastante difícil de ganar.

En lo que él la hacía dudar de sus decisión, Zenitsu reaccionaba y en un momento casi instantáneo atravesó a Akaza con la Kanata. Para la suerte de este, no logró atacar dañar alguno de sus órganos, pero fue de gran ayuda para debilitarlo.

«Entonces este era el plan... »

Nezuko estaba bastante confundida, pero tenían que aprovechar el momento.

—kamado murió, princesa.

Kanao no lo podía creer, aquella persona que tanto admiraba, aquella persona que amaba... ¿Estaba muerto?...

—El no puede estar muerto... ¿Verdad?

—Lo siento princesa, se que usted lo amaba, pero estamos en una guerra es  normal perder a alguien importante.

—¡Callate! ¡El no está muerto!

—Al parecer no confía en mi palabra princesa, déjeme le doy pruebas.

—¿Pruebas...?

«El en verdad... Mató a Tanjiro-san, si me ofrecía pruebas es que... »

—Así es princesa, si desea, puede acompañeme a ver su cuerpo.

—¡Ya te dije que él no está muerto, algo me dice que no está muerto!

Un sentimiento, algo extraño le daba la sensación de que el seguía con vida, aunque las preguntas seguían rondando por su cabeza.

"¿Si no estaba muerto, por qué no estaba ahí? "

"¿En verdad fue capaz de derrotarlo?"

—Princesa, vamos ya no tiene otra opción.

—No.

—Tan siquiera deje que le haga la pregunta.

—Sé lo que vas a preguntar. Mi respuesta será un "No".

—No tiene escapatoria alguna, el líder está muerto, su padre probablemente ya lo atraparon, su madre y hermanas también deben de estar ya muertas.

—¿Como?...

—Tal y como escucho princesa. Kamado está muerto, el rey seguramente ya esté bajo nuestro control y sus hermanas junto a su madre deberían estar muertas.

—Me estas mintiendo...

—No lo estoy haciendo, pero puedo ayudarla.

—¿Ayudarme?

—Puedo ayudarla, si se une a nosotros no morirá y podrá seguir gobernando este bello reino.

—Yo...

Antes de que ella continuara hablando, vio como alguien había llegado corriendo a la habitación en donde estaban.

—¡Kanao!