Capítulo 22

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—Alteza, le suplico que se quede aquí en su habitación. Le prometo que encontraré el momento para que pueda ver al joven Kamado y a sus amigos.

May sabía lo impulsiva que podía llegar a ser la princesa. En una ocasión sus emociones la hicieron escaparse del castillo y perderse en el pueblo.

Ella era todo un caso.

—Ya esperé un año, no me hagas esto, May.

—Es necesario, su Alteza. Recuerde que acaba de regresar, no puede ir por todo el palacio andando como si fuera una niña. Recuerde que es la heredera del reino.

—Lo sé, pero ya no quiero ser un adulto responsable.

May suspiro.

—Iré a revisar unas cosas que me encargó su Majestad. No haga nada imprudente por favor.

Ella sabía que estaba pidiendo algo que era muy difícil que se cumpliera en esos momentos, pero tenia esperanza que la princesa hiciera algo de caso.

Con todo el miedo del mundo dejó sola a Kanao en su habitación.

Tomemos malas decisiones.

Tan solo había esperado unos cuantos segundos para salir de su habitación. En sus pensamientos solo estaba la idea de encontrarse con quienes fueron sumamente importantes en su vida durante la guerra.

Lo que no contaba es que todo el castillo estuviera extremadamente ocupado, no sabía que estaba pasando. 

La última vez que vio a todo mundo así, fue en el baile antes de que el conflicto comenzara.

Bueno, se estaba desviando de su objetivo.

—¿Dónde estarán?

El lugar en donde regularmente se reunían ya era solo un cuarto de invitados.

—Alteza, ¿se le ofrece algo?

La voz... era sin duda de una de las persona que se encontraba buscando.

Al voltear notó los ojos rosa de una de las personas que mas extraño.

—Nezuko...

En aquellos momentos no podía explicar la felicidad que sentía al verla después de tanto tiempo.

—Alteza... — Nezuko no sabía cómo reaccionar.

Kanao la estaba abrazando.

Una parte de ella sentía una profunda alegría al saber que estaba bien, y anhelaba regresarle el abrazo. A final de cuentas, ella también la extraño demasiado.

Aunque la otra parte trataba de contenerse, estaba justamente frente a la princesa y heredera del Reino. Se consideraba una completa falta de respeto tratar de forma inadecuada a la familia real.

—Por unos minutos ignora el protocolo, Nezuko. En estos momentos solo somos dos amigas felices de reencontrarse después de una horrenda guerra.

Fue como si leyera la mente de la Kamado, quien ya no lo dudó más y se dispuso a abrazar a Kanao como si fuera a desaparecer.

Estaba dejando salir todo su dolor y preocupación de aquel día, que al llegar  a su Reino solo le informaron que su hermano y su mejor amiga estaban en peligro de muerte.

—Cuando me informaron tu estado y el de mi hermano... ¡Yo tuve demasiado miedo de perderlos! Son unas de las cosas más importantes en mi vida. Yo quería ir a visitarte, pero me dijeron que por tu gravedad no podía... Cuando despertaste, casi inmediatamente te fuiste del reino...

𝐔𝐧𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐄𝐧 𝐋𝐚 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 Where stories live. Discover now