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Narrador: Deqiuv

Habia pasado una semana desde la temporada de celo, por suerte en uno de estos días poco a poco cada uno de mis compañeros saldría de su estado hormonal y se reincorporaria a nosotros.

Nia y Ocho cuidaron de mi ya que Fargan y Focus estaban algo ocupados, a decir verdad Nia y Ocho hacen buena pareja pero Nia es demasiado sobre protectora y Ocho es todo lo contrario a ella, ayer me ofreció un cigarrillo pero Nia le riño, algo aburrido por el ambiente de mi nuevo hogar decidi aventurarme en lo más inospito; con unos pantalones de lana, una camiseta a cuadros y abrigado por la gran chaqueta invernal de Focus comenzé mi viaje.

El camino que era rocoso y desnivelado, por suerte las botas todo terreno que tome prestadas de Ari hacían que el camino se hiciera más cómodo, ellas las llamaba "Las mamalonas", sus botas eran increíbles. Continuando por el del bosque algunos animales silvestres me miraban, mi gran cola dorada y anillada llamaba la atención, después de un rato de caminar me di cuenta que una pequeña ardilla me seguía; amablemente le di una sonrisa y la invite a subir a mi hombro, está salió corriendo asustada. En resumen, mi viaje sería solitario y frío, ya estoy acostumbrado. Llegué un campo de flores en medio del bosque, las verdes hojas daban juego con mis ojos, blancos tulipanes crecían del suelo, una pequeña montaña hacía presencia, conejos de diferentes colores y tamaños salían de hoyos de la montaña, un gran árbol vivía en la cima de la montaña, un gigantesco plantadio de trigo crecía cerca de un lago. Enamorado por el lugar decidí subir en la Montaña recostarme sobre el verde pasto y ser cubierto por la sombra del gigantesco nogal (árbol del que creen nueces); un pequeño conejo café se acercó a mi y con curiosidad olía mi brazo, sus lindos bigotes hacían cosquillas en mi brazo por lo que termine moviendome y asustando al conejo. El aire se sentía fresco y limpio, el olor de los tulipanes hacía el ambiente aún mejor, después de un rato caí dormido; yo estaba en una especie de pueblo, un chico salio detrás de un árbol, su cabello era gris, sus ojos ámbar, sus demás características no eran muy notorias por alguna razón, pero algo definitivamente me quedo claro, el tenía una cola larga y sin pelo, igual a la de una rata; antes de que pudiera preguntar o decir algo desperté por un golpe. 3 nueces cayeron sobre mi cabeza, provocando que me despertase, en mi cintura había una ardilla dormida, debajo de mi brazo un conejo y en mi cabeza había un pájaro tratando de hacer su nido en mi cabello. Con cuidado moví mi mano y acaricie el suave pelaje de la cabeza de la ardilla, ella en un momento abrió sus ojos pero no temió de mi y se quedó en su posición disfrutando de mis caricias. Después de un rato todos los pequeños animales que me acompañaban se retiraron.

Ya solo opte por subir en el nogal y tomar las nueces que se veían maduras, por fin ser ardilla me servía para algo, ya con la mochila casi llena baje del árbol; aprovechando la explicación decidí también tomar el trigo que crecía junto al lago, trate de tomar unos peces pero todos se escapaban de mis manos, ¿Como cojones Karchez los atrapa tan fácil?, bueno supongo que sera por sus garras.

Mi camino de vuelta era tranquilo, observar las flores era hermoso, llegué a la zona de abetos donde se encontraba nuestra cabaña, antes de entrar quise explorar un poco, había una pequeña cueva a lo lejos; con ganas de aventura me acerque a la cueva, a mi mala suerte la cueva no era profunda, unos cuantos minerales en los bordes y una gran charca al fondo, decepcionado camine de vuelta a casa. Mientras caminaba algo se acercó corriendo a mi, un ser muy peludo y cornudo, la joven oveja corrió apresurada y se abrió camino entre mis piernas; al sentir como está corría mis equilibrio se perdía cada vez más. El viento recorrió mi espalda, poco a poco mis piernas se dieron por vencidas y dejaron el peso de mi cuerpo caer, un gigantesco dolor y escalofrío recorrió mi cuerpo al chocar mi espalda con el suelo. Un inquebrantable dolor invadió mi brazo, al rodar los ojos hacia la dirección de mi brazo observé una gran pedazo de tronco encajado en una sección un poco más arriba que mi codo, la madera atravesó mi brazo, la sangre caía a pasos agigantados, unos cuantos pedazos de mi piel se mantenian en las astillas del tronco. Entre gritos de dolor y ayuda logré llamar la atención de alguien, un hombre de cuerpo robusto, cabello semi rojiso, barba y unas llamativas orejas redondas.

( '(ェ)' ) 🍪)¡¡¡Torti Shots!!!𖦹 (🍪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora