Red Velvet

Una rebanada del pastel

—¡Ya llegue! —anunció Sasha, su voz se escuchaba un poco lejos.

Falco se bajo de la cama y salió del cuarto, lo que significaba que ella también tendría que bajar. Cuando salió pudo ver a su prima en la cocina sacando de una bolsa amarilla las cosas que trajo, le estaba dando la espalda pero ella siempre se ha destacado por ser perceptiva así que ni bien entró, Sasha le habló.

—Siento haberme tardado pero me encontré a alguien en la calle.

No muy interesada en el tema Mikasa le preguntó, fue más bien por cortesía.

—¿A quién?

—A Annie.

Se sorprendió y rápidamente sintió una angustia en su pecho.

—Espero no te moleste —Sasha estaba sacando los utensilios para comenzar a cocinar— me preguntó por Eren así que fue inevitable no decirle que se casó contigo.

Y si no estaba nerviosa ahora gracias a ese comentario lo está.
Tal vez solo quiere saber cómo le ha ido en la vida.

—¿Por qué me molestaría?

Sasha se encogió de hombros.— No lo sé, fue algo que pensé.

Mikasa se acercó a ella para ayudarla y así preparar más rápido el almuerzo.

                             ~•~•~•

Ya en su hogar, se debatió en si decirle a Eren lo de Annie. No es como que alguien le confirme que aún siente algo por ella, pero sabe que su amor fue intenso, de esos que prometen nunca hacerte olvidar y sintió envidia por un momento porque nunca había experimentado algo así.

¿Cómo sabe esa información sobre Eren? Porque ella misma trajo el tema a colación hace unos meses, acababan de ver una película romántica entonces no pudo evitar que la conversación girara hacia allí.

Antes, Mikasa se había considerado una persona romántica, pero con el pasar del tiempo se oxidó ya que no ponía en práctica ciertos aspectos y por más que mantuve su fe en práctica en escritos y libros no fue suficiente. Pero con esa película, los sentimientos enterrados salieron a flote y se sintió como una niña pequeña en navidad. Su emoción era tanta que no pudo evitar preguntarle a Eren sobre si él había vivido un amor como ese, casi olvidándose de que estaban casados.

Y entonces él habló de una chica castaña, pero su tono de voz denotaba que mentía, ese no fue su amor intenso. Por insistencia de Mikasa terminó hablando de Annie. Se sintió triste por el moreno, por su relato supo que la había amado mucho, que si se lo hubiera pedido le habría dado el mundo entero. Pero la rubia no sentía lo mismo por él y las dos peleas que ella observó desde su casa fueron porque Annie no estaba lista para una relación tan seria y se encontraba deseando estar con alguien más que no fuera Eren.

Se sintió un poco mal por haber insistido tanto en el tema, pero luego él dijo que ya era tema superado y que había hablado demasiado, ya era turno de la azabache. El pensamiento de que ella sola se había saboteado no dejó su mente, no quería que Eren supiera que nunca había salido con nadie, que a duras penas dio su primer beso. Es tan vergonzoso.

—Vamos, no te juzgaré —le animó.

Es que no hay nada que contar.

Trato de desviar el tema, obviamente no funciono.

—Oye yo te confié mi más doloroso amor —el castaño fingió que le enterraban una estaca en el corazón.

Pero al ver que no decía nada desistió.