Jungkook dejó las tres tazas de café expreso en la mesa cuando estuvo listo. Colocó las donas en un plato y pronto sus padres se unieron a él para merendar.
El menor empezó a comer su dona y cuando ya iba por casi la mitad, su madre dijo:
—Queremos hablar contigo.
Jungkook levantó una ceja. Su madre no lo había dicho en tono malo ni bueno. Simplemente neutral.
Lo cual lo asustaba de peor manera. Se imaginaba cualquier cosa.
—Pues... yo no hice nada malo para empezar — se defendió Jungkook antes de que ellos dijeran lo que sea, por si acaso.
Su padre se rió amablemente.
—Tranquilo, no es nada malo. Simplemente nos gustaría hacerte una observación y una recomendación.
— ¿Observación de qué?
Su madre tomó cartas en el asunto.
— Hace ya un largo tiempo que hemos notado que no traes ningún amigo a la casa, Jugnkook — dijo antes de darle un trago a su café.
Entonces el padre de Jungkook continuó:
—Cuando nos contaste hace tiempo que eras gay creíamos que traerías chicos a la casa —dijo dejando su dona a un lado — creíamos que nos ibas a presentar a alguien de hecho, y que por eso habías decidido contárnoslo.
— Mmm... se los conté solo porque acepté ese hecho. Nunca tuve a nadie en realidad — confesó Jungkook —. Pero siempre me di cuenta que me fijaba en los chicos y no en las chicas, aunque eso ya lo sabían.
—Lo sabemos — sonrió su mamá — pero hace meses que nos hemos dado cuenta que no tienes amigos. Literalmente no los tienes.
— ¿Cómo saben que no los tengo?
Sus padres se miraron.
— Tuve una reunión con la directora de la escuela hace unos días — dijo su mamá— está preocupada por cómo te desenvuelves en las clases: dijo que nunca trabajabas con nadie y que en las clases de educación física preferías hacer los ejercicios solos en vez de buscar un compañero como todos los demás.
—Como sabrás— continuó su padre — los profesores notan estos comportamientos. Por esa razón querían hablar con nosotros para ver cómo podríamos solucionarlo.
Jungkook bajó la cabeza. Era obvio que en algún momento se darían cuenta.
— No creo que haga falta. Los amigos no son necesarios.
— La vida social es necesaria hijo — dijo su papá —No puedes ser un adolescente de 17 años retraído de la vida social. Hace mal a tu salud mental.
— No hace mal — replicó Jungkook por lo que su madre le puso mala cara.
—Te la pasas encerrado en tu cuarto, leyendo o escribiendo cuando no estás viendo Netflix. Hijo, no sales nunca a ningún otro lado si nosotros no salimos contigo. Si no fuera porque te pido que hagas las compras del supermercado tu solo irías de la escuela a la casa.
Su padre asintió.
—Quizás tu no te das cuenta de esas cosas. Pero también estás la mayor parte del tiempo acostado en la cama, a oscuras. Prácticamente no usas tu celular, jamás nadie te envía un mensaje y tú tampoco.
— Es cierto. Jamás te hemos visto tomar el celular para otra cosa que no sea ver videos en YouTube.
— Es que solo lo uso para eso — dijo Jungkook. Él en realidad no usaba mucho el celular para nada en realidad.
—Mañana es sábado — dijo su mamá terminando su café— Y tú te quedarás aquí todo el día leyendo. No irás a ninguna fiesta, ni siquiera al cine o a pasear a un parque.
— Si quieren podemos ir al cine — ofreció Jungkook.
— No estás entendiendo el mensaje, hijito.
Jungkook se alzó de hombros.
— No tengo porqué salir. ¿Para qué voy a salir solo? Podríamos ir los tres al cine.
—No puedes depender de nosotros toda tu vida, Jungkook—habló su padre severamente—. Detesto tener que decirte esto pero no sabes comunicarte con las personas.
—Eso no es...
—Si, si es cierto — replicó su mamá—. He observado que te da pánico preguntarle a la chica de la librería por las novedades que llegaron el otro día.
—También te pasa en el supermercado — agregó el señor Jeon — o cuando te pedimos que llames a la pizzería y hagas el pedido.
Jungkook volvió a mirar hacia otro lado.
Eso se llamaba ansiedad social y Jungkook lo sabía. Lo sabía perfectamente.
Pero no podía decirle a sus padres que todo el mundo lo rechazaba y lo trataba mal y por eso le costaba muchísimo hablar con cualquier persona.
— Necesitas amigos de tu edad —dijo su padre.
Su madre se levantó a sacar un folleto de su cartera pequeña y se lo tendió a su hijo.
—Mira. La directora de tu escuela me regaló ese folleto. Resulta que este próximo lunes comenzaran las inscripciones para los talleres recreativos.
—Pensamos que podrías unirte al de música — convino su papá —después de todo eres bueno tocando la guitarra.
— ¿Para qué querría unirme a un taller que enseña instrumentos si yo ya se tocar los que tengo?
Sus padres suspiraron.
—Para que hagas amigos, hijo — dijo su mamá yendo a acariciarle el cabello con dulzura — Nos preocupa enormemente que solamente nosotros seamos tu única compañía.
— Me duele verte solo, Jungkook— dijo su padre —No te estamos pidiendo que te hagas amigo de cincuenta o cien personas, creo que con uno o dos amigos bastaría.
— No... no me hace falta, de verdad. — dijo desesperado — Los tengo a ustedes ¿no? Yo les cuento todo.
Su padre asintió con la cabeza.
—Y de hecho deberías contarnos menos, hijo. Los adolescentes suelen ser un frasco cerrado con sus padres en esta etapa. Tu no tienes privacidad de absolutamente nada. Nos cuentas todo, todo el tiempo, nunca te guardas nada para ti mismo.
— Es necesario que guardes una parte de tu vida para ti sólito — convino su mamá.
—Es que...— a Jungkook se le trabó la garganta— us-ustedes me escuchan y se interesan en lo que les digo.
Su papá se levantó y le dio un abrazo corto.
— Te escuchamos Jungkook. Pero nosotros no somos tus amigos, somos tus padres y aunque no lo creas, hay una gran diferencia entre esas cosas.
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Lovely Boy |Tk| ✔
Teen FictionJungkook es un estudiante de 17 años que se ve obligado a participar de un taller de música especial ya que sus padres quieren que sea más sociable con sus compañeros, de hecho sus padres están muy preocupados porque su hijo no tiene ni un solo amig...