Lovely Boy |Tk| ✔

Cap 41

—Que suerte que hoy haya sido el último examen antes de las vacaciones de invierno — Dijo Soobin sentándose con sus amigos al día siguiente en la escuela.

—Pero nos fue mal en todos — contestó YeonJun mirando a HueningKai que también le había ido mal —Gyu es el único que aprobó.

—Él es inteligente —comentó Kai sonriendo — y nosotros somos unos tontos que lo único que hacen es desaprobar.

—En mi defensa — soltó Soobin mientras se acomodaba al lado de YeonJun — el profesor de historia tomó cosas que no dio en clase ¿como rayos espera que pasemos el examen?

—No entiendo por qué nadie se queja. Nosotros somos unos tontos pero nuestros compañeros son peores — dijo Jun riéndose.

—Bueno, tampoco somos tan tontos — se quejó Soobin cruzándose de brazos, luego miró al rededor y notó que sus otros dos amigos no estaban en ninguna mesa — ¿Dónde se metieron BeomGyu y Tae?

YeonJun y HueningKai se miraron cómplices.

—Adivina — le dijo Kai.

Instantáneamente Soobin se llevó una palma a la frente y negó con la cabeza, decepcionado de sus amigos. Ya se imaginaba en dónde estaban.

—¿Otra vez se escondieron en el armario del conserje?

Kai asintió afirmativamente.

—Dios. Iré a sacarlos de ahí antes de que empiece la clase.

YeonJun se levantó para detenerlo.

—Mejor no vayas. Están en su momento.

Soobin volvió a estamparse la palma contra la frente y susurró:

—¿No me digas...? ¿De verdad están teniendo sexo en la escuela a esta hora de la mañana?

—Pues sí. Cuando Kai y yo pasamos por la salita del conserje oímos ruidos y tú ya sabes cómo es la voz de Gyu, la reconoces en cualquier parte.

Soobin se rió.

—Bien. Luego les daré un sermón.

—¿Por qué?

—¿Acaso quieres que los expulsen? Junnie, son nuestros amigos, somos un grupo y hay limites en la escuela.

—¡Hola chicos! — Saludó alguien al entrar.

Era Gyu.

Y efectivamente estaba desaliñado.

Unos segundos después apareció Taehyun por la puerta con esa sonrisa que dejaba ver todos sus dientes.

—Holi.

Soobin les hizo una mueca.

—Par de locos, voy a matarlos.

Y seguido de eso los empezó a correr por todo el salón.

—¡Espera, tonto, que no me puedo mover! —Chilló Gyu rindiendose para sentarse en su banco.

Yeonjun y Kai se rieron. Soobin atrapó a Taehyun y le dio un sermón, luego señaló a Gyu. Que bueno que siempre eran los primeros en llegar al aula. Sus compañeros no estaban.

—Ustedes dos solo lograrán que los echen a patadas de la escuela.

Pero BeomGyu soltó una risita.

—¿Y eso que? Viva la vida loca.

Taehyun fue a sentarse con su novio y le dio muchos besos. Soobin siguió quejándose.

—Binnie — Le dijo YeonJun con un puchero —¿Me acompañas a la cafetería?

Soobin siguió a su amigo hasta la cafeteria y allí compraron unos muffins para desayunar. Se sentaron en una mesa cerca de la ventana que daba al patio.

Yeonjun mientras tomaba su jugo de frutas observaba a Soobin de reojo.

—¿Qué harás en las vacaciones?

El pelinegro se alzó de hombros.

—No lo sé. Quizás vaya a todas las convenciones de anime que se den en esos días. ¿Por qué? ¿Quieres... que vayamos juntos?

—Claro. Los chicos querrán ir.

Soobin bajó la cabeza. Él sabía que YeonJun sentía algo (o al menos eso quería creer), y no entendía por qué los dos eran tan lentos.

Soobin tenía miedo de arruinar la amistad y YeonJun no sabía del todo bien si Soobin sentía algo por él.

Ambos se miraron y Soobin suspiró.

—¿Qué tal si vamos tú y yo el primer día de convención? Los demás días podemos ir con los chicos.

YeonJun apartó la mirada y evitó una sonrisa. No eran muchas las veces en las que él salía a solas con Soobin, siempre era en grupo.

—E-está bien —Aceptó Jun intentando sonar lo más casual y normal posible.

Estaba chillando por dentro.

—¿Hacemos cosplay? Yo la semana pasada encargué uno de Eiji. El paquete ya debe de estar por llegar a mi casa.

A Soobin se le encogió el corazón de tan solo pensar en banana fish.

—Claro. Yo puedo hacer de Ash.

Junnie sonrió.

—Aquí lo gracioso es que tú eres tan alto como Ash y yo como Eiji.

—Combinamos a la perfección — le dijo sonriendo hermosamente como cuando estaba muy feliz.

YeonJun también compartió su sonrisa. Por el rabillo del ojo vio pasar a Jungkook y lo llamó. Él se dio vuelta y saludó con la mano a los chicos, luego siguió de largo para ir a su casillero a guardar sus cosas.

—¿Crees que Jungkook esté bien?

Soobin asintió.

—Hablé con él el otro día. Me agradeció por darle un golpe a Mike. Se lo merecía.

—Jungkook está muy solo — Comentó Jun, cabizbajo — Quiero que esté con nosotros, pero siempre se va o se siente mal con nosotros. Nos mira como si fuéramos lobos esperando para devorarlo o algo así.

Soobin entendió la metáfora: que Jungkook sentía que lo juzgarian por todo.

—Descuida, él vendrá cuando se sienta cómodo. Es lógico que no pueda ser amigo de nadie por miedo a ser juzgado. Mientras tanto podemos demostrarle que no somos como Mike y que nunca lo vamos a juzgar.